EUROPA DEL ESTE

Rusia pedirá aclaraciones a la OTAN tras el 'no' a sus exigencias de seguridad

La continuidad de la vía diplomática y la inminencia de los juegos olímpicos de Pekín alejan de momento la amenaza de un conflicto armado

Dos soldados ucranianos en posiciones de combate en la región de Donetsk, donde el Ejército combate a los separatistas prorrusos desde 2014.

Dos soldados ucranianos en posiciones de combate en la región de Donetsk, donde el Ejército combate a los separatistas prorrusos desde 2014.

La sangre no llegará al río, al menos de momento. Esto es lo que se desprende de las declaraciones realizadas este domingo por Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso. A la negativa de EEUU de entrar a negociar siquiera las exigencias de seguridad planteadas por el Kremlin -vetos al ingreso de Ucrania en la OTAN y a los despliegues militares de la alianza en los países del antiguo bloque comunista- la parte rusa ha respondido pidiendo a Bruselas clarificaciones acerca de "cómo materializarán sus promesas de no reforzar su seguridad a costa de la de otros", ha afirmado el responsable ruso. Con los Juegos Olímpicos de invierno en Pekín a punto de comenzar, la amenaza de un conflicto armado parece disiparse, como mínimo de forma temporal.

"Hoy mismo vamos a enviar un requerimiento oficial a nuestros colegas en la OTAN y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE); si no quieren reforzar su seguridad a costa de la de otros, que nos expliquen cómo lo van a hacer", ha declarado el jefe de la diplomacia rusa. De nuevo, Moscú insiste en que todo lo que se pueda acordar sea "legalmente vinculante". "Queremos compromisos" por escrito "que garanticen la seguridad de todo el continente europeo de forma equitativa, con una atención equilibrada a los interese legítimos rusos", ha continuado. "Queremos buenas relaciones, equitativas y de respeto con EEUU, así como con todos los países del mundo", ha concluido.

La cita olímpica

Estas declaraciones, así como las realizadas el viernes por el propio líder del Kremlin asegurando que su país mantenía abierta la vía diplomática, reducen, al menos sobre el papel, la posibilidad de un conflicto a corto plazo. La inminencia de la cita olímpica en la capital china, del 4 al 20 de febrero, también supone a priori un nuevo obstáculo para cualquier actuación militar. Analistas y dirigentes políticos dudan que Putin estuviera dispuesto a incomodar al líder chino lanzando una operación militar que sin duda eclipsaría mediáticamente unos juegos a los que precisamente el líder ruso ha prometido acudir. "Xi Jinping no estaría muy feliz si Putin decide invadir Ucrania en ese momento", ha declarado la vicesecretaria de Exteriores estadounidense, Wendy Sherman. El comportamiento del presidente ruso ante su homólogo chino ofrece una pista acerca de la naturaleza de las relaciones entre ambos: nunca le hace esperar cuando tiene previsto un encuentro o una reunión con él, a diferencia de lo que ha sucedido con otros líderes occidentales, incluido el expresidente Donald Trump.

Ello no significa que Moscú esté de momento dispuesto a iniciar la desescalada y a retirar tropas de las proximidades de la frontera que comparte con Ucrania. Más bien todo lo contrario. El dispositivo militar ha sido reforzado en los últimos días con el envío de material bélico a Bielorrusia, país vecino de Ucrania y estrecho aliado del Kremlin, desde donde se especula que podría proceder un primer ataque.

Este mismo sábado, el Ministerio de Defensa ruso ha confirmado que la primera remesa de material militar para participar en las maniobras conjuntas previstas a mediados de febrero, bautizadas con el nombre de Resolución aliada 2022, ha llegado a territorio bielorruso, y ello incluye misiles antiaéreos Pantsir-S y aviones de combate Sukhói Su-35. Estos ejercicios militares inquietan de sobremanera a Ucrania, según ha admitido el propio ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov. Además, según han filtrado fuentes estadounidenses a los medios de comunicación locales, el despliegue militar ruso junto a Ucrania incluye reservas de sangre, lo que podría dar a entender que Moscú se prepara incluso para la eventualidad de un conflicto armado.