ELECCIONES ANDALUCÍA

¿Quién es Giorgia Meloni, la política italiana de herencia neofascista que apoya a Olona en Andalucía?

En su discurso en el mitin de Vox en Marbella en apoyo a Macarena Olona, Meloni arremete contra el colectivo LGTBI, el feminismo, la inmigración y la UE

Meloni junto a Olona en el mitin de Marbella

Meloni junto a Olona en el mitin de Marbella / Vox

Héctor González

Héctor González

El último mitin de Vox en Marbella, enmarcado en la campaña de las elecciones andaluzas del 19J, ha contado con una figura invitada: Giorgia Meloni, líder de Fratelli d'Italia, un partido de ultraderecha italiano, quien ha pronunciado un discurso en favor de la candidata de Vox, Macarena Olona, plagado de odio contra el colectivo LGTBI, el movimiento feminismo y la inmigración.

"Sí a nuestra civilización", grita exacerbada la política italiana en un momento del discurso, como supuesta oposición a los "lobby LGTBI", la "inmigración masiva", los "burócratas de Bruselas" o la "violencia islamista" contra los que carga en un alegato manifiestamente intolerante. Meloni (45 años), es cofundadora y dirigente de Fratelli d'Italia ('Hermanos de Italia'), una formación ultraderechista heredera del neofascismo del 'Movimiento Sociale Italiano' (MSI), fundado por los seguidores de Mussolini tras su muerte.

Esta exministra de Berlusconi, admiradora declarada de Trump y Orbán, y que ha justificado en repetidas apariciones públicas a Mussolini, es actualmente el principal rival por la derecha de la Lega de Matteo Salvini. Las palabras de Marbella resumen los pilares ideológicos de Meloni y su partido: patria, familia y tradición. Una perorata ultraconservadora que desprecia la ideología de género, el globalismo, la Unión Europea o los derechos LGTBI; al mismo tiempo que reivindica las raíces, la identidad nacional, la familia o el valor de la maternidad.

Durante dicho discurso en apoyo a Macarena Olona, Melloni llega a decir que la "ideología de género" busca "la desaparición de la mujer" y "el fin de la maternidad" y cargó contra lo que llamó "los lobby LGTBI" mientras defendía lo que denominó "la familia natural" o "la universalidad de la cruz" frente a la "violencia islamista". También sacó a relucir su xenofobia y antierupeísmo, atacando a la ""inmigración masiva" y a "los burócratas de Bruselas".