VIOLENCIA DE GÉNERO

Una unidad móvil recorre Madrid para atender las emergencias de las víctimas de violencia machista

Mujeres ancianas o con discapacidad no pueden desplazarse a los servicios de ayuda

El Ayuntamiento de Madrid dispone de una unidad móvil para atender a víctimas de violencia de género que no puedan desplazarse a los recursos de atención y recuperación.

El Ayuntamiento de Madrid dispone de una unidad móvil para atender a víctimas de violencia de género que no puedan desplazarse a los recursos de atención y recuperación.

Violeta Molina Gallardo

Violeta Molina Gallardo

Una mujer ingresada en el hospital tras un parto prematuro provocado por una paliza de su pareja, otra geolocalizada e hipercontrolada por su marido, una anciana que no se orienta en el metro o una chica con problemas de movilidad han sido algunas de las víctimas a las que ha atendido la unidad móvil del Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género (SAVG24H) del Ayuntamiento de Madrid. Como ellas no pueden desplazarse para recibir ayuda, la ayuda va hasta ellas con el objetivo de atenderlas en situaciones de emergencia y ayudarlas a dar los primeros pasos para salir del ciclo de la violencia.

Desde mayo, las psicólogas, trabajadoras sociales y operadoras jurídicas del SAVG24H cuentan con una unidad móvil con la que acercarse a las víctimas más vulnerables que no pueden acudir al centro donde prestan sus servicios: mujeres con discapacidad, mujeres que acaban de vivir una crisis, ancianas o víctimas sometidas a un gran control por parte del agresor.

Puerta de entrada a la red de ayuda

El SAVG es un recurso de emergencias municipal abierto las 24 horas de los 365 días del año y constituye la puerta de entrada a la red de asistencia a víctimas de la violencia machista en el ámbito de la pareja o expareja en Madrid. Es la primera instancia a la que acuden las mujeres en busca de ayuda asistencial, ya sea a través del teléfono 900 222 100 -gratuito y no deja rastro en la factura- o derivadas desde la policía u otros recursos como centros sanitarios.

Un equipo de psicólogas, trabajadoras sociales, educadoras sociales y asesoras jurídicas evalúan la situación y el riesgo al que está expuesto la víctima y determinan si se trata de una emergencia o una urgencia, para así establecer el tipo de ayuda al que deben derivarla y en qué plazos.

La treintena de profesionales que trabajan en el SAVG prestan atención inmediata a las mujeres víctimas de maltrato machista con independencia de su nacionalidad y su situación administrativa, no es necesario que hayan interpuesto denuncia contra su agresor ni que hayan roto la relación. Lo prioritario es servir de ventana para que ellas puedan dar el primer paso hacia una vida libre de violencias.

Este servicio hace frente a situaciones de emergencia donde existe un riesgo vital y la intervención no se puede aplazar y de urgencia, en la que se puede programar en pocos días tras establecer un plan de seguridad. Los teléfonos 016 (del Ministerio de Igualdad) y el 012 (de la Comunidad de Madrid) derivan al SAVG todos los casos que reciben de Madrid capital.

Como el equipo suele atender a las víctimas en un contexto crítico -ya sea porque acaban de ser agredidas o van a serlo o por estar en un momento de vulnerabilidad-, lleva a cabo un primer trabajo de contención y estabilización emocional y psicológica, les traza un plan de seguridad individualizado, les presta un asesoramiento jurídico y hacen una evaluación de su situación y la de sus hijos, en caso de tenerlos.

Las profesionales pueden valorar entonces si la víctima necesita ser acogida de forma inmediata en una "zona de estancia temporal", donde tanto ellas como sus hijos pueden pasar 72 horas. Este alojamiento de emergencia también depende del SAVG, que les garantiza protección, alojamiento y cobertura de sus necesidades básicas más urgentes.

A partir de aquí, el servicio coordina el acceso a plazas de alojamiento en centros de emergencia (donde pueden estar dos meses), viviendas semiautónomas (entre 9 y 12 meses) o ser derivadas a los centros de acogida (12 meses) dependientes de la Dirección General de Igualdad de la Comunidad de Madrid. A aquellas mujeres que no necesiten una alternativa habitacional, o no quieran acceder a ella, se las deriva a otro tipo de recursos sociales y asistenciales.

Si la situación de la mujer no es una emergencia, sino una urgencia, el SAVG cita a las víctimas en un plazo máximo de cuatro días para llevar a cabo esta evaluación, asesoramiento y derivación. El momento en que una mujer decide voluntariamente contactar con el servicio es clave, si se tarda demasiado en atenderla, puede desistir.

En 2020, año de pandemia, este servicio -dependiente del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid- atendió a un total de 1.683 mujeres. Sólo entre enero y agosto de 2021, las situaciones de emergencia fueron 555, frente a las 523 de todo 2020.

"Son 1.683 mujeres con nombre y apellidos que están enfrentándose a una situación de violencia. La sociedad suele quedarse en los feminicidios, pero hay que hacer un reconocimiento de todas aquellas mujeres que se enfrentan a la situación de querer salir de la violencia, son verdaderas supervivientes, hacen malabares para sobrevivir", asevera la directora del Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género, Ana García.

La responsable destaca la importancia de que la mujer tenga autonomía en todo el proceso y decida qué camino seguir. Algunas, cuando llegan, ni siquiera son conscientes de que viven en una relación de violencia, pero García indica que es importante que sepan que están ahí para que en el futuro, cuando el ciclo de la violencia se reproduzca, tengan un lugar al que acudir a pedir ayuda. Son frecuentes los casos en los que una mujer es objeto de distintas intervenciones en el tiempo, incluso por agresores diferentes.

Llegar a todas las víctimas

La directora explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que la unidad móvil -para trasladar este servicio al entorno de la víctima- nace porque había varios perfiles de mujeres a los que no se estaba llegando: "Hay mujeres que se enfrentan diariamente a situaciones de violencia machista en el ámbito de la pareja o la expareja y están en una situación de mayor vulnerabilidad, tienen mayores dificultades para acceder al centro. Esas mujeres estaban ahí y no estábamos llegando. Principalmente mujeres mayores de 60 años que no se desenvuelven bien, que nunca han cogido un metro. Es más fácil acercarnos que se acerque ella", relata.

También estaban quedando fuera mujeres con discapacidad -psíquica, física o sensorial-, aquellas para las que el idioma es una barrera para acceder a los recursos y otras sometidas a un fuerte control por parte de su pareja o expareja: "Hemos tenido a una mujer que tenía controlados por GPS su móvil y su coche, no podía venir al recurso, así que íbamos nosotros a su trabajo".

Otro caso de intervención "in situ" son las crisis tras una agresión: el equipo se desplaza a la casa de una mujer que ha sido agredida, por la llamada de la policía, o bien a un hospital en el que ha sido ingresada. A Ciudad Lineal, Vallecas o Chamberí, el servicio se desplaza a todos los distritos de la capital.

Una respuesta única en España

"La esencia de este servicio es la emergencia, es algo que no hace nadie. No tenemos un homólogo que ofrezca estas prestaciones en la Comunidad de Madrid ni a nivel nacional", destaca la responsable.

"Atendimos a una mujer ingresada a la que una agresión le había provocado el parto", recuerda. El entorno del hospital era óptimo para establecer un vínculo con el servicio de ayuda porque, una vez saliera de alta, se encontraría en una situación de vulnerabilidad y dependencia que dificultaría que acudiera al SAVG.

Una persona mayor apoya sus manos en un bastón.

Las ancianas son uno de los colectivos a los que pretende llegar la unidad móvil de atención a víctimas de violencia de género del Ayuntamiento de Madrid. / Imagen de archivo / Pixabay

En otro caso, acudieron a atender a una mujer octogenaria que se había intentado suicidar porque prefería elegir morir a entrar en una fase en la que dependiera de los cuidados de su agresor. Había mostrado su intención de separarse, pero al no contar con el visto bueno de sus hijos, trató de quitarse la vida.

La unidad móvil también hace salidas de acompañamiento técnico a los juzgados o a la comisaría. Uno de los ejemplos es el de una chica joven que acudió al juzgado a declarar contra su agresor y, como estaba desbordada emocionalmente, la policía recurrió al SAVG para que hicieran con ella una intervención en la misma sede judicial.

La unidad es una furgoneta con nueve plazas equipada con sillita de bebé y rampa, adaptada para trasladar dos sillas de ruedas. En su interior, una mesa plegable para cuando sea necesario hacer la intervención en el interior del vehículo.

Desde su puesta en marcha en mayo hasta octubre, se han realizado 95 intervenciones de un total de 124 propuestas, la mayoría de las que no se llevaron a cabo no se hicieron por estar fuera del horario de la unidad móvil (de 8 a 15 horas). De ellas, 20 fueron con 12 mujeres mujeres mayores de 60 años, según precisa el Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social.

La mitad de las salidas han sido para atender una situación de crisis, el 37 % para ayudar a víctimas con problemas de accesibilidad y el 12 % a mujeres sometidas a un gran control por parte del maltratador.

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.