PROTESTAS

El presidente de Kazajistán ordena disparar a matar y agradece a Putin el apoyo

Kasim-Yomart Tokáyev avisa de que no dialogará "con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros"

Kazajistán decreta el estado de emergencia tras cuatro días de duros enfrentamientos con manifestantes

/ Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EP

EFE

"Todo aquél que no se rinda será destruido; he dado la orden a las fuerzas de seguridad de disparar a matar, sin advertencia previa". En una nueva intervención televisada, el presidente de Kazajistán, Kassim Jomart-Tokáyev, ha confirmado su disposición a aplastar a toda costa la revuelta que sacude a su país desde el pasado fin de semana, incluso al precio de provocar un baño de sangre. El mandatario también ha agradecido con fervor la ayuda prestada por Rusia para acallar las protestas, un despliegue militar de grandes dimensiones que ha requerido el empleo de decenas de aviones de transporte.

"Los militantes no han depuesto las armas; continúan cometiendo crímenes o se están preparando para hacerlo", ha justificado el jefe del Estado kazajo en una intervención televisada. Reflejando un endurecimiento de su estrategia inicial ante las protestas, en la que hizo algunas concesiones a las demandas de los manifestantes, el mandatario ha adelantado que no habrá a partir de ahora ninguna negociación con quienes ha calificado de "terroristas", pese a las sugerencias en sentido contrario de numerosos dirigentes europeos: "¡Qué estupidez! ¿Qué clase de conversaciones podemos mantener con criminales y asesinos"?, ha espetado. El dirigente ha aprovechado la intervención para agradecer al presidente ruso Vladímir Putin con fervorosas palabras haber respondido "muy rápidamente" a su petición de ayuda.

Las dimensiones del contingente militar enviado por la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la alianza militar encabezada por Rusia que agrupa a algunas exrepúblicas soviéticas, han quedado meridianamente claras este viernes después de que las autoridades rusas difundieran imágenes de las decenas de aviones de transporte en los aeropuertos kazajos. Se trata, según del Ministerio de Defensa ruso, de 70 Iliushin Il-76 y cinco Antónov A-124, aparatos ambos de gran capacidad. Los efectivos militares rusos enviados al país centroasiático pertenecen a la 45º Brigada de Fuerzas Especiales, a la 31ª Brigada y a la 98º División de las Tropas Aerotransportadas.

Un duro al frente de la misión

Al frente del contingente se halla Antoni Serdiukov, comandante de las Tropas Aerotransportadas del Ejército de Rusia, y considerado un militar de la línea dura. Según 'The Insider', se trata de un oficial de amplia experiencia en las operaciones militares emprendidas por su país en las últimas décadas: participó en las dos guerras de Chechenia, estuvo en Kosovo y también en la guerra de Siria. El diario progubernamental 'Izvestia' le llegó a calificar como "el brillante organizador" de la anexión de Crimea.

Es pronto aún para determinar los efectos a largo plazo de la presencia militar de la OTSC liderada por Rusia en la política exterior e interior del Estado kazajo. Konstantin Eggert, comentarista de temas rusos, admite, al igual que la mayoría de los analistas, que existe una "gran posibilidad" de que el presidente Tokayev se convierta en "totalmente dependiente" de Putin, algo similar a lo que ha sucedidocon Aleksándr Lukashenko en Bielorrusia, aunque es una circunstancia que aún está por dilucidarse. "No sabemos si los sucesos de Kazajistán son resultado de una lucha interna de clanes; en ese caso, incluso para Rusia sería difícil convertirse en árbitro de la situación", asegura a través del teléfono. En opinión de este experto, la duración de la operación militar, es decir, si ésta se prolonga o no en el tiempo, dará pistas acerca de la naturaleza de las futuras relaciones "entre Tokáyev y Putin".

En Washington y en las capitales europeas, muchos mandatarios se preguntan si a largo plazo logrará Rusia modificar la política exterior de Kazajistán, aliada de Moscú pero a la vez manteniendo buenas relaciones con Occidente y China. "Putin intentará modificar esta estrategia de múltiples apoyos, pero no está claro que lo consiga; será difícil, dadas las elevadas inversiones estadounidenses en el sector del petróleo y del gas kazajo".