LA VIDA CONTIGO

Qué fue de... Paula Pattier, la amiga de Tita Cervera que hizo cine de destape y traicionó a la baronesa

Deseaba ser famosa y vio en el cine el mejor vehículo para lograrlo; hoy vive tranquila junto a su familia y no quiere saber nada del mundo de la farándula

Paula Pattier como Moira en 'If You Shoot … You Live!' (1975)

Paula Pattier como Moira en 'If You Shoot … You Live!' (1975) / FOTOGRAMA

A finales de los setenta dio comienzo otra de las siete vidas de Tita Cervera. Después de separarse de Espartaco Santoni, un actor y productor venezolano con el que mantuvo una relación francamente tumultuosa, el cuerpo le pedía marcha. Fue entonces cuando la actriz Paula Pattier y ella se hicieron inseparables. Las dos intentaban abrirse camino en una difícil industria, la del cine, que estaba sufriendo una gran transformación tras la muerte de Franco. A ambas les gustaba la noche, por lo que no era complicado verlas en aquellas discotecas de moda que frecuentaban empresarios y actores. “Paula era muy conocida en el ambiente nocturno”, contó luego el fotógrafo César Lucas. “Entonces, hacía papeles en el cine del destape. Era una tía resultona. Si en un sitio estaban las dos, la que más moscones atraía era Paula.Tita era más seria, más cerebral”.

En marzo de 1978, en una de tantas fiestas, a Tita le presentaron a un joven y atractivo publicista, Manuel Segura. Ambos se gustaron y pronto comenzaron a ir juntos a todas partes. Según cuentan los periodistas Goya Ruiz y Teo Lozano en su libro Carmen Cervera. La baronesa, Tita se sentía entonces bastante infravalorada en España: “Su pasado no la avalaba como actriz y su principal carta de presentación seguía siendo un físico que aún conservaba el atractivo que la había llevado a ganar la corona de reina de belleza, y los apellidos de los hombres a los que había estado unida: [Lex] Barker y [Espartaco] Santoni. Con ese currículo sólo podía aspirar a papeles que a ella le parecían indignantes, a pesar de que, tan sólo un año antes, había aparecido desnuda en Objetivo: matar y en una portada de Interviú”.

Precisamente aquel histórico semanario trajo un gran disgusto a Tita, que a finales de 1979 se quedó embarazada de Segura. Poco antes de dar a luz, estando un día en su casa de Sant Feliu de Guíxols en la Costa Brava de Girona, Pattier convenció a la barcelonesa para que se hiciera unas fotos desnuda como recuerdo de su embarazo. Le prometió que luego le entregaría las fotos y los negativos de aquella sesión casera. Lo grave del asunto es que no solo no lo hizo, sino que además las vendió a Interviú a espaldas de su ‘amiga’. 

Las fotos vieron la luz

En julio de 1980, Tita dio a luz a su hijo Borja en la clínica La Paloma, de Madrid. El bebé tenía solo un mes cuando la madre que lo había parido se separó por primera vez de él para viajar hasta Estados Unidos, donde iba a rodar una película. Cuando Tita se enteró de que estaban a punto de ver la luz aquellas fotos que Paula le había hecho en el jardín de su casa, al borde de un ataque de nervios, se puso rápidamente en contacto con el equipo de la redacción de la revista para intentar impedir que vieran la luz. 

“Ella me debía un dinero que le presté y, al reclamárselo, se hizo la loca. Ella, ahora, ha querido vengarse vendiendo esas fotos que no me había devuelto, perjudicándome por partida doble”, le explicó al periodista Luis Cantero. Como en las fotografías aparecía sin maquillar y con el aire descuidado de quien cree estar junto a personas de confianza, le ofreció incluso cambiarlas por otras mucho más cuidadas que le había hecho Sylvia Polakov unos días antes de alumbrar. Sin embargo, ya era demasiado tarde: los primeros números de la publicación se estaban imprimiendo y las máquinas no iban a parar. Angustiada, Tita llamó también a su amigo Julio Pérez Tabernero, con quien había vivido un fugaz romance, en busca de consuelo. 

Imágenes de la relación de Tita Cervera y Paula Pattier en una revista.

Imágenes de la relación de Tita Cervera y Paula Pattier en una revista. / ARCHIVO

El productor conocía bien a Paula, quien había sido su pareja durante un tiempo. Los autores de Carmen Cervera. La baronesa explican en su libro que la meta de la actriz era "ser famosa" y que veía en el cine "el mejor vehículo" para lograrlo: “Él mismo la había introducido en ese mundo. Incluso llegó a convertirla en protagonista de una de las películas del destape de las que fue productor: Las alegres vampiras de Vögel (1975). Sabía que era ambiciosa, que daba la vida por una foto en una revista, pero aquello le parecía demasiado. Por un momento, se sintió culpable. Él era quien había puesto en contacto a las dos mujeres. Nunca imaginó que Paula fuera capaz de llegar tan lejos; menos, todavía, con la amiga que incluso la había acogido en su propia casa”.

Entrevista de la venganza

El número de la revista que contenía las fotos del escándalo vio la luz en enero de 1981. Tita quiso pagar con la misma moneda a la amiga que la había traicionado, así que concedió una entrevista a Cantero para despotricar contra ella. Una de las cosas que le comentó es que Pattier había engañado a la prensa cuando en una entrevista con Lecturas hizo creer a su interlocutor que ella también estaba esperando un hijo. "Lo que ella llevaba bajo el vestido era un almohadón. El niño es de su hermana Maribel, como todo el mundo sabe. Ella quería hacerse publicidad con lo del embarazo y de paso salvar la cara de la otra. Cogieron dos habitaciones contiguas en la clínica y el parto de Maribel lo vendieron como apendicitis".

Después se supo que la supuesta almohada de Pattier no era tal, y que la actriz sí que estuvo embarazada de una niña, Paula, fruto de su relación con el empresario José Miguel Villarroya, quien en 2013 fue condenado en el Caso Malaya como autor de un delito de cohecho activo. Pattier decidió retirarse de su profesión al poco de distanciarse de Tita, con la que más tarde limó asperezas y ha continuado viéndose. Desde la década de los años 80, Pattier vive tranquila en Madrid, junto a su marido ("Está estupendos los dos y muy felices disfrutando de los nietos", asegura una persona de su entorno más próximo a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA), y no ha querido volver a conceder entrevistas, según algunos, porque considera poco edificante la imagen que traslada su trayectoria personal y profesional