A DIFERENCIA DE CASADO

Feijóo acentúa su discurso autonomista y no coordina la cita de sus barones con Sánchez

A diferencia de Casado, obsesionado por coordinar la estrategia de sus presidentes autonómicos, Feijóo les deja las manos libres para organizar su agenda y prioridades con el presidente del Gobierno el jueves

Amplía su principal diferencia ideológica con Vox en una clara defensa del Estado autonómico y de las competencias de los líderes territoriales

Hoy reúne al último comité ejecutivo en Génova tras un curso político muy convulso y con las encuestas dando al PP primera fuerza

Feijóo con los presidentes autonómicos del PP en la toma de posesión de Moreno.

Feijóo con los presidentes autonómicos del PP en la toma de posesión de Moreno. / EDUARDO BRIONES.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo reúne este martes en Génova al comité ejecutivo de su partido, el último del curso político, con la plana mayor de los dirigentes autonómicos. Tres de ellos, los presidentes de Castilla y León, Galicia y Andalucía, volverán a Madrid el jueves para entrevistarse con Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. Y el líder del PP no hará ninguna reunión preparatoria con Alfonso Fernández Mañueco, Alfonso Rueda y Juanma Moreno. Al contrario: dará vía libre a sus barones para que organicen la agenda con el jefe del Ejecutivo a pesar de que existen diferencias notables en sus planteamientos, especialmente en materia de financiación autonómica.

A diferencia de la dinámica del expresidente del PP, Pablo Casado, al que le preocupaba mucho tejer estrategias comunes con sus barones a la hora de plantear posturas del partido (especialmente cuando se trataba de exponerlas ante el resto de líderes autonómicos de otros partidos o con el Gobierno; por ejemplo, en las conferencias de presidentes de la pandemia), Feijóo renuncia a coordinar ese mensaje para reforzar el discurso autonomista que defiende desde la presidencia del partido.

Su intención pasa por dejar las manos libres a los presidentes regionales, como él exigía cuando estaba al frente de la Xunta. Además, tras el reciente balance del curso político que expuso Santiago Abascal, su rival por la derecha, este lunes (en un vídeo grabado y sin preguntas de la prensa), el líder del PP incide en una de sus principales diferencias ideológicas con Vox: la defensa del Estado autonómico

El dirigente ultra aprovechó su intervención para recalcar la línea dura, afirmando que el Estado de las autonomías “solo ha traído ruina, insolidaridad y egoísmo”. Una posición especialmente polémica desde que su partido está en el Gobierno de Castilla y León y que le aleja por completo no solo del PP, sino especialmente del nuevo presidente popular, que además encabeza las encuestas. Según todos los sondeos publicados en las últimas semanas (incluido el CIS por primera vez) Feijóo ganaría las elecciones generales si se celebraran en este momento. Lo que el PP sigue sin abordar es la futura política de pactos, confiando en seguir sumando apoyos para alcanzar una mayoría suficiente.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, junto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, junto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. / EFE/Julio Muñoz

Abascal, sin embargo, dejó claro ayer que su partido seguirá trabajando para formar parte de la alternativa a Sánchez. Aunque no lo pronunció, de sus palabras queda claro que Vox no renuncia a estar en el próximo Gobierno si sus apoyos son necesarios. Era el mismo planteamiento que hizo para las elecciones andaluzas, aunque la mayoría absoluta tan aplastante de Moreno truncó sus expectativas.

En todo caso, en Génova siguen empeñados en obviar la presencia de Vox en el debate político y Feijóo evita a toda costa la confrontación con Abascal. Seguirá su hoja de ruta, que ahora aparece especialmente alejada de muchos postulados de los ultras, hasta al menos las próximas elecciones autonómicas y municipales, donde se desvelarán los nuevos pactos.

El punto de inflexión más evidente del liderazgo nacional del gallego llegó la semana pasada durante su visita a la Comunidad Valenciana, territorio donde el PP tiene claras aspiraciones de conseguir la victoria. Después de haber liderado la defensa de un modelo de financiación autonómico que tenga en cuenta como principales indicadores la despoblación y dispersión, Feijóo se abrió a pelear por una financiación para el arco mediterráneo (Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Baleares) que, precisamente, exige tener en cuenta la población para el reparto.

Feijóo, desde la presidencia de Galicia, encabezó un encuentro con otros presidentes del norte (al que se unieron también Castilla La-Mancha y Extremadura) para fijar una posición tras el frente constituido por Ximo Puig y Juanma Moreno, al que también quería añadirse el murciano Fernando López Miras. Pero hace unos días, el dirigente gallego dejó claro ante los grandes empresarios y las principales fortunas valencianas que apoya el anhelo de la Comunitat en el nuevo sistema de financiación. Algunos en el partido entendieron que de manera definitiva “se pone el traje de líder nacional” y abandona el apego que mantenía a su tierra, de la que fue presidente durante trece años y que seguía generando algún reproche interno.

María Guardiola (c-i), presidenta del PP en Extremadura, acompañada por el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo.

María Guardiola (c-i), presidenta del PP en Extremadura, acompañada por el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. / EFE/ Jero Morales

En ese sentido, el líder popular está convencido de que cada presidente autonómico debe ser libre para defender los intereses de su tierra (por eso evita dar consignas de cara a la cita con Sánchez que tres de ellos mantendrán con el presidente en un mismo día) y se ceñirá a una posición neutral.

El encuentro que mantiene este martes con el partido es bastante relevante en términos internos. Será el último comité ejecutivo del curso político más convulso que recuerdan en el PP. Feijóo está cerca de cumplir cinco meses al frente de la presidencia nacional tras la abrupta salida de Casado y después de que la formación atravesara la crisis interna más salvaje que recuerdan incluso los dirigentes veteranos. El “milagro” como dicen algunos cargos a este diario, pasa por que solo unos meses después de superar aquella guerra civil el PP lidere todas las encuestas con bastante ventaja sobre el PSOE.

El mensaje que reina dentro del PP, y que Feijóo trasladará a los suyos este martes, es que el cambio de ciclo ha comenzado y que el PSOE tiene muy complicado remontar. La última remodelación de Sánchez (integrando a María Jesús Montero, Patxi López y Pilar Alegría en puestos clave, tras la salida de Adriana Lastra) no ha convencido a las filas populares, que insisten en que el problema no es ya quién rodee al presidente, sino “el estado de incoherencia y falta de credibilidad permanente” en el que está instalado. Aunque queda tiempo (los populares siguen sin descartar que Sánchez pueda adelantar las generales a la primavera) y el Gobierno afirma que al PP “se le va a hacer eterno el final de legislatura”, en Génova mantienen la calma: “Tenemos que seguir así”.