Calentamiento global

Descubrimiento sorprendente: hay bosques que resisten el cambio climático

Un estudio científico identifica "refugios climáticos" que podrían preservar las especies adaptadas al frío

Bosque de coníferas

Bosque de coníferas / Pixabay

A mayor altura, menor temperatura… ¿siempre? Esta extendida aseveración tiene que ser revisada, porque no siempre se cumple. Un estudio científico ha revelado que existen "inversiones de temperatura", que provocan la acumulación del aire más frío en las elevaciones más bajas; en concreto, en algunos bosques, sobre todo los situados en zonas montañosas. Son bosques capaces de resistir el cambio climático… al menos, de momento.

El estudio, protagonizado por científicos de la Universidad de Vermont, en Estados Unidos, y publicado en ‘Ecology and Evolution, ha explorado bosques que experimentan "acumulación de frío", un fenómeno en el que el aire frío en localizaciones más altas se desliza hacia los valles más bajos, invirtiendo las temperaturas esperadas: cálida en la parte inferior, fría en la parte superior.

Ocurre que las inversiones de temperatura provocan también "inversiones de vegetación", destaca la autora principal del estudio, Melissa Pastore. "En lugar de encontrar más especies que prefieren el frío, como abetos y piceas, en elevaciones altas, las encontramos en elevaciones más bajas, justo lo contrario de lo que esperábamos", explica.

El efecto de este sorprendente fenómeno sobre los ecosistemas es sustancial: "Esta acumulación de aire frío está estructurando fundamentalmente el bosque", comenta la coautora del estudio Carol Adair. Esta idea "puede ayudar a los administradores forestales a priorizar y proteger áreas con frecuentes y fuertes acumulaciones de aire frío para preservar las especies amantes del frío a medida que el clima se calienta", añade Adair.

Bosque de abetos.

Bosque de abetos. / Unsplash

"En conjunto, nuestros resultados muestran que la acumulación de aire frío es un proceso ecológico fundamental que requiere integración en los esfuerzos de modelado que predicen futuros patrones de vegetación forestal bajo el cambio climático, así como una mayor consideración de las estrategias de conservación que identifican posibles refugios climáticos para especies adaptadas al frío", recoge el estudio.

Áreas desacopladas del cambio climático

La investigación se desarrolló durante dos años en tres sitios boscosos en Nueva Inglaterra, que van desde la cuenca Nulhegan, poco profunda y con forma de cráter, hasta los picos más altos y los valles más profundos de las Green Mountains. Los autores recolectaron datos sobre los tipos de árboles presentes en los transectos de elevación y monitorearon la temperatura cada hora.

Los autores del estudio descubrieron que, lejos de ser el fenómeno estacional nocturno ocasional que históricamente se había pensado que era, la acumulación de aire frío ocurre con frecuencia, durante todo el año, hasta bien entrada la luz del día. El fenómeno ocurrió en todos los sitios estudiados, pero fue más fuerte en el lugar con el cambio de elevación menos profundo.

"Los lugares que experimentan este fenómeno podrían resultar esenciales para los esfuerzos de conservación destinados a preservar las especies adaptadas al frío, incluso en este momento de calentamiento global", señala Pastore.

Algunos bosques registrasn 'inversiones de temperatura'.

Algunos bosques registrasn 'inversiones de temperatura'. / Pixabay

"Estas áreas de acumulación de aire frío podrían ser objetivos valiosos ya que brindan un refugio contra el cambio climático; son áreas que podrían estar amortiguadas o incluso desacopladas del cambio climático, y albergan especies adaptadas al frío que sabemos que son vulnerables", destaca Pastore.

Añade que conservar esos lugares puede proporcionar tiempo suficiente para que las especies se adapten al cambio climático, ya sea migrando o mezclando genes con vecinos para asumir los rasgos necesarios para sobrevivir en un mundo más cálido. "Estos focos de hábitat frío pueden actuar como trampolines para algunas especies; pueden ganarles ese tiempo", añade Pastore.

La conservación de esos lugares también puede tener aplicaciones prácticas, incide Adair, "incluido el almacenamiento de carbono y oportunidades recreativas a pequeña escala".

Cambio de ritmo esperanzador

Los científicos comentan que las comunidades de árboles de coníferas, "amantes del frío", tienden a almacenar más carbono que los árboles de hoja caduca, y los suelos forestales también pueden retener humedad por más tiempo, algo importante durante períodos de lluvia extrema.

Es cierto que la acumulación de aire frío se había observado antes en otros lugares, pero solo de manera anecdótica. Este estudio, en cambio, es el primero en cuantificarla en este grado en muchos sitios bajo el dosel (hábitat formado por las copas de los árboles) del bosque. Ya se planean más investigaciones para explorar su extensión temporal y geográfica.

"La acumulación de aire frío no es la panacea" contra el cambio climático, advierte Pastore. Sobre todo porque estos bosques "todavía se están calentando. No quiero decir que sean refugios completamente seguros, porque el cambio climático también ocurrirá allí, pero podría ser de manera más lenta, y tal vez especies que de otro modo podrían desaparecer en un clima más cálido, podrán aguantar más tiempo en estos lugares", augura.

Las inversiones de temperatura provocan también inversiones de vegetación.

Las inversiones de temperatura provocan también inversiones de vegetación. / Pixabay

La investigación es muy relevante en la actual situación de clima cambiante, ya que los ecólogos buscan modelar lo que les puede suceder a las especies que requieren condiciones frías. "Si no tienes este proceso en tu modelo te perderás que existen áreas donde las especies amantes del frío pueden persistir y persisten", dice Adair.

"El trabajo ha supuesto un cambio de ritmo esperanzador. Estoy entusiasmada por el hecho de que, en cierto modo, esta es una buena noticia. Estas áreas pueden ayudar a que persistan las especies adaptadas al frío, detalla Adsair.

La investigadora añade: "Gran parte de las investigaciones le dicen a la gente por qué suceden cosas malas, así que esto es bueno. Estos lugares existen. Podemos usarlos. Son importantes. Estamos claramente estructurando bosques", concluye

Informe de referencia: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/ece3.11126

...............

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es