Opinión | EL OBSERVATORIO

La salud global se abre paso en Europa

Vuelve a estar presente en las agendas públicas de la UE con la estrategia de salud global europea y el capitulo español de la organización internacional 'Women in Global Health'

archivo enfermera vacuna hombre contra gripe covid

archivo enfermera vacuna hombre contra gripe covid / MARÍA JOSÉ LÓPEZ / EUROPA PRESS

En las últimas semanas la salud global ha vuelto a estar presente en las agendas públicas de la Unión Europea. Por una parte, la comisión ha hecho pública sus intenciones de avanzar hacía una estrategia de salud global europea como parte fundamental de su dimensión exterior (Global Gateway), que optimice la coordinación entre quienes son competentes (los estados miembros) y fortalezca, al mismo tiempo, las capacidades comunes para responder a los retos que nos toca vivir en este tiempo. Una estrategia que la presidencia sueca previsiblemente deberá elevar al Consejo y la española puede implementar definitivamente, teniendo en cuenta nuestro liderazgo en la materia y la voluntad del gobierno de alinearla con una estrategia propia.

El enfoque conocido estos días de la estrategia europea pone el foco en la necesidad urgente de cumplir con los objetivos relacionados con la salud en la Agenda 2030 desde el prisma de una sola salud, y pretende redoblar los esfuerzos y las capacidades para estar mejor preparados ante futuras amenazas y epidemias. De esta forma la UE se propone proteger la salud y el bienestar de su ciudadanía y fortalecer los sistemas europeos de Salud, mejorando la cobertura universal, poniendo el foco especialmente derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y en la salud mental, entre otras prioridades, y asociando la misma a sus ejes prioritarios de política exterior en África y América Latina. Así mismo, quiere abordar, los retos de la gobernanza en salud tanto interna como externa, en un mundo global, que requiere de estructuras capaces de tomar decisiones a su escala.  

Por otra parte, esta semana se presenta en Barcelona, el capítulo español de Women in Global Health (WGH), una organización Internacional promovida por investigadoras, expertas, líderes y mujeres diversas comprometidas con la igualdad de género, unidas en poner el foco en la salud global de las mujeres. La pandemia, en la que todavía estamos inmersos, nos enseñó de una forma abrupta que, aunque los brotes epidémicos no entienden de fronteras, no afectan por igual a las personas que viven en países con acceso universal a los sistemas de salud o con programas de protección social ante la pérdida de empleo, que aquellos que no disponen de ellos. 

También nos enseñó que no se puede salir de una pandemia pretendiendo proteger solo a los propios, que o garantizamos un salvavidas para salvarnos todos y todas, o nos hundimos por separado. De esta forma, la pandemia, de la misma forma que lo ha hecho las crisis derivadas de la invasión de Ucrania, ha aumentado las desigualdades y con ellas, la desigualdad de género. Según la OMS, las mujeres suponen el 70% de los trabajadores de los sistemas salud y más del 80% de los sistemas de cuidado. Además de las especificidades biológicas, hormonales y metabólicas, nuestro rol en la sociedad nos expone de una forma clara y diferente. Sin embargo, estamos fuera de buena parte de los ámbitos de decisión y de los comités de respuesta a estas emergencias, y durante mucho tiempo, no hemos sido objeto de políticas específicas que aborden los retos de la salud desde una perspectiva de género.

Poder realizar políticas efectivas para corregir esta desigualdad pasa por investigar las especificidades de los retos de salud para las mujeres introduciendo una perspectiva de género como hace desde el 2004 el observatorio de salud del Ministerio de Sanidad. Investigar desde esta perspectiva, y aprobar programas que tengan en cuenta este enfoque, son la respuesta que nos permite saber y abordar eficientemente, por ejemplo, la salud mental, donde la depresión es una de las causas más importante dentro de la carga de morbilidad femenina, o abordar retos globales como la mortalidad materna; cada año mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto unas 287.000 mujeres, el 99% de ellas en países en desarrollo. Abordar este reto es el objetivo de estas mujeres que se unen estos días para multiplicar sus objetivos.

Es muy probable que todas estas noticias pasen desapercibidas, especialmente en una semana de bronca y preocupante deriva en la vida política de nuestros país. El ruido intencionado una vez más "ha tapado" en buena parte el eco de leyes que mejoran los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, aumentando su garantía y que recoge por primera vez por ejemplo el dolor menstrual como una causa justificada de baja laboral, que fomenta la educación afectivo sexual para los niños y niñas, que garantiza el acceso gratuito a la píldora poscoital y los productos de higiene femenina como fórmula para combatir la pobreza menstrual. El mismo ruido que tapó hace unas semanas la aprobación de la nueva ley de cooperación internacional de nuestro país, que enmarca y regula una parte fundamental de nuestra acción exterior, la de la mejor marca España, la que ejercen miles de cooperantes en el mundo para abordar las desigualdades y la lucha contra la pobreza. En estos tiempos convulsos, conviene silenciar el ruido y afinar el oído para escuchar con atención, el sonido importante que éste tapa