EMPLEO

Así puedes lucirte en una entrevista de trabajo

Hablamos con una experta sobre el lenguaje no verbal para ser la persona candidata perfecta

Cuestiones como la mirada, la forma en la que se da la mano o el tono, pueden ayudarte a destacar

Tu lenguaje corporal puede hacer que seas (o no) la persona elegida en una entrevista de trabajo

Tu lenguaje corporal puede hacer que seas (o no) la persona elegida en una entrevista de trabajo / Freepik

María G. San Narciso

María G. San Narciso

No solo va de lo que sabes, dices que sabes y demuestras que sabes. Ser la persona elegida para un determinado puesto de trabajo también depende del lenguaje no verbal que muestres en la entrevista. Tu postura, tu tono de voz o tu naturalidad pueden hacer que la persona encargada de escoger se decante por ti. O que directamente te descarte. Si quieres conseguir lo primero, y destacar sobre el resto, lo mejor es que sigas con consejos de una profesional.

"Vamos a dar por supuesto que una entrevista de trabajo no empieza en el momento en que te sientas en la mesa, sino desde que llegas a la empresa y te reciben", comienza a explicar María José Alaminos, profesora del Máster en Dirección y Gestión de Recursos Humanos de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Según su experiencia, parece que las personas candidatas lo dan todo cuando están en la mesa del despacho, pero pero se olvidan de que la imagen la dan desde el momento en que entran hasta el que salen del edificio.

En todo momento, "la postura debe ser relajada y en la que el candidato se sienta cómodo". Pero, matiza, lo de relajado no es sinónimo de casual. "No significa que puedas perder los modales. Cuando llegas a la recepción y te presentan a la persona, es muy importante que el apretón de manos sea en horizontal. Muchas personas tienden a poner la mano sobre el entrevistador o debajo. Pero no, es de igual a igual, con la mano firme, no excesivamente agresiva, y la postura recta", asegura.

"Cuando llegas a la recepción y te presentan a la persona que te va a entrevistar, es muy importante que el apretón de manos sea en horizontal"

Una vez que estamos ya en la entrevista, lo mejor es "seguir los buenos modelas que nos enseñaban en la mesa cuando éramos pequeños". "La espalda debe estar recta, un poco separada de la silla . También debemos evitar las piernas cruzadas, tanto siendo hombres como mujeres. Y los brazos deben estar a la vista", afirma Alaminos.

Alaminos recuerda dos momentos especialmente embarazosos en su carrera: una vez en la que un candidato cruzó los brazos detrás de la cabeza "como si estuviera tomándose una cerveza en el bar" y otra, en el que había dos sillas en paralelo, y el entrevistado que tenía enfrente cruzó las piernas en la que no estaba sentado. Ninguno consiguió el puesto.

Mira sin intimidar y sonríe

Otro consejo: no confundas el contacto visual con mirar fijamente a los ojos de la persona que entrevista. "Eso es muy intimidante. Hay que responder mirando a los ojos, en el triángulo que forman con la frente, y cada tres o cuatro segundos desviar un poco la mirada". Y parpadea, porque según explica la profesora de UNIR, no todos lo hacen. "A veces los candidatos se quedan mirando a la boca, lo que es muy intimidante", añade.

Tampoco es positivo reírse mucho, pero sí sonreír. "Creo que nada relaja más que una buena sonrisa", apunta. "Un compañero me dijo que en un briefing entre candidatos y entrevistados le había gustado uno, pero que no había sonreído en toda la entrevista. Las personas así desconciertan", asegura Alaminos.

Cómo vestirse para una entrevista de trabajo

La ropa es uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza provocan. Si tienes dudas sobre cómo vestirte para una entrevista de trabajo, y salvo que tengas una información clara de que el estilo de la empresa es totalmente informal, lo mejor es vestirse formal. Aunque luego, una vez estés allí y veas a los que pueden ser tus futuros compañeros, pienses que te has pasado.

Si la entrevista es en un sitio con un dress code muy formal, tendrás que tirar de traje de chaqueta y corbata, o de camisa o vestido si eres una mujer. "Nosotras lo tenemos más fácil", reconoce.

"Si la entrevista se hace por videollamada es diferente, porque solo ves la zona del pectoral a la cabeza. En ese caso, recomendaría un fondo lo más neutro posible, evitando estar a contraluz. La luz debe dejar que se te vea bien la cara. Tampoco puedes hacer una entrevista sin cámara, como alguna vez me han propuesto", asegura.

Porque aunque solo se te vea de pecho para arriba, es necesario seguir transmitiendo una buena imagen y cuidar la apariencia (aunque solo sea de lo que se te ve).

Cuidado con los tics nerviosos

Es normal que ir nervioso a una entrevista, pero intenta que, si se te nota, no sea en el mal sentido. Muchos candidatos, al tener los brazos sobre la mesa, no pueden evitar dar tintineos. En ese caso no hay que esconder las manos, sino llevar algo para apuntar, como indica la experta: "Si llevas un papel y un boli tus nervios se van a canalizar ahí, no dando golpes".

Si eres de esas personas que notan cómo la sangre les sube hacia la cabeza cada vez que llegan los nervios, opta por la naturalidad. "No pasa nada por decir que se está nervioso, pero mostrando motivación. La técnico de selección o el recruiter lo va a entender. Te estás jugando tu futuro profesional. Son señales que no puedes controlar, como ocurre con el sudor. Si crees que eso te va a violentar, lleva un papelito para asearte y ya está", asegura.

Además de todo lo escrito hasta ahora, habla despacio: con los nervios, la tendencia es vocalizar muy rápido. No lo hagas. Intenta comunicarte tranquilo, despacio, verbalizando y con un tono de voz medio. Si eres de los que hablan para el cuello de la camisa o, al revés, tiendes a alzar la voz, grábatela antes para ir controlándola. Así no exigirás al entrevistador que haga esfuerzos: el peso de la entrevista debe recaer en ti. Con todo esto, seguro que lo bordas.