Opinión | MADRID CON GAFAS PLURALES

Nuestras vidas pasadas

Hace unos meses fui a los cines Renoir y vi 'Vidas pasadas' de Celine Song y pensé en la cantidad de personas que vemos, escuchamos y tocamos cada día en Madrid. La de vidas pasadas que nos quedan (a pesar de todo)

Fotograma de la película 'Vidas pasadas' de Celine Song

Fotograma de la película 'Vidas pasadas' de Celine Song

Me llama la atención la gente que va sola al cine. Es algo en lo que empecé a fijarme cuando vine a Madrid porque en mi pueblo se va acompañada. Familia, amigos o pareja, da igual, la cosa es ir con alguien aunque no vayas a cruzar palabra durante las dos horas que dura la película. Yo quería hacerlo pero no me atrevía, me daba vergüenza saber qué pensarían los demás si me vieran en la sala sin más compañía que yo misma. Pero en Madrid sería diferente, me dije.

Así que hace unos meses fui a los Renoir y vi Vidas pasadas de Celine Song. Narra la historia de dos amigos de la infancia que años después vuelven a reencontrarse. Lo que más me gustó es la forma en la que la autora se refiere a todos esos “y si” y “que hubiera pasado si” a los que todos hemos sobrevivido. Ella lo describe con una sola palabra. Es el término in-yun que viene a significar algo así como el vínculo especial que une a dos personas a lo largo de sus vidas pasadas. Entonces pensé en la cantidad de personas que vemos, escuchamos y tocamos cada día en Madrid. La de vidas pasadas que nos quedan (a pesar de todo).

Cuando terminó, me levanté para irme y miré a mi lado izquierdo. Tenía a una mujer de unos 40 años. Yo quise salir rápido porque me daba pudor que notara que se me había escapado alguna lágrima. Pero encendieron las luces y descubrí que ella también había llorado. Así que me reí y pensé en lo tonta que había sido todo este tiempo por no haber ido sola al cine antes.