RECETAS Y TRUCOS

El error que millones de personas cometen a la hora de cocer la pasta y que debes cambiar

Es uno de los fallos más recurrentes y tiene una explicación muy sencilla

Plato de macarrones

Plato de macarrones / PEXELS

EPE

EPE

Cuando eres niño o adolescente y empiezas a cocinar, uno de los primeros platos que aprendes a cocinar sin duda alguna es la pasta. Primero porque a poca gente no le gusta o no le convence. Segundo, porque es extremadamente fácil prepararla y a la hora de degustarla es una delicia.

Luego capítulo aparte es la capacidad para medir las cantidades, ya que las primeras veces posiblemente hayas hecho macarrones para 8 personas cuando estabas solo. Un clásico.

Cocer pasta, como ya hemos dicho, es extremadamente sencillo. Basta con poner agua, hervir, sacarla en el punto justo y después apañarla como bien queramos. Y anda que no hay posibilidades.

Pero sí que es verdad que en ese proceso hay un apartado en el que millones de personas fallan. Un detalle que, aunque parezca insignificante marca la diferencia.

Cuando se prepara pasta hay que cocerla en agua con sal (aunque hay personas que echan pastilla de caldo concentrado para que tenga otro sabor). Y ya. Ahí viene el fallo, ya que hay muchísima gente que echa un chorrito de aceite de oliva al agua.

¿Es malo?

Pues no, no es malo. No te va a generar una enfermedad ni una visita al baño incómodos ni nada por el estilo. Pero sí que tiene una explicación y es que el mismo propósito para el que se echa el aceite de oliva hace que sea contraproducente.

Empleamos el oro líquido, aparte de para dar un poco de sabor, sobre todo para que no se pegue la pasta ni al fondo ni entre sí. Y es efectivo, pero también propicia que cuando queramos ponerle una salsa no se adhiera como es debido.

No hace falta cocer la pasta con aceite de oliva para que no se pegue, basta con remover de vez en cuando durante los primeros minutos de la cocción, momento en el que es más probable que suceda. También es preciso que haya abundante agua y que la cazuela u olla sea honda, lo suficiente para que siempre haya agua.

De este modo, la preparas con tomate, con nata, a lo carbonara, clásica, italiana, al pesto, napolitana o como buenamente quieras, conseguirás una pasta no solo suelta y sin pegarse, sino que además la salsa ligará muy fácilmente con el alimento.