Opinión | ECONOMÍA

Doblegar la curva de la inflación

La escalada de precios, espoleada por el incierto rumbo de la guerra en Ucrania, es preocupante por su repercusión en salarios, pensiones y consumo

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / Eduardo Parra

En un contexto de elevada incertidumbre geopolítica y económica, nadie se aventura a decir cuándo se frenará la escalada de la inflación, pero todo apunta a que no será pronto: el IPC se disparó en marzo hasta el 9,8%, la mayor subida desde 1985, según el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Muy probablemente, los precios seguirán subiendo unos meses más, antes de llegar a su cénit y empezar por fin a moderarse. Sin embargo, cuanto más se tarde en "doblegar la curva" (expresión muy gráfica que remite a las olas de la pandemia y que ayer recuperó Pedro Sánchez para referirse al contexto actual de alta inflación) peores repercusiones tendrá en la economía, sobre todo en salarios, pensiones y consumo.

La situación es muy preocupante y que la guerra de Ucrania no parezca acercarse a un fin próximo, no ayuda a tranquilizar los ánimos. La eventual subida de tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) estudia adoptar después del verano lograría frenar la escalada de precios, pero a la vez ralentizaría el crecimiento económico cuando aún no se ha consolidado la recuperación que empezaba a perfilarse cuando el conflicto bélico en el flanco este de Europa irrumpió en escena.

Aunque el dato adelantado no está desglosado, se sabe que la subida de precios afectó a la mayoría de componentes del IPC, y muy especialmente a la electricidad, a carburantes y combustibles y a alimentos y bebidas no alcohólicas. Según Sánchez, el mal dato se explica en un 73% "por el desbocado precio de la energía y los alimentos no elaborados, todo ello exacerbado por la guerra de Ucrania".

Lo cierto, no obstante, es que la inflación ya se intuía como un problema desde meses antes de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania. Y el hecho de que la inflación subyacente (que excluye los elementos más volátiles y, por tanto, se considera más fiable) alcanzara en marzo un nada despreciable 3,4% refleja que el encarecimiento no se circunscribe a la energía, sino que es general.

Una subida de tipos de interés frenaría la deriva inflacionista pero ralentizaría el crecimiento

El presidente del Gobierno hizo suya la misión de rebajar la inflación y expuso en el Congreso sus dos principales armas para hacerle frente: el plan de choque para mitigar los efectos económicos de la guerra de Ucrania, aprobado el pasado martes, y el acuerdo con la Unión Europea para que la península ibérica pueda limitar el precio del gas y desvincularlo del de la electricidad.

Efectivamente, aplicar una rebaja media de 6 euros en el recibo de la luz y de 20 céntimos por litro en la gasolina aliviarán el peso que soportan los consumidores, pymes y autónomos, por lo que las bonificaciones son bienvenidas. No obstante, hay dudas sobre si serán suficientes los tres meses que dura el plan. Más efectiva puede ser la desvinculación del precio del gas en el mercado eléctrico, pero aún habrá que esperar entre tres y cuatro semanas para que entre en vigor, un tiempo que puede resultar eterno.

Se notan ahora los efectos de la pasividad gubernamental de semanas anteriores, cuando los empresarios advertían de las presiones sobre los precios energéticos y de materias primas y reclamaban actuaciones urgentes. El siguiente paso será acelerar la negociación entre sindicatos y patronal sobre el nuevo pacto de rentas que defina cómo deben evolucionar los salarios en los próximos años. Los trabajadores han perdido poder adquisitivo y es oportuno equilibrar la brusca devaluación salarial que ha comportado la escalada de precios.

Pero el riesgo de que esto desboque en una espiral inflacionista obliga a buscar una fórmula que distribuya el peso entre la subida de sueldos y los beneficios empresariales. El diálogo social vuelve a ser una vez más determinante.

Pedro Sánchez pide "apoyo y unidad" para afrontar la situación internacional

/ Agencia ATLAS | EFE