Mascotas

Enfermedades en gatos: estos son los síntomas que debes tener en cuenta

Es esencial estar informado sobre los síntomas y los tratamientos de las patologías más frecuentes en los gatos

Esto es lo que tienes que hacer si ves algunos de estos síntomas en tu gato

Es esencial estar informado sobre los síntomas y los tratamientos de las patologías más frecuentes en los gatos / PI STUDIO

EPE

EPE

Los gatos pueden padecer una variedad de afecciones a lo largo de su existencia, incluyendo algunas que pueden ser severas y potencialmente letales. Por ello es importante estar al tanto de los signos y las modalidades de tratamiento de las enfermedades más habituales en estos felinos, junto con las acciones preventivas para evitarlas.

Entre las patologías más comunes en los gatos se encuentran las siguientes, pero recuerda, la mejor forma de prevención ante cualquier enfermedad es cumplir con las fechas de vacunación y llevar al día las visitas al veterinario.

Peritonitis Infecciosa Felina (PIF): es una condición inflamatoria provocada por un virus que compromete múltiples órganos internos en los gatos. Se propaga a través de las heces de los gatos infectados, que tienen la capacidad de permanecer en el ambiente por varias semanas. Esta enfermedad incide especialmente en gatos jóvenes, aquellos bajo situaciones de estrés o que padecen de leucemia felina. Los indicativos clínicos incluyen fiebre, disminución del peso corporal, falta de apetito, acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), coloración amarillenta en la piel y mucosas (ictericia) y problemas respiratorios. El manejo de la PIF se orienta a mejorar la calidad de vida del felino mediante fármacos como corticoesteroides, antibióticos o agentes inmunomoduladores. La prevención de esta enfermedad se centra en mantener la limpieza del entorno y en eludir el contacto con gatos que porten el virus.

Dos gatos.

Dos gatos. / EPE

Conjuntivitis: es uno de los problemas más frecuentes en los gatos que se puede dar a cualquier edad. Se trata de la inflamación de la mucosa del ojo (de la membrana que lo recubre y del interior del párpado). El gato puede llegar a perder la vista si no se diagnostica y se trata a tiempo. Se puede dar por infecciones oculares, por alergias, por enfermedades diversas (las que afectan al sistema respiratorio), por la suciedad del medio ambiente, por traumatismos o por problemas genéticos. Detectarás que tu felino tiene conjuntivitis por el exceso de legañas, el lagrimeo o la opacidad de la córnea.

Urolitiasis: es una enfermedad que se caracteriza por la formación de cálculos o piedras en el tracto urinario de los gatos, que pueden obstruir el flujo de orina y causar una emergencia médica. Se debe a factores como la alimentación, el estrés, la falta de agua o la predisposición genética. Los síntomas son dificultad o dolor al orinar, sangre en la orina, lamido excesivo de la zona genital, inapetencia y depresión. El tratamiento consiste en desobstruir el tracto urinario con sondas o cirugía, y administrar medicamentos para disolver los cálculos o prevenir su formación, como antibióticos, analgésicos, antiespasmódicos o dietas especiales. La prevención se basa en ofrecer al gato agua fresca y limpia, una alimentación equilibrada y baja en minerales, y un ambiente tranquilo y enriquecido.

Leucemia felina: es una enfermedad viral que afecta al sistema inmunitario de los gatos, haciéndolos más vulnerables a otras infecciones y tumores. Se transmite por el contacto con la saliva, la sangre o la orina de los gatos infectados, que pueden ser portadores asintomáticos. Los síntomas son anemia, pérdida de peso, anorexia, fiebre, diarrea, vómitos, gingivitis, linfadenopatía y tumores en diferentes órganos. El tratamiento consiste en administrar medicamentos para aliviar los síntomas y evitar las complicaciones, como antibióticos, antiinflamatorios, quimioterapia o transfusiones. La prevención se basa en la vacunación de los gatitos a partir de las 8 semanas de edad y en evitar el contacto con gatos infectados.

Dos gatos domésticos exhibidos en una feria felina en Europa del Este.

Dos gatos domésticos. / Tatyana Zenkovich

Otitis: es una inflamación del oído externo, medio o interno de los gatos, que puede ser causada por ácaros, bacterias, hongos, alergias, cuerpos extraños o traumatismos. Los síntomas son sacudidas de la cabeza, rascado del oído, inclinación de la cabeza, secreción o mal olor del oído, dolor y pérdida de equilibrio o audición.

El tratamiento consiste en limpiar el oído y administrar medicamentos para eliminar la causa y aliviar los síntomas, como antiparasitarios, antibióticos, antifúngicos o antiinflamatorios. La prevención se basa en revisar y limpiar periódicamente el oído del gato, y evitar la humedad o el exceso de cerumen.

Alergias: las más comunes son a plantas, polen, hongos, perfumes, productos de limpieza, humo de tabaco, picaduras de pulga o algunos alimentos. Tu gato tendrá alergia cuando identifiques los siguientes síntomas: tos, estornudos, secreción nasal, secreción ocular, picor en la nariz, picor en los ojos, falta de pelo, infecciones cutáneas, vómitos o diarreas.

Rinotraqueítis felina: es una enfermedad respiratoria causada por un virus que afecta a las vías respiratorias superiores de los gatos. Se contagia por el contacto directo o indirecto con los gatos infectados, que pueden ser portadores asintomáticos. Los síntomas son estornudos, secreción nasal y ocular, conjuntivitis, fiebre, pérdida de apetito y úlceras en la boca. El tratamiento consiste en administrar medicamentos para aliviar los síntomas y evitar las complicaciones, como antibióticos, antiinflamatorios y colirios. La prevención se basa en la vacunación de los gatitos a partir de las 8 semanas de edad.