6 DE CADA 10 MUJERES TIENEN PROBLEMAS

El orgasmo femenino y la educación sexual: "Nadie nos ha enseñado a tener uno, ni siquiera a saber lo que es"

Un 61,3 % de las mujeres españolas reconoce tener problemas para llegar al orgasmo debido a la escasa educación sexual recibida

Un pomelo.

Un pomelo. / Unplash

Un 61,3 % de las mujeres españolas reconoce tener problemas para llegar al orgasmo debido a la escasa

educación sexual

recibida, según explica a Efe la sexóloga Laura Cámara, quien asegura que "nadie nos ha enseñado a tener uno, ni siquiera a saber lo que es".

Así lo ha manifestado esta especialista al comentar los datos procedentes del X barómetro "Los jóvenes y el sexo", de Control España, con motivo del Día internacional del Orgasmo Femenino. "Es una cuestión de aprendizaje", asegura Cámara, quien considera que para las mujeres el orgasmo siempre ha sido algo mucho más oculto y "jamás han tenido permiso para explorar" su sexualidad.

Según la sexóloga, las mujeres que han aprendido a conseguir un orgasmo lo han hecho habitualmente por casualidad, ya que para alcanzar el clímax hay que tener una intención clara de explorar en el placer, y en eso las mujeres tienen "serios problemas, derivados de esta visión tan estigmatizada de la sexualidad femenina".

Pese a la importancia del orgasmo en la vida sexual de una persona, Laura Cámara cree que hay que desmitificarlo y no pensar que es el fin del sexo, puesto que "es una parte del placer", pero no la única. Una idea que aún no ha calado en un alto número de mujeres, ya que, según el informe del fabricante de preservativos, casi el 60 % admite haber fingido orgasmos para no hacer sentir mal a su pareja sexual.

La experta rehúsa hablar de tipos de orgasmo, al insistir en que "hay solo uno, que realmente se produce en el cerebro de muchas maneras". "Formas hay tantas como personas en el mundo, porque cada persona necesitará un tipo de estímulo, ritmo o intensidad diferentes" para llegar al clímax, según destaca Cámara al subrayar que "el orgasmo es una experiencia muy personal".

La sexóloga valora que los tiempos hayan cambiado y la normalización de los juguetes sexuales en mujeres "haya democratizado el placer femenino", así como "el hecho de buscar placer y de practicar y buscar recursos". Pese a ello, reconoce que la sexualidad femenina todavía tiene que recorrer un largo camino para ser desvinculada de algo vergonzoso, y "para conocer mejor cómo funciona nuestro cuerpo".