Si sigues estos pasos dormirás a pierna suelta

Dormir no sólo es un placer, sino una necesidad del organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la falta de un buen descanso y en cantidad adecuada repercute directamente sobre el bienestar de una persona.

Las horas de sueño efectivas escasean con la llegada de las altas temperaturas. De hecho, a algunas personas les cuesta un poco más conciliar el sueño. Para ayudarles a dormir mejor es importante tener presente estas recomendaciones.

Una ducha relajante

Una duchita fresquita antes de dormir ayuda a bajar la temperatura corporal y a relajar los músculos para conciliar el sueño. En este sentido, el agua fresca estimula la liberación de endorfinas y genera una sensación de bienestar, relajación y tranquilidad. Por ejemplo, el baño de sal antiestrés es recomendable para dormir mejor, ya que es uno de los tratamientos más efectivos y sencillos para combatir la carga de preocupaciones y la ansiedad.

Mantener la habitación fresca

El pijama y la almohada

Saber elegir bien nos facilita el trabajo. El pijama y la almohada son dos elementos que se debe escoger adecuadamente para disfrutar de un descanso más placentero en verano. Por lo que los tejidos como el algodón o lino son nuestros mayores aliados, ya que ambos materiales son ligeros y transpirables. Además, permiten la circulación del aire y absorben el sudor para que puedas mantenerte más fresco durante la noche. En cambio, los materiales más frescos para una almohada en verano son el bambú o el gel, ya que ambos evitan la acumulación de calor.

Evitar la cafeína y cenar ligero

Si se tiene problemas para conciliar el sueño, especialmente en verano, lo más recomendable es evitar o reducir el consumo de la cafeína debido a que es un estimulante presente en gran número de bebidas. Hablamos, principalemte del café, el té, los refrescos gasesoso, entre otros.

En su lugar, se aconseja hidratarse con agua fría, infusiones y otras bebidas refrescantes que no contengan cafeína. Hay que tener presente que si los niveles de esta sustancia son altos en el cuerpo, no se disfrutará de la relajación suficiente para poder descansar bien.

Una cena abundante dificulta la digestión y como consecuencia afecta al descanso. Por tanto, se recomienda incluir alimentos frescos y de fácil digestión como una ensalada, unas verduras al vapor o un pescado a la plancha.

Cuidar la hidratación

El calor y la humedad del verano no son buenos aliados para el sueño, así que hay que estar bien hidratados. Se necesita beber suficiente agua durante el día y antes de acostarse. Cuando vayas a dormir, lleva contigo una botella de agua para refrescarte durante la noche si las temperaturas son muy elevadas.

Si sigues cada día estos consejos conseguirás disfrutar de un sueño mucho más reparador y placentero.