Investigación

El actual presidente en funciones del TC confirma a Balaguer los cuatro votos conservadores frente a Conde-Pumpido

La magistrada María Luisa Segoviano participó este martes en el cónclave del grupo progresista (7 magistrados) sin dar indicios sobre su voto de para la presidencia. Juega con la carta tapada

El actual presidente en funciones del TC confirma a Balaguer los cuatro votos conservadores frente a Conde-Pumpido.

El actual presidente en funciones del TC confirma a Balaguer los cuatro votos conservadores frente a Conde-Pumpido.

Ernesto Ekaizer

Pregunta: ¿Es correcto que el actual presidente en funciones del Tribunal Constitucional, Ricardo Enríquez, le informó que cuenta con los cuatro votos del sector conservador para su candidatura a presidenta?

María Luisa Balaguer: Sí, ya hace muchos días que me lo dijo…

Este fue el diálogo que mantuvo este periodista con la magistrada María Luisa Balaguer ayer a las 19.07 horas, después de conocer que, de manera ya oficial, dos candidatos del sector progresista se presentarán a las 13.00 horas de hoy como postulantes alternativos a la presidencia del TC: Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer. Esas candidaturas fueron oficializadas este martes al mediodía en un cónclave del sector progresista (siete magistrados incluyendo a María Luisa Segoviano) celebrado en el despacho del magistrado Ramón Sáez para analizar los problemas del tribunal de garantías después de un año de parálisis y bloqueo.

Fuentes del tribunal consultadas señalan que Conde-Pumpido explicó su plan, elaborado con Sáez y la magistrada Inmaculada Montalbán, para acabar con el enorme retraso en la resolución de recursos de amparo y de inconstitucionalidad (el de la ley del aborto lleva congelado 12 años) y la situación de parálisis desde el nombramiento de Pedro González-Trevijano como presidente (noviembre de 2021), parálisis solo interrumpida cuando el Partido Popular (recurso de amparo y medidas cautelarísimas para desactivar las reformas en el Congreso y Senado dirigidas a evitar el enquistamiento del bloqueo deliberado del TC.

Por su parte, María Luisa Balaguer utilizó dos argumentos básicos en defensa de su decisión de presentarse a la presidencia. La primera es que cuenta con los votos de los cuatro magistrados del sector conservador, lo que, según explicó, permitiría, si los seis, aparte de ella, del grupo progresista la respaldaban, lograr una presidenta por unanimidad. La segunda, es que como militante feminista, creía adecuado que, siendo ahora cuatro mujeres en el tribunal, la próxima en ocupar la presidencia fuese una mujer. María Emilia Casas, magistrada progresista experta en Derecho del Trabajo, fue la primera, y hasta ahora única, en presidir el TC entre 2004 y primeros de 2011.

Balaguer también mencionó que había logrado consolidar una relación personal con el presidente saliente, Pedro González-Trevijano, lo cual le había permitido influir para aparcar durante su mandato, hasta las medidas cautelarísimas en las cuales ella se enfrentó al ponente Enrique Arnaldo de dicha resolución la tarde del pasado 21 de diciembre, diversos recursos que suponían una polarización y confrontación cuando el TC estaba ante la renovación de los cuatro mandatos vencidos, entre ellos el de González-Trevijano, el 12 de junio de 2022.

Las fuentes consultadas señalan que Conde-Pumpido planteó que el sector progresista tenía que elegir a su candidato, sin tener en cuenta el planteamiento de los magistrados del sector conservador. Y que por una vez en estos nueve años en que se podía nombrar presidente a un progresista había que evitar que éste fuera seleccionado por los conservadores.

La magistrada María Luisa Segoviano no dio pista alguna sobre su voto para la presidencia. Ingresó, como experta en derecho laboral, en la Sala Cuarta de lo Social del Tribunal Supremo en 2006 cuando el magistrado Conde-Pumpido era fiscal general del Estado del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero sus carreras en el Supremo fueron paralelas entre 2011, cuando Conde-Pumpido regresó como magistrado a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y 2017, cuando fue nombrado magistrado del TC. Aun así no se conocieron hasta el acto de toma de posesión.

En 2020, la magistrada de la Sala Quinta de lo Militar del Supremo y vocal Clara Martínez de Careaga, esposa del magistrado, votó junto con la mayoría del sector progresista a favor de nombrar a Segoviano, la primera mujer presidenta de una sala en el Supremo, la Sala de lo Social. La votación de presidente y de vicepresidente del TC es una votación separada. Primero se elige al presidente y, a continuación, al vicepresidente.

Aunque la mayoría progresista podría imponerse (7 votos a 4) también al vicepresidente, fuentes consultadas señalan que se contempla, como ya se hizo en noviembre pasado, la posibilidad de ofrecer la vicepresidencia al magistrado conservador y el de mayor edad del tribunal, Ricardo Enríquez. Con todo, habrá que tener en cuenta la posición del propio magistrado. En marzo de 2017, el sector progresista propuso como vicepresidente a Fernando Valdés, y el sector conservador cooptó a Encarna Roca y salió elegida vicepresidenta.

El voto se efectúa en secreto. Y en primera votación, según el artículo 9 de la ley Orgánica del Tribunal Constitucional, gana el que obtiene la mayoría absoluta. Si no se alcanza, una segunda votación dará el triunfo a quien mayor número de votos consiga.

La reunión del grupo progresista, según fuentes de ambas candidaturas, respetó la decisión de María Luisa Balaguer de presentarse por su cuenta, sin exigirle que retirase su decisión, cosa que de todos modos, según ella ya había adelantado, no iba a ocurrir.

Los dos candidatos a la presidencia expusieron sus puntos de vista --antes de la reunión de este martes 11-- en contactos telefónicos con la magistrada María Luisa Segoviano, quien el lunes 2 de enero, dijo en una comparecencia pública, antes de tomarse esa semana de vacaciones y conocer los planes de cada candidato antes de decidir.

Un verdadero suspense se ha instalado en esta elección por la discreción extrema de María Luisa Segoviano. O puede que ese suspense sea también un MacGuffin hitchcockiano. En la versión del mago del suspense, un MacGuffin podía ser un aparato para cazar leones en Escocia, pero a la objeción de que en esas tierras no había leones la respuesta fue “entonces eso de ahí no es un MacGuffin”. En otros términos, que Segoviano ha permitido el avance de la trama de suspense, pero la decisión ya estaba tomada. Aunque fuentes solventes aseguran que María Luisa Segoviano llega con dudas sobre ambos candidatos hasta el final. Vicente Guilarte, el vocal del CGPJ y abogado de los colegios de registradores de España, que ha sido junto con el vocal Juan Martínez Moya, su máximo valedor, ha sido su almohada de consulta.

Continuará.