REPORTAJE

La nueva hornada de notarios: "Para opositar no hay que ser un extraterrestre"

Cristina Lleonart y Rafael Toledo se hicieron novios mientras estudiaban la oposición, Fernando Martínez logró aprobarla con sólo 24 años mientras Benito Torrecillas dedicó 14 años al estudio. Por su parte, Oksana Zharbova, de origen ucraniano, afrontó los exámenes en plena invasión de Putin

Nuevos notarios 2022

Nuevos notarios 2022 / Cedida

Cristina Gallardo

El de notario es un oficio que en el imaginario popular sigue siendo símbolo de prestigio, buen sueldo y estabilidad, pero también de ser el resultado de una de las oposiciones más duras que existen, solo aptas para 'cerebritos' que tras años de esfuerzo consiguen un gran premio de por vida. La última promoción la componen 90 jóvenes que superaron las pruebas el pasado mes de julio y EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ha hablado con cinco de ellos, cuyos diferentes perfiles evidencian la diversidad en la carrera.

FERNANDO MARTÍNEZ SEGURA

"Yo no tuve nada claro que quisiese ser notario durante mucho tiempo, e incluso sigo teniendo dudas en algunas cuestiones a día de hoy", reconoce este joven notario, que ha conseguido aprobar la oposición con sólo 24 años. Proviene de una familia dedicada a este servicio, tanto por parte paterna como materna, y afronta con ilusión su destino en Segura (Guipúzcoa). “Mi abuelo, que fue notario de San Sebastián, se llama José María Segura Zurbano y da la casualidad que la notaría está ubicada en la localidad de Segura, en la calle Zurbano. Cuando lo vi, tuve claro que en realidad yo no estaba eligiendo la notaría, sino que la notaría me estaba eligiendo a mí", agrega, con la esperanza de estar a la altura de tantos otros grandes notarios que han ejercido en el mismo pueblo.

Sobre su juventud, reconoce que hoy en día la sociedad se encuentra muy envejecida, "con lo que acceder a buenos puestos profesionales siendo joven puede ser complicado" y puede que un notario de su edad resulte chocante para algunos. "Pero históricamente esto nunca ha sido así: hace apenas doscientos años William Pitt era con mi edad el primer ministro de Reino Unido, lo que hacía influía en gran medida en todo el mundo y pasó a la historia como uno de los mejores. Visto con perspectiva, mi logro es bastante pequeño”. 

Afirma que la oposición fue complicada, si bien sólo dedicó a la misma año y medio, con una metodología que le llevó a emplear al estudio entre once y doce horas diarias 6 días a la semana, con apenas algún fin de semana de vacaciones al año, y con un ritmo que se incrementó hasta las 80 horas semanales, entre el primer y segundo ejercicio. A partir de ahí, organizó el cuarto año de carrera, de manera que pudiese presentarse a la convocatoria siguiente, logrando aprobar a la primera.

"Aunque parezca mentira, no supuso una gran alegría -afirma- Fue como poner un simple 'tick' en una lista de objetivos. Al fin y al cabo, era lo que yo perseguía. Creo que, como todavía no he empezado a ejercer, no lo he terminado de apreciar en su justa medida”.

BENITO TORRECILLAS

Una experiencia bien diferente es la de Benito Torrecillas, que dedicó 14 años al estudio antes de alcanzar su objetivo. "En mi caso fue curioso, ya que hice el bachillerato de ciencias de la salud puesto que, en un principio, quise hacer algo relacionado con la medicina. Sin embargo, tuve el privilegio de conocer a mi bisabuelo que siempre decía que quería tener un notario en la familia, y como nieto mayor le hice caso y estudié derecho". La decisión de opositar a Notarías, quedó confirmada durante la realización del 'prácticum' en una notaría de Sevilla.

Torrecillas cree que puede aportar la energía e ilusión de mi primera vez trabajando en algo que tanto me ha costado", no sólo al ciudadano de a pie sino también "a los futuros aspirantes, a los opositores". Pese al esfuerzo que a él le supuso, entiende que "para opositar a Notarías no se requiere ser un extraterrestre" porque "sólo hace falta voluntad, perseverancia, disciplina y mucha paciencia". A su juicio, la mayor dificultad, es que estamos en una sociedad "donde se quiere todo de inmediato, y la oposición es una carrera de fondo".

Sí que reconoce el sacrificio realizado. "Al comenzar a opositar ya notas que tu vida cambia, pues poder disfrutar de un fin de semana formado por viernes, sábado y domingo te encuentras con que tan solo tienes un día por lo que aprendes a valorar el tiempo y a decir que no a ciertos planes". En su caso, dejó su equipo de fútbol ante el riesgo de poder lesionarse y conforme pasaban los años suprimió también el día de descanso, al compaginando estos estudios con otras oposiciones diferentes. 

"Cuando suspendía, pensaba, puedo hacerlo mejor, y así me lo transmitieron también mis preparadores, porque caer y levantarte no es solo en la oposición, es ley de vida.". El tiempo empleado le permitió también distinguir quién estuvo a mi lado en los peores momentos, y le forjó un carácter y una disciplina de la que antes carecía. "No soy la misma persona que cuando empecé", concluye.

OKSANA ZHARBOVA

De origen ucraniano, afirma que su interés por esta carrera empezó cuando era adolescente y que durante la carrera, cuando hizo prácticas en una notaría, encontró este trabajo "apasionante", por lo que decidió opsitar. "También he estudiado para el Registro de Propiedad, pero al final el destino hizo de las suyas”, reconoce, para añadir que afronta su nuevo puesto "respeto y a la vez con mucha ilusión". 

"Una de las cosas que he aprendido a lo largo de la oposición es que con un poco de paciencia y con esfuerzo las cosas salen", añade. En su caso, reconoce que ha crecido en una familia muy humilde, ya que sus padres se fueron de Ucrania en búsqueda de un mejor futuro para sus hijos. Los primeros días del conflicto en Ucrania, el pasado mes de febrero, los recuerda como "muy caóticos", y la angustia le hizo complicado el estudio. "Después, por suerte, las comunicaciones volvieron a funcionar, y me ayudaba mucho hablar con ellos en los ratos libres de estudio, de esa manera podía mantenerme más centrada".

"Es una carrera de mucho prestigio y una responsabilidad, como todo trabajo de estas características debe ser exigente, afirma esta nueva notaria, que reconoce que ha renunciado a muchas cosas, pero no ha "sacrificado nada". "Fue una decisión que tomé en su día porque creía que el objetivo valdría la pena y hoy me siento satisfecha. Si tuviera que definir la oposición con una frase sería: “El que algo quiere, algo le cuesta", remata.

CRISTINA LLEONART Y RAFAEL TOLEDO

Se conocieron durante la oposición, ya que la madre de Cristina era la preparadora de Rafael, que pidió matrimonio a su novia el mismo día que supieron que habían sacado la plaza. Toledo, al igual que Torrecilla, quiso ser médico, si bien mientras cursaba esta carrera, y guiado por los consejos de su padre, decidió estudiar también Derecho, una disciplina que terminó ganando la partida. "Terminé ambas carreras a la vez, y entonces tuve claro que quería ser notario", afirma este notario, que ha podido elegir como primer destino la plaza de Punta Umbría, el pueblo donde nació ha vivido prácticamente toda su vida.

Al contrario de lo que pueda parecer, reconoce que durante los años de estudio fue "muy feliz", y conocer a su hoy esposa Cristina "fue providencial". "Compartíamos las mismas aspiraciones e ilusiones y teníamos un proyecto que se sustentaba sobre los mismos valores -añade-. "El resultado ha sido de ensueño, este año los dos hemos aprobado la oposición y nos acabamos de casar".

Coincide en este punto Lleonart, cuyos padres también son notarios, por lo que en su familia "eran recurrentes las conversaciones jurídicas". Añade además que la profesión de notario le permite "tener un trato continuo y directo con las personas", lo que le gusta especialmente. Comenzará ejerciendo en Berlanga, un pueblo de Badajoz al que le gustaría aportar "cercanía y un eficaz asesoramiento", para que "los ciudadanos sientan la utilidad y seguridad de la función notarial". 

Según esta joven notaria, conocer a Rafael fue un punto de inflexión en la oposición y en su mi vida. "Hemos tenido la gran suerte de compartir estos años de preparación y aprobar en la misma promoción -reconoce- En mi caso ha sido un apoyo fundamental durante los años de estudio, pues entendía a la perfección todas mis preocupaciones". Para Lleonart, el 2022 ha sido, hasta el momento, el mejor de sus vidas.