El plan de ahorro energético del Gobierno revuelve a las comunidades autónomas

El plan de ahorro energético impulsado por el Gobierno para cumplir con el recorte del 7% de consumo de gas acordado con Bruselas ha levantado un revuelo entre las comunidades autónomas. Las críticas, e incluso los amagos de desacato, se han extendido sobre todo entre las regiones gobernadas por el PP, desde donde tachan las medidas de “cosméticas” e “insuficientes”, pero también alcanzan a Ejecutivos de otras siglas, como el del País Vasco, donde se sientan representantes del PNV y del PSE-EE.

Madrid fue la primera comunidad en lanzar un órdago contra la estrategia del Gobierno nacional, que contempla, entre otras cosas, apagar la luz de escaparates y edificios no ocupados a partir de las 22.00 o mantener la calefacción a un máximo de 19 grados en invierno y un mínimo de 27 grados en verano en los locales de las administraciones públicas, espacios comerciales, culturales y de ocio y estaciones de transporte.

Con el eslogan de "Madrid no se apaga", la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, declaró en redes sociales sus intenciones de no aplicar el plan, argumentando que "genera inseguridad y espanta el turismo y el consumo", aunque horas más tarde el propio Gobierno madrileño moduló su mensaje en boca del vicepresidente y hombre fuerte de Ayuso, Enrique Ossorio, quien dejó claro que no se plantean no acatar la norma.

No obstante, lo que sí harán desde la capital es analizar, mano a mano con los servicios jurídicos de la Puerta del Sol, las competencias que tiene el Estado para obligar a, por ejemplo, apagar los escaparates comerciales y en caso de que haya alguna laguna, fuentes populares confirman que Ayuso plantará cara en los tribunales.

La lideresa popular no es la única dentro del PP que ha amagado con esta estrategia. También desde Murcia, Fernando López Miras anunció que estudiará su “margen competencial” y, en función de eso, verá qué medidas aplicar. 

En Andalucía, evitan la confrontación y desde este martes dejaron claro que sí cumplirán con las medidas de obligado cumplimiento. Así lo anunció el consejero regional de Presidencia, Antonio Sanz, subrayando que “un recurso no exime de su cumplimiento”.

Lo que sí critican, tanto desde Andalucía como desde otras comunidades populares como Galicia, es que el Ejecutivo central no haya consensuado con las comunidades autónomas ni con el sector el plan de ahorro energético aprobado este lunes. "Sorprende que una decisión así se haya tomado sin consenso con las comunidades autónomas y, sobre todo, sin los sectores económicos que tienen que poner en marcha todas las medidas en una semana”, resumen desde la Xunta. 

En el caso de Castilla y León, en el entorno de Alfonso Fernández Mañueco lamentan que el jueves estuviera en Moncloa y el presidente “no dijera absolutamente nada” más allá del recorte del 7% del consumo global ya conocido tras el acuerdo en Bruselas. “No es normal”, insisten. 

Edificios públicos y escaparates deberán apagar sus luces a las 10 de la noche

CCAA SOCIALISTAS

En las regiones gobernadas por el PSOE el acatamiento se alterna con el silencio. Desde la Comunidad Valenciana, el president, Ximo Puig, garantizó que se cumplirán las medidas y apeló, en contraposición a Madrid, a "actuar con responsabilidad", ya que, según defendió en alusión a Ayuso, "el populismo tiene unos límites en lo que es la decencia".

También lanzaron críticas a la presidenta madrileña los presidentes de Asturias y Cantabria, el socialista Adrián Barbón y el regionalista Miguel Ángel Revilla, que coincidieron en subrayar la "insolidaridad" del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Desde Cataluña, Pere Aragonès aseguró que "muchas medidas ya se llevan a cabo" en la región y que, por ende, la Generalitat no va a dar la batalla en este asunto. "No haremos una guerra competencial", dijo, al tiempo de reprochar que se banalice el problema con propuestas poco efectistas, como la que hace referencia a los códigos de vestimenta.

Donde sí se desmarcaron del plan es en el País Vasco. La consejera Arantxa Tapia calificó de "efectivistas" las medidas y defendió que la comunidad "tiene su propio plan". El Gobierno Vasco, del que forma parte el PSOE, y las instituciones forales consensuaron la pasada semana una serie de medidas que entrarán en vigor el 1 de septiembre. "No vemos oportuno aplicar la misma medida a todos los colectivos y situaciones al mismo tiempo", criticó Tapia.

CHOQUE PP - PSOE

Así, el plan de Ejecutivo central tiene visos de convertirse en el enésimo enfrentamiento entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición. Desde Génova, la estrategia pasa por marcar el ritmo e intentar pasar de puntillas, mostrando “comprensión” con “todos los líderes autonómicos y locales por los bandazos del Gobierno”.

A pesar de que Alberto Núñez Feijóo reconoció hace días ver con buenos ojos la limitación en la temperatura de aires acondicionados y calefacciones en edificios públicos y pidió a Sánchez pactar con los ayuntamientos un plan de ahorro en alumbrado nocturno que contribuyera a aplacar los efectos de eventuales cortes más adelante, el objetivo de la dirección nacional es tocar a rebato y seguir presionando a Sánchez para que “tome conciencia” de que debe dar un paso al frente y hacer recortes dentro de su Ejecutivo "más allá de quitarse la corbata". 

Por parte de los socialistas, Patxi López señaló este miércoles directamente al PP, criticando que ha dado "impunidad para delinquir" a sus responsables autonómicos al darles libertad para decidir si aplican o no el plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno.

El portavoz socialista en el Congreso afirmó que incumplir las medidas impulsadas en este plan por el Ejecutivo es "situarse en contra de la Unión Europea" y mostrar una "absoluta insolidaridad con los socios Europeos y con España y los españoles".