RELIGIÓN

La quema de ejemplares del Corán en Suecia y Dinamarca incendia los ánimos de los países islámicos

Este lunes se reúnen los ministros de Exteriores de 56 países islámicos para preparar una respuesta diplomática conjunta

En Irak se ha prendido fuego a la embajada sueca

Quema del Coran frente a una mezquita en Suecia

Quema del Coran frente a una mezquita en Suecia / TT News Agency

Mario Saavedra

Mario Saavedra

La movilización de la diplomacia de los países islámicos contra la quema de coranes en Suecia y Dinamarca está siendo total, inusitada. Este lunes, los ministros de Exteriores de los 56 países miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se reúnen virtualmente de emergencia para coordinar una respuesta conjunta a la quema de coranes. Están convocados a iniciativa de Irán e Irak. 

El pasado 22 de julio, la embajada de Irán en España rompió su habitual silencio para difundir un comunicado urgente: el líder supremo, Alí Jamenei, exigía a Suecia que entregara al autor de la quema de un Corán "a los órganos judiciales de los países islámicos". "Todos los sabios del Islam concuerdan en que se dé al autor de ese crimen el más severo de los castigos", decía el jefe de la teocracia iraní. Era a la vez una exigencia y una amenaza: Irán no dejaría pasar el incidente, por mucho que lo hubiera causado un ciudadano particular al amparo de la libertad de expresión. 

Los incidentes relacionados con el libro sagrado se multiplican en las últimas semanas. Todo comenzó a finales de junio, cuando un ciudadano de origen iraquí, cristiano y refugiado en Suecia, prendió fuego a un ejemplar del Corán (foto superior) frente a la mezquita más grande de Estocolmo justo en medio de la Fiesta del Sacrificio de un animal (Eid al Adha). Formaba parte de una manifestación contra las leyes rigoristas del islam. Se da la circunstancia de que habían pedido y recibido permiso de la Policía sueca para realizar la quema del Corán, un acto protegido por las leyes de libertad de expresión en Suecia.

Como respuesta, el Gobierno iraquí expulsó a la embajadora sueca en el país. Centenares de manifestantes marcharon contra la embajada en Bagdad y la prendieron fuego, incitados por el clérigo radical Muqtada al Sadr.

El pasado 22 de julio, un grupo ultranacionalista Patriotas Daneses quemó otro ejemplar del Corán frente a la Embajada de Irak en Copenhague. Ya habían hecho algo parecido en enero.

27 de enero de 2021, Copenhague, Dinamarca.- El político de ultraderecha Rasmus Paludan quema una copia del Corán en frente de la embajada turca en Copenhague

27 de enero de 2021, Copenhague, Dinamarca.- El político de ultraderecha Rasmus Paludan quema una copia del Corán en frente de la embajada turca en Copenhague / Ritzau Scanpix/Olafur Steinar Rye Gestsson

De nuevo, en Irak se intentó asaltar la embajada danesa del país. Su embajador tuvo que huir. Se han producido otras convocatorias anti-islamistas en Suecia. En una de ellas estaba prevista y autorizada otra quema de un Corán en Estocolmo, algo que finalmente no se produjo. Hay varias peticiones más registradas de permiso de quema de coranes, que deben ser aprobados por la Policía. También se concedió, el pasado 12 de julio, autorización para quemar una Torá, algo ante lo que protestó Israel. Finalmente, el musulmán de 32 años que pretendía prender estos otros libros sagrados desistió. 

Rituales de provocación

“Esto encaja en el concepto de ‘rituales de provocación’: se eligen unos símbolos claves, que se destruyen o denigren en público, provocando reacciones en las poblaciones y países musulmanes que inundan los medios y dejan la sensación de que todos son bárbaros y antiliberales”, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Johanna Lems, investigadora del Grupo de Análisis sobre Islam en Europa. “Son actos claramente islamófobos que levantan fronteras y estigmatizan a la población musulmana en su conjunto”.

El Gobierno sueco está contemplando cambiar su permisiva legislación y prohibir este tipo de acciones si ponen en riesgo la seguridad del Estado o de sus diplomáticos, como consideran que es el caso. Los servicios de inteligencia del país consideran que la quema ha empeorado la seguridad del país, pero no han elevado el nivel de alerta, que se mantiene en tres de cinco. "Estoy extremadamente preocupado por lo que puede ocurrir", ha dicho el primer ministro, Ulf Kristersson, que ha pedido a las autoridades responsables de la seguridad que blinden al país ante posibles ataques terroristas. 

El Gobierno de Suecia ha acusado al mismo tiempo a Rusia de estar llevando a cabo una campaña de desinformación para intensificar el impacto de las protestas contra la quema del Corán, justo tras el desbloqueo del acceso del país a la OTAN. Rusia estaría difundiendo la información falsa de que el propio Gobierno sueco está detrás de las quemas del Corán. El Gobierno sueco dice que ha detectado más de un millón de publicaciones al respecto. “Rusia está utilizando estos eventos [las quemas del Corán] para impulsar su agenda en los medios y en los canales que controla, y el mensaje obviamente es para dividirnos en Occidente y también para crear una mayor ansiedad y polarización aquí en Suecia”. El país nóridico está gobernado desde octubre por una coalición de derechas apoyada externamente por el partido de ultraderecha Demócratas de Suecia.

Racimo de represalias diplomáticas


La Unión Europea ha condenado las quemas. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha dicho que la profanación del libro es una “clara provocación” y una “ofensa”. 

En la misma línea se ha expresado la ONU. La Asamblea General aprobó el martes una resolución que condena todos los actos de violencia contra los libros sagrados. Considera el texto que se trata de violaciones del Derecho Internacional. Además, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado una resolución, a petición de Pakistán y apoyada mayoritariamente por países musulmanes, en la que expresan su repulsa también la profanación del Corán y otros actos de odio religioso. Estados Unidos, Alemania o Francia, entre otros 12 países, votaron en contra, porque el texto podía socavar la libertad de expresión. 

Al comunicado del líder supremo iraní y a las quejas del Gobierno de Irak se han sumado las protestas de otros países musulmanes influyentes. El Gobierno de Arabia Saudí ha convocado este viernes al encargado de negocios de Dinamarca en Riad para protestar por lo que consideran una permisividad inadmisible de las fuerzas de seguridad del país ante las quemas del Corán por "un grupo extremista en Dinamarca [...] que propugna eslóganes de odio y racismo contra el islam y los musulmanes". La teocracia saudí, que alberga La Meca, el lugar más sagrado para los musulmanes, pide que Dinamarca “ponga fin a estos actos vergonzosos, que violan todas las enseñanzas religiosas, así como las leyes y normas internacionales”. Este lunes, esos países, y otros con un islamismo más moderado, coordinarán su respuesta a las quemas de coranes.