ELECCIONES EN TURQUÍA

El miedo a la derrota en las urnas intensifica los ataques de Erdogan a la oposición

A medida que el partido de Erdogan pierde fuelle y apoyos en los sondeos, el Gobierno ha ido subiendo el tono de sus ataques a la principal coalición opositora conocida como la Alianza Nacional

Una bandada de palomas alza el vuelo en una plaza decorada con un retrato del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Una bandada de palomas alza el vuelo en una plaza decorada con un retrato del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. / EFE

Adrià Rocha Cutiller / Begoña González

El longevo mandato de Recep Tayyip Erdogan en Turquía se tambalea. Los más de 20 años en el poder podrían terminar este domingo si se cumplen los resultados de las encuestas que pronostican una participación récord de más del 80% en las elecciones y una ajustada victoria de la oposición cercana al 50% en la primera vuelta. Este escenario ha puesto contra las cuerdas al mandatario, cuya estrategia electoral ha consistido en despreciar y atacar a su oposición.

A medida que el partido de Erdogan pierde fuelle y apoyos en los sondeos, el Gobierno ha ido subiendo el tono de sus ataques a la principal coalición opositora conocida como la Alianza Nacional, una unión de partidos de ideologías dispares cuyo único punto en común es la voluntad de desahuciar a Erdogan del poder. "Esta coalición ha basado su unión en la voluntad de recuperar la democracia, de revolucionar el país", asegura el analista político de la Fundación de Investigación de Política Económica de Turquía (TEPAV) Selim Koru a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica.

En la última semana, se han producido amenazas por parte de hombres armados en sedes electorales de partidos opositores y medios de comunicación, según han denunciado algunos medios locales turcos. Aunque se desconoce la autoría de los actos, estas amenazas han ido dirigidas contra medios poco afines al Gobierno de Erdogan en los que, según fuentes cercanas a dichas empresas, "hombres armados dictaban a los periodistas qué escribir y cómo titular".

Pedradas a la oposición

El acoso periodístico no es un arma nueva para el Gobierno. Uno de los puntos clave de la deriva autoritaria del Ejecutivo de Erdogan ha sido desde hace años la detención de periodistas, activistas y políticos, generalmente acusados de terrorismo por el simple hecho de defender ideas críticas con el régimen. Según datos de Reporteros sin Fronteras (RSF), más de 200 periodistas han sido encarcelados en el país en los últimos cinco años. "Erdogan ha llevado a cabo una serie de ataques de forma pública y sin esconderse igual que han hecho otras personalidades en el mundo como Donald Trump o Jair Bolsonaro. Cuánto más público lo hacen, más efecto tiene esa coacción porque la gente tiene más reparos a la hora de ser crítico con el Gobierno y el poder. Demuestra que hay un precio que pagar por disentir", asegura Koru.

Además, el pasado domingo durante un mitin del alcalde de Estambul y candidato a vicepresidente, Ekrem Imamoglu, resultaron heridas al menos siete personas por el lanzamiento de piedras por parte de seguidores del presidente. "Llegamos a la zona donde íbamos a hablar. Llovían piedras por todos lados. Ninguno de los policías que estaba allí se movió (para intervenir). Tiraron piedras a la cabeza de la gente", declaró poco después Imamoglu. Los 15 detenidos fueron puestos en libertad a las pocas horas sin consecuencias.

Cadenas perpetuas o balas en el cuerpo

El temido 'sorpasso' que vaticinan las encuestas ha llevado al Gobierno de Erdogan y sus ministros a deslegitimizar unos comicios que ellos mismos respaldaron meses atrás. El ministro del Interior aseguró recientemente que las elecciones son un "intento de golpe de Estado de Occidente" y acusó a la coalición de la oposición de "terroristas" y de apoyar al colectivo LGTBI. Una oposición a quien poco antes, el aliado del Gobierno en el Parlamento, el líder del partido ultranacionalista MHP, Devlet Bahçeli, amenazó acusándoles igualmente de "traidores que recibirán cadenas perpetuas agravadas o balas en el cuerpo".

En este contexto de tensión y descrédito contante de la oposición, la retórica del partido de Erdogan ha repercutido duramente contra el vapuleado colectivo LGTBI. En casi todos los mítines, el mandatario turco ha acusado a todos y cada uno de los partidos de la oposición de respaldar a este colectivo y sus ataques han sido jaleados y aplaudidos por multitudes, lo que ha llevado, según alertan varias asociaciones LGTBI, a intensificar el discurso de odio contra el colectivo. Algunas asociaciones de defensa de los derechos LGTBI como Diyarbakır Bar aseguran que eso ha llevado a que incluso la oposición emita respuestas cada vez más agresivas y subidas de tono para distanciarse del colectivo. "El discurso del odio está cada vez más encendido", defienden desde la asociación.