TABACO

El truco para borrar el rastro del tabaco de las paredes de casa

Los efectos positivos en tu cuerpo después de dejar de fumar

Fumar en casa

Fumar en casa / FREEPIK

H.G.

Que fumar es malo lo sabemos todos, incluidos los fumadores. Pero, además de perjudicar gravemente a la salud, el humo del tabaco también tiene efectos negativos en nuestro hogar: mal olor en la ropa y las cortinas, y feas manchas en paredes y techos, que pueden transformar nuestra casa en un ambiente cargado y menos habitable.

El humo del tabaco contiene partículas de alquitrán y otras sustancias químicas que pueden dejar manchas amarillas en las paredes, especialmente visibles en áreas cercanas a los puntos donde se fuma con mayor frecuencia. Asimismo, el olor del humo del tabaco puede impregnarse en las superficies porosas de las paredes, como la pintura, el papel tapiz y las telas. Este olor puede ser persistente y difícil de eliminar. Incluso después de limpiar o pintar las paredes, es posible que el olor a tabaco persista durante mucho tiempo.

Cómo eliminar las huellas del tabaco de las paredes

Por suerte, existe una solución a estos problemas (aparte de, obviamente, dejar de fumar en casa). Con una adecuada técnica de limpieza y algo de paciencia, es posible acabar con las desagradables manchas de humo del tabaco y devolverle a tu hogar un aspecto más limpio y saludable. Estos son los pasos que debes seguir:

  1. Preparación: antes de iniciar el proceso de limpieza, es importante preparar adecuadamente la habitación. Retira los muebles o cúbrelos con un plástico protector. También cubre el suelo para evitar manchas de agua o productos de limpieza. Usa guantes de goma y una mascarilla para proteger tu piel y tus vías respiratorias.
  2. Limpieza inicial: comienza pasando un trapo seco por las paredes para eliminar el exceso de polvo y otros restos. Este primer paso facilitará la limpieza posterior.
  3. Prepara la mezcla: la clave para una limpieza efectiva está en la mezcla de agua caliente, vinagre blanco y detergente líquido. El vinagre blanco tiene propiedades que ayudan a disolver la grasa y los residuos del humo del tabaco, mientras que el detergente ayuda a eliminar la suciedad.
  4. Limpia a fondo: impregna una esponja con la mezcla de limpieza y frota las paredes a conciencia. Es importante cambiar el agua con frecuencia para evitar redistribuir la suciedad. Si las manchas son persistentes, puedes usar una esponja de melamina, también conocida como borrador mágico, para abordar las áreas más difíciles.
  5. Enjuague y secado: una vez que hayas terminado de limpiar, es hora de enjuagar las paredes con agua limpia. Utiliza un trapo limpio y seco para secar las paredes y eliminar cualquier residuo que haya. Deja que las paredes se sequen completamente antes de pasar al último paso.
  6. Pintura: si después de todo el proceso todavía puedes ver manchas o percibir el olor a tabaco, puede que sea necesario darle una mano de pintura. Antes de ello, aplica una capa de imprimación, que ayudará a quitar cualquier olor remanente y te permitirá obtener un resultado de color más uniforme.

Es importante destacar que estos efectos son acumulativos y se agravan con la exposición continua al humo del tabaco. La mejor manera de prevenir estos problemas es mantener una casa libre de humo y establecer áreas designadas para fumar al aire libre lejos de las áreas interiores.