VOCES CRÍTICAS

Alekséi Navalni, el último de una larga lista de muertes sospechosas, detenciones y 'fueras de juego' en Rusia

Anna Politkovskaia, Boris Nemtsov o los exespías Alexander Litvinenko y Serguéi Skripal son algunos de los nombres que figuran en un historial siniestro

Alekséi Navalni.

Alekséi Navalni. / EP

El margen para el discurso disidente hace años que no es muy amplio en Rusia, algo que evidencia el gran número de disidentes que han quedado inhabilitados, encarcelados o han fallecido en extrañas circunstancias. A la estela de nombres tan conocidos como la periodista Anna Politkovskaia –asesinada en 2006– o el político Boris Nemtsov –tiroteado en el centro de Moscú en 2015, hay otros casos más recientes, más allá del de Alekséi Navalni. Desde candidatos a la presidencia, a militares y activistas han visto como recibían presiones por no comulgar con la postura oficialista.

Aunque no eran conocidos, hay más ciudadanos rusos que han sufrido la mordaza. Un hombre fue condenado a dos años de prisión por un dibujo pacifista de su hija. Otro fue multado en Ivanovo, cerca de Moscú, por regalar por la calle ejemplares del libro 1984 de George Orwell. Una artista fue encarcelada 7 años por “difundir información falsa” por poner etiquetas en los precios de un supermercado en las que ponía mensajes por la paz. Sin embargo, los mayores castigos han sido para los que tenían voz y algo de fama en Rusia, y los casos más recientes se suman a otros previamente encarcelados como los activistas Vladímir Kara-Murzá e Ilya Yashin; en el exilio como Boris Berezovski o la mayor parte de los medios independientes o los también asesinados exespías Alexander Litvinenko y Serguéi Skripal.

Fail Alsynov, silencio bashkir

En un momento en el que incluso hablar de un partido regionalista en Rusia es algo improbable, Fail Alsynov era un ferviente defensor de los derechos de esta minoría, originaria de los Urales rusos. Criticó abiertamente el conflicto rusoucraniano y tildó la movilización de sus compatriotas de “genocidio” en contra de su minoría. Había formado parte y creado algunas organizaciones bashkires,

Fue condenado en enero de 2024 por haber incitado al odio interétnico, algo que él negó y adujo a una mala traducción del bashkri al ruso. Su condena despertó protestas en su Bashkorstán natal, durante las cuales se detuvo a algunos de los manifestantes, y preventivamente la policía de esta república rusa arrestó a algunos de sus aliados días antes de que se hiciera pública la condena. Periodistas que cubrieron dichas manifestaciones denunciaron presiones de hombres encapuchados.

Boris Nadezhdin, una esperanza en vano

Con las elecciones presidenciales rusas al caer, Nadezhdin no podrá soñar con dar guerra en las urnas. El pasado miércoles el sueño se agrietó y el jueves se rompió del todo. La Comisión Electoral Central rusa invalidó algunos miles de firmas que presentó para su candidatura, suficientes para que no pudiera presentarse a los comicios. Aunque intentó apelar y demostrar que muchas de ellas sí eran válidas, no pudo mantener el pulso. Al día siguiente el Tribunal Supremo ruso ratificó la decisión del ente electoral y dejó al apodado “candidato de la paz” fuera del juego político ruso.

Fue el único de los precandidatos que habló abiertamente de firmar la paz con Kiev, algo que le costó críticas de los propagandistas de los medios estatales, que llegaron a decir de él que podría ir a la cárcel pronto. Es un hombre curtido en la arena política rusa, ya fue diputado de la Duma de 1999 a 2003. Después se mantuvo en un perfil más bajo en administraciones locales y regionales de su región de Moscú natal.

Igor Girkin, el "héroe caído"

Roma no paga a traidores, y Moscú no tolera a críticos. Aunque Igor Girkin, alias el “pistolero del Donbas” fue un hombre muy importante en la guerra entre las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk y el ejército regular ucraniano, eso no le salvó de la cárcel. A pesar de haber servido en dicha contienda a favor de los intereses rusos, este veterano de guerras como la de Chechenia o la de Moldavia tuvo la lengua demasiado afilada para el gusto de las autoridades rusas, que no toleraron los comentarios de Strelkov.

En redes sociales llegó a decir que la planificación de la ofensiva era tan mala que “habría que colgar a Putin” por ello. También consideraba que el ejército ruso estaba siendo “demasiado blando” en Ucrania y que el país no sobreviviría “otros seis años de mediocridad”, refiriéndose al gobierno de Putin. Todas esas críticas y mensajes incendiarios le costaron 5 años de cárcel por “llamar al extremismo”.

Yevgueni Prigozhin, de patente de corso a accidente aéreo

El que fue el líder de los infames mercenarios Wagner no era un hombre delicado precisamente. No tenía ningún miedo a decir lo que pensaba, incluso con palabras malsonantes, algo que no estaba bien visto entre las élites rusas. Incluso rompió uno de las leyes no escritas del oficialismo ruso, no criticar abiertamente en público a otros miembros del mismo. Mientras fue útil para Rusia, fue el comandante de decenas de miles de hombres que ponían el cuerpo por el país en el frente.

Al igual que Girkin, creía que el poder ruso debía ser más duro en Ucrania e incluso llegó a alzarse en armas contra el Ministerio de Defensa ruso. Este incidente dio escenas como la columna de blindados de los Wagner yendo a Moscú y derribando a helicópteros del ejército durante el camino. Aunque en un principio todo quedó en un susto sin consecuencia alguna, en verano de 2023 el jet privado en el que volaba él y otros hombres de su confianza estalló mientras volaba dentro del territorio ruso.