SALUD
Comida sana y refrescante para este verano
Las mejores recetas fáciles y sencillas para hacer nuestros menús de verano sin saltarnos la dieta
El verano es sinónimo de altas temperaturas y aunque salirnos de la rutina a veces implica saltarnos nuestra dieta habitual, en estos meses de tanto calor el cuerpo nos pide alimentos frescos e hidratantes para regular nuestro cuerpo.
La red de Centros integrales de tratamiento de los trastornos alimentarios y emocionales (Citema) destaca en su web oficial que en verano nuestra manera de alimentarnos cambia casi por completo. Esto se debe al calor, ya que para hacer frente a este necesitamos mucha menos energía para regular nuestra temperatura corporal, por eso comemos menos cantidad de comida. Además, a eso se le suma que en verano sudamos más y esto se traduce en la necesidad de tomar alimentos que nos proporcionen líquidos y una mayor hidratación para nuestro cuerpo.
En estos meses de tanto calor, los expertos aprovechan para recordar la importancia de beber agua. Según la OMS, la cantidad recomendada está alrededor de los dos litros diarios dependiendo de nuestro peso.
Ensaladas
Cuando nuestro cuerpo necesita algo refrescante, uno de los primeros platos de comida que se nos viene a la cabeza son las ensaladas, ya sea de arroz, pollo, piña, pasta... Es una comida alta en minerales, fibra y antioxidantes que nos aporta vitaminas y grasas saludables que favorecen a nuestro cuerpo y en especial a nuestro corazón.
Y si a eso le sumamos que es uno de los platos más rápidos de preparar; se convierte en uno de nuestros platos favoritos del verano.
Gazpacho
Aunque el más sabroso y el más tradicional es el de tomate, existen numerosas variedades de este plato; de sandía, de fresas, de mango... Al igual que las ensaladas, el gazpacho nos aporta numerosas vitaminas a nuestro cuerpo y todo ello en forma de líquidos que favorecen a nuestra hidratación.
Cremas de verduras
Las cremas frías son uno de los platos preferidos para el verano; consiguen llenar nuestro estómago a la vez que nos refrescan y nos aportan numerosos beneficios a nuestro cuerpo.
La crema de calabacín o de remolacha son algunas de las más comunes y más sencilla de hacer. Tan solo se necesita 500 gramos de la verdura protagonista del plato además de cebolla, puerros, aceite de oliva, un poco de sal, patata y caldo de verduras.
Pescados
Se trata de un alimento alto en proteína y muy ligero a la hora de digerir. El pescado fortalece el sistema inmunológico y es fuente de minerales como fósforo, potasio, calcio, cobalto, magnesio, hierro y vitaminas como la A, B1 o B12.
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