Opinión | PUNTO MALVA

Menopáusicas

Los libros sobre la menopausia y el empoderamiento de las mujeres maduras se dirigen a un grupo de población cada vez más numeroso, por la evolución de la pirámide demográfica, y cada vez con más disponibilidad económica, por la incorporación generalizada de las mujeres al mercado laboral

¿Qué relación existe entre la menopausia y la salud dental?

¿Qué relación existe entre la menopausia y la salud dental?

Proliferan últimamente en las estanterías de las librerías y en las listas de novedades bibliográficas volúmenes y volúmenes dedicados a la menopausia, esa etapa por la que se supone que las mujeres transitan como quien se adentra en un territorio incierto y hostil. Cabe la duda de si hay que felicitarse porque, súbitamente, haya tanta preocupación por el bienestar femenino en esa segunda mitad de la vida o si más bien conviene apenarse ante la constatación de que nada escapa al foco mercantilista.

Hoy sobre el climaterio y la menopausia es posible hacerse con libros escritos en perspectiva feminista, con manifiestos, con textos alineados con el pensamiento new age, tratados médicos, ensayos sociológicos… Tomos y tomos a la medida de cada consumidora. Visibilizar, informar, reflexionar, leer y comentar es bueno. Desde luego, nunca se había hablado tanto y tan públicamente sobre esos asuntos como ahora. En ese bosque bibliográfico pueden encontrarse libros muy reveladores e interesantes, hay auténticas autoridades científicas escribiendo sobre el tema, pero también puede una tropezarse con auténticos bodrios que llenan páginas y páginas con tópicos y lugares comunes.

La biología femenina, con sus ciclos y sus bailes hormonales, marca los ritmos vitales de las mujeres como un diapasón, pero no es tan determinante como algunos se empeñan en hacernos creer. Salvo tener hijos de manera convencional, dificultad que actualmente se puede salvar de maneras más o menos legítimas, pocas cosas hay que una mujer no pueda hacer en plena menopausia. Puede sentir deseo y pasión, puede empezar de cero, romper con todo o disfrutar de lo obtenido, puede hacer deporte, lanzarse a la aventura y puede encontrar una nueva vocación. Todas esas capacidades se mantienen en los hombres, pese al paso del tiempo, y lo mismo ocurre con las mujeres.

Los libros sobre la menopausia y el empoderamiento de las mujeres maduras se dirigen a un grupo de población cada vez más numeroso, por la evolución de la pirámide demográfica, y cada vez con más disponibilidad económica, por la incorporación generalizada de las mujeres al mercado laboral. Deduzcan ustedes mismos. Despiezar, clasificar a los consumidores, igualarlos, siempre facilita las cosas a quien quiere vender un producto: por aquí, los hombres jóvenes ávidos de sexo; por allá, las madres y amas de casa; niños y mayores; amantes de los animales y de los viajes. Para cada colectivo, una estrategia de mercado.

Para muchas mujeres, desde luego, el climaterio es un periodo de muchos malestares, físicos y mentales, que requieren atención, indudablemente más de la que se les prestaba hasta hace nada. Lo mismo ocurría con la endometriosis, en la edad fértil, que condenaba a muchas mujeres a sufrir reglas dolorosísimas, sin que se pusiera interés en diagnosticarla ni ponerle remedio. Y lo mismo con otras patologías femeninas, ante las que la medicina lleva siglos pasando de largo con el pretexto de que son «cosas de mujeres».

Pero para muchas mujeres, que no se olvide, la llegada de la menopausia resulta liberadora. Se sienten mejor que nunca, se evitan el tobogán hormonal de todos los meses y sexualmente están más seguras y relajadas. La menopausia puede ser una época gloriosa en la vida de una mujer, debe serlo porque aún queda mucho por experimentar y disfrutar.