FUNERAL

La Catedral Murcia reza por el alma de los 13 fallecidos en el incendio de las discotecas

El templo celebra una misa funeral a la que han asistido la portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo 

Funeral por los fallecidos en el incendio de dos discotecas en Murcia

Agencia ATLAS | Foto: FRANCISCO PEÑARANDA

Unas 300 personas han acudido a la llamada de la Diócesis de Cartagena, que ha celebrado en la tarde de este miércoles una solemne misa funeral en la Catedral de Murcia por el alma de los fallecidos el pasado 1 de octubre en las discotecas de la zona de ocio de Las Atalayas, en Murcia. El acto fue oficiado por el obispo José Manuel Lorca Planes, quien manifestó su "profundo dolor" por los fallecidos en el incendio de las discotecas en Murcia. Hasta la plaza Cardenal Belluga se han acercado muchos vecinos de la ciudad, entre los que se encontraba una nutrida representación de la comunidad latina en la ciudad. 

En su homilía, Lorca Planes compartió con los familiares el desconcierto ante una tragedia incomprensible en la que "Dios también estaba allí, aquel día, cerca de ellos les sostenía en la esperanza y en el silencio". El obispo ha insistido en el valor del silencio, ya que es "más elocuente que el ruido de los discursos". Para el obispo, ante la muerte siempre se produce una reacción en cadena hacia el silencio, como una forma de "respeto ante la fría parca". Lorca Planes se dirigió en varias ocasiones a los familiares para decirles que en el sufrimiento "unos y otros nos necesitamos" y que ha sido "el camino de la fe" el que les ha llevado hasta la Catedral. Les rogó a todos ellos que sigan confiando en Dios, porque acogerá a esos "13 hermanos con ternura, como hijos".

Entre las autoridades políticas, cabe destacar la presencia de la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en representación del Gobierno de España, y del líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, que declinaron realizar declaraciones. También hicieron acto de presencia el jefe del Ejecutivo autonómico, Fernando López Miras, el vicepresidente regional, José Ángel Antelo, el alcalde de Murcia, José Ballesta, junto a otros miembros de la Corporación municipal, la presidenta de la Asamblea Regional, Visitación Martínez y el delegado del Gobierno, Francisco Jiménez. Según fuentes del Obispado, acudieron a la misa representantes de todas las familias afectadas por el siniestro.

Las lecturas de evangelios y salmos se intercalaron con pequeños interludios de la coral. 

Horas antes de la ceremonia, el obispo explicaba ante los medios que lo sucedido fue tan “inexplicable, inesperado y tremendo” que le resultaba "muy difícil" encontrar palabras de consuelo para los amigos y familiares de las 13 víctimas mortales. “Cuando llegan estos momentos, el silencio es lo que te acompaña, y lo más respetuoso que uno puede ofrecer a la gente que está sufriendo un drama tan grande”, ha indicado Lorca Planes, que sostiene que desde ese recogimiento se ha querido dirigir al corazón de todos ellos, pero “el único que les puede ayudar es el Señor”.

Miguel tiene 62 años y es vecino de Beniaján, uno de los muchos murcianos que se han acercado, acompañado de su esposa, hasta la plaza del Cardenal Belluga para presentar sus respetos a los familiares y amigos de los fallecidos. "Cuando leímos la noticia casi se nos sale el corazón del pecho porque uno de nuestros hijos, que ya no vive con nosotros, suele ir a esa zona para salir; le llamamos para comprobar que se encontraba bien, tardó en cogerlo, pero finalmente lo hizo y pudimos respirar". En este sentido, Miguel no se quiere imaginar “lo que han tenido que sufrir el padre o la madre de esos chavales, y por eso hemos venido aquí, para que al menos se sientan acogidos por los murcianos, para que en ningún momento se sientan solos y ofrecerles toda la ayuda que podamos darle”. 

Cabe recodar que cuatro de los trece fallecidos, que residían en Caravaca de la Cruz, tuvieron su misa funeral en esta localidad días después de la tragedia. Otros de los fallecidos fueron despedidos por sus familiares y seres queridos en funerales en Murcia y Molina.