El truco infalible para quitar la piel de los garbanzos sin esfuerzo

Los garbanzos, las judías blancas o alubias, las lentejas, los guisantes y las habas son algunas de los muchos tipos de legumbres existentes en el mercado. La variedad de recetas que se pueden preparar con cada una de ellas es casi ilimitada, porque no tienen sabores excesivamente fuertes y sus texturas son suaves. Estas cualidades les permiten múltiples combinaciones para platos de cuchara, ensaladas fresquitas, salsas, tostas, etcétera.

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Las legumbres son un alimento muy saludable. Aportan al organismo vitaminas, proteína, fibra y minerales y, algunas de ellas, también hierro. Hay quienes prefieren retirar la piel y a otras no les importa tomarlos con ella. La empresa productora de legumbres Luengo explican que, a nivel nutricional, no supone un gran cambio ingerirlas en una u otra forma. La única diferencia es que esta cobertura añade un extra de fibra, pero que perfectamente se puede suplir con una pieza adicional de fruta en el día o con cualquier otro alimento que la contenga.

Algunas personas refieren que la piel de los garbanzos les dificulta la digestión y les ocasiona pesadez y gases, aunque no le ocurre a todo el mundo y depende del sistema digestivo de cada cual. Además, en determinadas preparaciones, por ejemplo para el hummus, quedará más cremoso si los garbanzos no tienen la piel. Sea cual sea el motivo, si te gustaría retirar la piel de los garbanzos, te contamos cómo hacerlo muy fácilmente. Este truco sirve tanto para garbanzos crudos como ya cocidos.

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Cómo quitar la piel de los garbanzos

En la cuenta de Instagram 'Me gusta comer sano' se difunden muchas recetas y otros tips de cocina. Rosa Arnau Carrillo es quien la dirige y ha compartido un método para separar la piel de los garbanzos en pocos minutos. Te contamos a continuación cómo hacerlo:

Vuelca todos los garbanzos en un bol. Si son de bote, desecha el líquido conservante. Entonces, debes añadir dos cucharadas de bicarbonato de sodio por cada 200 gramos de garbanzos y remover para que se mezcle. Introduce esta preparación en el microondas durante 1 minuto (a potencia de 800 W) y, cuando acabe el tiempo, incorpora agua caliente en cantidad suficiente para que cubra todos los garbanzos.

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Sumerge las manos en el cuenco para frotar con suavidad los garbanzos, sin hacer demasiada presión para no chafarlos. Verás cómo se desprenden poco a poco todas las pieles, que podrás "pescar" con ayuda de un colador de orificios anchos, similar a las cestas de freír.

Por último, quizás te interese saber que también se venden garbanzos de piel muy fina, como la variedad pedrosillana o los de Fuentesauco (Zamora), entre otros comercializados por diferentes marcas, que permiten hacer mejores digestiones.