TRUCOS DE LIMPIEZA
¿Te has manchado de lejía? Así puedes devolver el color a tus telas
Los estragos que puede ocasionar la lejía puede dejarnos sin nuestras prendas favoritas en un abrir y cerrar de ojos, sin embargo, con la ayuda de remedios caseros podrás recuperar la ropa que creías perdida
Mezclar bicarbonato y lejía para limpiar: los peligros que puede tener
Quita las manchas de lejía de la ropa con este remedio casero / PIXABAY
Un problema común mientras tratamos de higienizar nuestra casa radica en los accidentes que podemos tener con productos de limpieza. La lejía es uno de los más agresivos y difíciles de quitar, sobre todo en la ropa, sin embargo, con los remedios caseros adecuados podremos eliminar cualquier tipo de estrago que cause.
La lejía es nuestro mayor aliado para desinfectar todo nuestro hogar. Su poder para eliminar gérmenes y bacterias lo convierten en el favorito de muchos. Pero limpiar con lejía también nos puede traer algún que otro problema y es cuando tenemos que tirar alguna prenda cuando nos arrepentimos de no usarla correctamente.
En cuanto una gota de lejía toca la ropa, solemos tirarla o usarla para cualquier otro aspecto de la limpieza. Los elementos dañados se convierten en un trapo, no obstante, no le dedicamos ni 15 minutos a buscar un remedio casero que lo solvente cuando ocurre.
El truco definitivo para recuperar la ropa manchada de lejía
Con ingredientes y productos de fácil acceso, eliminar las manchas de tus prendas favoritas se volverá un paso clave en tu rutina si sueles emplear la lejía cotidianamente.
Ingredientes
- Tiosulfato de sodio.
- Alcohol isopropílico.
- Vinagre blanco.
- Agua.
Procedimiento
Para el primer remedio necesitarás tiosulfato de sodio y unos 250 ml de agua. Deberás verter el compuesto en el agua hasta que se disuelva por completo para luego añadirlo a la prenda. Después, lávala con agua fría y con los productos de tu preferencia.
En el segundo consejo que te proponemos deberás mezclar alcohol isopropílico y vinagre blanco. Después, humedece un trapo en la solución y da toques sobre la mancha de lejía. Lava con agua fría y repite el procedimiento si es necesario.
En ambos casos no deberás frotar, pues podrías hacer que tu prenda se estropee para siempre y no haya forma de recuperarla.
Puedes repetir estos procedimientos cuantas veces haga falta, pero recuerda que cuanto mayor sea la cantidad, mayor será también el riesgo de que la ropa sufra daños por los productos químicos.
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