COMUNIDAD VALENCIANA

Ni estudiantes ni ancianos: el pueblo valenciano que prohíbe las residencias en su casco histórico

La implantación de un campus universitario en Alfara del Patriarca ha provocado la proliferación de residencias de estudiantes y el consistorio ha aprobado una modificación del PGOU que no permite el uso residencial comunitario fuera de la unidad familiar

Una de las residencias de estudiantes de Alfara del Patriarca construida en los últimos años.

Una de las residencias de estudiantes de Alfara del Patriarca construida en los últimos años. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Alfredo Castelló

El Ayuntamiento de Alfara de Patriarca veta las residencias de estudiantes y de ancianos en su casco histórico. Así se recoge en la modificación puntual del PGOU que ha sacado a exposición pública el consistorio de l’Horta Nord.

La implantación hace ya varias décadas del campus universitario Cardenal Herrera-CEU en Alfara, ha provocado la proliferación de residencias de estudiantes. Actualmente cuenta con nueve complejos, la mitad creadas en los últimos tres años, además de un hotel, y se ha detectado interés por impulsar más. El municipio tiene un censo de 3.300 habitantes, mientras que la población universitaria del campus roza los 9.000, un tercio extranjeros. 

Por tanto, son muchos los estudiantes que buscan alojamiento en el municipio y los alrededores para asistir a clase. Y no solo viven en las residencias, construidas en algunos casos en viejas casas señoriales amplias, sino también en pisos particulares en régimen de alquiler, donde los estudiantes escapan a las normas que impone una residencia. Este tipo de inmuebles privados son muy apetitosos causando un mercado especulativo de arrendamiento.

Pero el beneficio de unos es el incordio de otros. De ahí que hace un año surgiera Recuperem Alfara, un movimiento ciudadano a través de las redes sociales, con el objetivo de luchar contra la proliferación de residencias para estudiantes en el núcleo urbano que provoca, según explicaban, que "sea imposible para las familias o jóvenes del municipio poder optar a una vivienda, ya sea mediante alquiler o adquisición, además de suponer un impacto visual que rompe con la estética". 

El ayuntamiento recogió el guante, y ahora va a aprobar una modificación puntual de su PGOU, que afecta únicamente a un artículo. El documente sostiene que el objetivo es regular taxativamente una situación que si bien hasta el momento no figuraba en el Plan General (de 2002) como compatible tampoco aparece expresamente prohibido. La propuesta de modificación persigue que el uso residencial comunitario del núcleo histórico no "quede desvirtuado, ni conviene que pueda verse amenazado ni que se vaya debilitando por oportunidades de mercado, el destino tradicional de vivienda familiar".

Así pues, el nuevo artículo 6.4 especifica que los edificios destinados al "alojamiento permanente de colectivos que no constituyan unidades familiares, tales como residencias de estudiantes, de ancianos, comunidades cívicas o religiosas, este uso se considerará manifiestamente incompatible con el dominante residencial unitario de la zona de ordenación urbanística del núcleo histórico, como asimismo en las demás zonas de uso residencial dominante en las que expresamente no esté contemplada la compatibilidad".

El ayuntamiento suspendió en junio de 2021 cualquier concesión de licencia de obras y de actividad referentes al uso residencial comunitario en la zona del núcleo histórico, por un periodo de dos años. Ahora, también se extiende dicha suspensión en las zonas de ordenación de vivienda adosada y de vivienda aislada.

La congelación de licencias permite al consistorio decidir durante todo ese tiempo qué modelo de futuro quiere. De hecho, tal como explica el concejal de Urbanismo, Julio Berga, el ayuntamiento ya tiene sobre la mesa un Plan de Vivienda elaborado por una empresa andaluza para conocer todo tipo de parámetros de la población y el acceso a inmuebles, desde precios de alquiler a rentas e ingresos. "Con todo ello, todos los grupos municipales abordarán las soluciones habitacionales para Alfara", indica el regidor. Por ejemplo, "decidir si se permiten nuevas y grandes residencias de estudiantes, que conllevan ingresos para los comercios y para el propio ayuntamiento en forma de IBI, pero fuera del casco histórico", avanza Berga, circunstancia que permitirá minimizar el volumen de alquiler de estudiantes en pisos privados y liberando así estas casas para vecinos y jóvenes del propio pueblo.