Feijóo: "Qué insulto decirle a los policías que no sufrieron violencia y actos terroristas" en el procés

El PP volvió a congregar a decenas de miles de personas en la Plaza de España de Madrid, en la primera manifestación del año, a solo dos días de que la ley de amnistía llegue al pleno del Congreso de los Diputados. El partido de Alberto Núñez Feijóo tocó a rebato: José María Aznar y Mariano Rajoy acudieron, igual que la mayoría de los presidentes autonómicos. Y el líder conservador, prometió que “este Gobierno tendrá un final y que llegará más pronto que tarde”.

A las puertas de que se debata la norma que perdonará todos los delitos del procés y en plena resaca, todavía, de la enmienda sobre el terrorismo que el PSOE acabó asumiendo, Feijóo se pronunció con total contundencia: “Qué insulto decir a los policías que no han sufrido violencia ni actos terroristas” en Cataluña. Justo después pidió un aplauso para la Policía, la Guardia Civil y las Fuerzas de Seguridad, y la plaza firmó el mayor rugido, por encima de los gritos de apoyo a los dirigentes del PP y a Isabel Díaz Ayuso.

La manifestación del Partido Popular contra la amnistía en Madrid, en imágenes

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, que precedió a Feijóo en el turno de intervenciones, también afirmó que en el procés “hubo terrorismo” y citó en el mitin al juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, para clamar contra los “señalamientos” del Gobierno a jueces, fiscales y el resto de funcionarios. También hubo aplausos de los congregados en cuanto se escuchó el nombre del magistrado, que lleva días acaparando titulares.

Feijóo se dirigió a los asistentes -70.000 según el PP y 45.000 para la Delegación del Gobierno- asegurando que las alianzas de Pedro Sánchez con los independentistas “han desatado una tormenta de dignidad en toda España”, que “cada día es mayor” y que se verá reflejada en próximas concentraciones en la calle, en las instituciones y, sobre todo, “en las urnas” en cuanto haya oportunidad. Para el PP el ciclo electoral que comenzará en Galicia y terminará con las elecciones europeas en junio es clave.

El mensaje de oposición fue muy claro: “Vamos a rescatar democráticamente este país, vamos a restituir la igualdad entre todos los ciudadanos, su derecho a que nadie le imponga un país que nadie ha elegido”, continuó Feijóo elevando el tono del discurso. “Vamos a cambiar una España que quiere someter los intereses de una sola persona por otra España que refleje la de todos”, zanjó. 

Las críticas al presidente del Gobierno se sucedieron con palabras muy duras. Primero, hablando de su “obsesión megalómana” que “nos ha llevado a la decadencia”. “Sí que pasará a la historia y lo hará por sus mentiras, su conveniencia, su codicia, por venderse él y al PSOE y por poner en venta España”.

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Feijóo ironizó con el hecho de que “Zapatero le acompañe a todas partes” (el expresidente tuvo un papel fundamental en la campaña del 23-J, como después en la explicación sobre la amnistía o recientemente en la convención política del PSOE en A Coruña) para “asegurarse de que es Sánchez y no él quien sea recordado como el peor presidente de la democracia española”. 

Lo que también quiso hacer el líder conservador fue preparar a los suyos para los meses que vienen: “Son capaces de cualquier cosa. Querrán dividirnos, ocupar todas las instituciones, nos presionarán, nos insultarán. Ni con todas las malas artes podrán evitar lo que merecen”, continuó, para reconocer que recuperar el Gobierno central “no será cuestión de un día”, sino “de lo que decidan los independentistas”. Pero insistió: “Se tarde lo que se tarde, aquí estaremos de pie, defendiendo nuestro país y nuestros principios. Este país no se va a rendir, los delitos serán castigados, el Gobierno será de todos y para todos, y Pedro Sánchez será el pasado que vamos a olvidar”. 

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Ayuso habló justo antes de Feijóo y dio las gracias a los asistentes “por no desentenderse y por decir que amnistía en mi nombre, no”. El PP es consciente de que es complicado mantener los niveles de movilización durante meses, pero volvió a congregar a muchas decenas de miles de personas. La reflexión de los dirigentes del PP se repite: ningún otro partido, dicen, sería capaz de hacer concentraciones similares en este momento.

La presidenta madrileña se pronunció sobre el debate del momento, igual que su jefe de filas hizo después: “Quieren confundir el vandalismo con terrorismo. Pero el artículo 573 del Código Penal es muy claro. Y tenían esas finalidades: subvertir el orden constitucional y alterar la paz pública”, repitió, ironizando sobre los socios de Sánchez: “Ahora Otegi es un hombre de paz y Junts ya no es un partido xenófobo”.

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“El Gobierno borra artículos del Código Penal, redacta leyes a conveniencia, desguaza el Estado de derecho a gran velocidad y tiene mucha prisa porque les avergüenza. Llegan las elecciones europeas y el PSOE no deja de despeñarse”, avanzó la dirigente madrileña. Si hace unos días en Galicia vaticinó que el PP “arrasaría” en votos a los socialistas, Ayuso aseguró que “el triunfo de la libertad se abrirá paso” y que “podrá ser mañana o dentro de unos meses” pero Sánchez, continuó, “tiene los días contados y ese final se acerca a gran velocidad”.