PENSIONES

Escrivá e Iglesias se enzarzan por el cómputo de las pensiones: "Las 'serpientes' ni siquiera tienen patas cortas como las mentiras"

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones había asegurado previamente que la UE no había pedido a España la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones, a lo que el exvicepresidente ha respondido acusándole de faltar a la verdad

Pablo Iglesias mira a José Luis Escrivá, en una imagen de archivo

Pablo Iglesias mira a José Luis Escrivá, en una imagen de archivo / DAVID CASTRO

Madrid

A pesar de que están a punto de cumplirse ocho meses desde que Pablo Iglesias anunció que abandonaba la vicepresidencia, su figura sigue sobrevolando en el día a día del Gobierno de coalición. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha afirmado este jueves que la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones no es algo que haya pedido Bruselas, sino que forma parte de los compromisos adquiridos por el Gobierno en el Plan de Recuperación, asegurando que se está haciendo una mala lectura del informe enviado por España.

"No entiendo la polémica. A mi parece una serpiente de verano que puso en marcha hace ya un año Pablo Iglesias y que va saliendo de vez en cuando", ha señalado el ministro en una entrevista en RNE, haciendo referencia al que fuera miembro del Gobierno, que no ha tardado en responder.

"La intención del PSOE de subir el cómputo de las pensiones no fue una 'serpiente de verano'. Fue un documento distribuido por Escrivá que le llegó incluso a la prensa. Las “serpientes” ni siquiera tienen las patas cortas como las mentiras", ha escrito Iglesias en su cuenta de Twitter.

En su intervención, Escrivá ha asegurado también que en las recomendaciones del Pacto de Toledo ya se solicitó que se tuvieran en cuenta en el sistema de cómputo de las pensiones las nuevas realidades del mercado laboral y la existencia de "carreras más volátiles", donde los últimos años de cotización no siempre son los mejores. "Estimamos que para el 30% de los trabajadores sus últimos años no son los mejores", ha indicado el ministro, que ha añadido que el sistema actual está pensado para "carreras lineales", donde teóricamente uno va mejorando sus cotizaciones según va cumpliendo años.

"Ahora ya no es así y tenemos que hacer un sistema más equitativo y eso lo haremos con los agentes sociales en 2022. En algunos casos, habrá que valorar extender el periodo de cálculo, pero no necesariamente, se podría hacer un sistema para elegir los mejores años cotizados. Pero no hay nada nuevo", ha insistido el ministro. "Se trata de modernizar y mejorar el sistema. Llevo un año hablando de esto y siempre digo lo mismo", ha zanjado.

Una idea que ha refrendado la vicepresidenta primera y ministra de Economía Nadia Calviño. "No cambia nada con respecto a lo acordado en el Pacto de Toledo. Tenemos que darle una vuelta a todo el sistema para que sea más justo. No hay ninguna cifra ni propuesta concreta, lo que vamos a hacer es trabajar con los agentes sociales", ha dicho Calviño, en la misma línea que su compañero de partido.

Más años para calcular la pensión

La pugna entre Escrivá e Iglesias por el cómputo de las pensiones viene de lejos. El periodo de cómputo pasó de debate técnico a cuestión política candente el pasado diciembre. El desencadenante fue una supuesta propuesta del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, para aumentarlo de 25 a 35 años: el entonces vicepresidente Pablo Iglesias acusó a su compañero de gabinete de plantear un recorte de pensiones, y a partir de ahí se sucedieron semanas de recriminaciones cruzadas que sólo terminaron en enero, cuando el Gobierno hizo pública su propuesta de reforma de las pensiones remitida a Bruselas: en ella no aparecía la cifra de los 35 años.

Iglesias se dio por vencedor, Escrivá le acusó (sin mencionarle) de promover una “narrativa de la confrontación” y el propio Pedro Sánchez zanjó el debate: preguntado en un foro sobre Fondos Europeos si el Gobierno estaba planteándose aumentar el periodo de cómputo, aseguró: “Hoy mismo el ministro [Escrivá] ha vuelto a desmentir esta cuestión”.

La pugna fue opaca porque la presunta subida que nunca se materializó, de 25 a 35 años, sí figuraba en un borrador analizado en las reuniones internas del Gobierno, que además estimaba que su efecto sería una reducción media de la pensión inicial del 6,3%, aunque Escrivá siempre se negó a reivindicar ese texto con el argumento de que eran “cuestiones que se estaban trabajando a nivel técnico, dentro del ministerio”.

Suscitar el fantasma de los recortes en plena negociación de pensiones con los agentes sociales y con pelea abierta dentro del propio Gobierno era demasiado para el Ejecutivo, que finalmente envió a Bruselas un texto sin números pero favorable al aumento del periodo de cómputo. En él se dice que "con carácter general" esta medida "aumenta el carácter contributivo del sistema" y que "pretende reforzar la progresividad [...] haciendo que la pensión de jubilación refleje en mayor medida la vida laboral del trabajador". Eso sí, en ningún sitio se lee un compromiso inequívoco con la subida: se habla, sencillamente, de "adecuación" del periodo de cómputo.

Bruselas, en cambio, no deja margen a la duda: si el Gobierno español quiere recibir los 70.000 millones de subvenciones europeas previstas para la recuperación tras la crisis del covid, tendrá que aumentar el número de años de la vida laboral que se utilizan para calcular la cuantía de nuestras pensiones. La exigencia figura en las Disposiciones Operativas, un documento más conocido por su nombre en inglés, Operational Agreement, y que detalla cómo tiene que cumplir España con las reformas a las que se ha comprometido con la Comisión Europea para conseguir, a cambio, el dinero. De todas las medidas incluidas en este extenso texto -343 páginas- ésta es la que más fondo político tiene, porque reabre un debate que generó, hace un año, una polémica acerba en el seno del Gobierno, que se resolvió con una ambigüedad que ahora se disipa.