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Las tres condiciones

Tras unos años sin que prácticamente nadie cruzara el puente, ahora los datos de Ipsos estiman un traspaso de alrededor de 400.000 votantes del PSOE hacia la orilla del PP, cumpliéndose la tercera condición necesaria para una alternancia en el poder

Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular.

Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular.

Un máximo de dos partidos en el bloque de la derecha, desmovilización de una parte importante de la izquierda y saldo neto positivo en los trasvases de voto. Estas eran las tres condiciones que, sobre todo desde la llegada del multipartidismo, eran necesarias desde una óptica puramente electoral para que la derecha española volviera a tener opciones de conseguir la mayoría parlamentaria y poder conformar un gobierno. Lo contaba en estas mismas páginas hace nueve meses, cuando solo una de las tres condiciones parecía estar produciéndose, pero todavía sin constatación empírica: el hundimiento de Ciudadanos. Hoy por hoy, esas tres condiciones se dan de manera simultánea en el conjunto de España. Al menos demoscópicamente, según un sondeo llevado a cabo por Ipsos en la semana posterior a la celebración de las elecciones andaluzas.

Primera condición. Si ahora se celebraran unas nuevas elecciones generales, Ciudadanos obtendría 1.3 millones de votantes menos que en 2019 y se quedaría sin representación parlamentaria. De 57 escaños en abril de hace tres años a cero diputados. La disolución de Ciudadanos dejaría al PP y Vox solos en el reparto electoral del espacio de la derecha.

Segunda condición. El electorado de los partidos de izquierda está actualmente desmovilizado. Principalmente, pero no solo, el del PSOE. Una hipotensión electoral que puede ser coyuntural o puede ser un síntoma de desafección más profundo y permanente. La primera hipótesis plantea que el electorado de los partidos del Gobierno no tiene razón para estar especialmente activo en momentos valle como los actuales, donde, además de estar en el Gobierno, no hay elecciones convocadas ni se espera un adelanto de los comicios. Ahora no toca estar movilizado, sería la conclusión.

La otra hipótesis plantea que algunas decisiones políticas adoptadas recientemente por el actual Gobierno, junto con el cambio de liderazgo nacional que se ha producido en el PP, habrían podido desactivar a un parte del electorado de la izquierda: aquel más conservador o tendente al centro ideológico. Estas razones serían, por otro lado, las que, precisamente, también estarían propiciando la tercera condición: el trasvase de voto interbloques. Tras unos años sin que prácticamente nadie cruzara el puente, ahora los datos de Ipsos estiman un traspaso de alrededor de 400.000 votantes del PSOE hacia la orilla del PP, cumpliéndose la tercera condición necesaria para una alternancia en el poder.

La estimación de resultado electoral de Ipsos indica así un claro cambio de posiciones entre PSOE y PP con respecto a los comicios de hace tres años. El PSOE logró en los últimos comicios de 2019, 6.8 millones de votos con el 28.3% de los votos y 120 escaños. Ahora obtendría el 24.9% de los votos y 94 escaños (3.4 puntos y 26 escaños menos). Por su parte, el PP sería el partido más votado en el conjunto de España con el 34.1% de los votos: 6.9 millones de votantes. Esto supone 14.1 puntos y casi dos millones de votos más que en 2019. Lo consigue reteniendo a su electorado, atrayendo a la mayoría de los votantes de Ciudadanos de hace tres años, logrando un saldo positivo en su intercambio de votos con Vox y PSOE. Con estas cifras, lograría 148 escaños: 59 más de los que actualmente tiene.

Vox perdería fuelle: Andalucía podría ser un síntoma. En unas elecciones generales que se celebrasen ahora el partido de Abascal perdería hasta un millón de votos con respecto a hace tres años y con el 12.9% (2.3 puntos menos) obtendría 39 escaños (13 menos). No obstante, y como ya le sucedió a Unidas Podemos, perdiendo peso específico en el Congreso, sus diputados podrían ser fundamentales para poder conformar un Gobierno alternativo al actual. Peor resultado, mayor eficiencia.

Por su parte, Unidas Podemos seguiría reduciendo su suelo electoral y con 2.3 millones de votos (alrededor de 800.000 votos menos que en 2019) obtendría 29 escaños con el 11.4% (6 diputados y 1.6 puntos menos). Un desgaste, del PSOE y de UP, que tampoco capitalizaría, hoy por hoy, la tercera fuerza de la izquierda: Más País perdería 140.000 votos y uno de los tres diputados que actualmente tiene. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que la encuesta se llevó a cabo antes de la presentación oficial del proyecto de Yolanda Díaz, SUMAR.

En términos de bloques, la fotografía actual del sondeo de Ipsos rompe el empate que lleva instalado en la política española desde hace siete años. Si en 2019 la diferencia entre el bloque de la izquierda (PSOE+UP+MP) y el de la derecha (PP+Vox+Cs+Na+) era de tan solo una décima favorable el primero (43.6% frente a 43.5%), ahora la distancia sería de 10.6 puntos favorable al segundo: 38.4% frente a 49%.

Ahora bien, estos datos son previos al debate del estado de la Nación celebrado estos días. Queda por ver cómo ha afectado al electorado español y, sobre todo, al electorado de izquierda, la serie de medidas anunciadas por el presidente para hacer frente a la situación actual (reducir el impacto de la inflación) y futura (presagio de tiempos duros tras el verano). Unas medidas encaminadas a retomar la iniciativa política y a reforzar dos de las tres condiciones que evitarían la llegada de la derecha al Gobierno: activar a quienes están actualmente desmovilizados en la izquierda y recuperar a quienes han decidido, al menos de momento, cruzar al bloque de enfrente.