FÚTBOL
Qué son los expected goals (xG) o goles esperados
Te explicamos en qué consiste esta variable de la estadística avanzada del fútbol y cómo influye en los resultados
El fútbol utiliza cada vez más métricas para analizar los resultados de los partidos. Es lo que se llama estadística avanzada, que intenta ir más allá de los datos tradicionales como goles, paradas faltas, tarjetas o fueras de juego para hacer un dibujo pormenorizado de lo que ha sucedido en un encuentro. Una de las medidas más habituales en este caso es la de los goles esperadores, conocidos como 'expected goals' por su nombre en inglés y también por su abreviatura xG.
¿Qué significa xG?
Lo primero que hay que saber es que los goles esperados no tienen nada que ver con los goles marcados. También, que el número de xG no tiene por qué ser un número redondo y, de hecho, lo más habitual es que contenga decimales. Porque a diferencia de las estadísticas tradicionales, no se trata de una suma de eventos, sino una ponderación matemática.
Explicado de manera sencilla, lo que marcan los expected goals es el número de goles que debería haber marcado un equipo durante un partido (o en periodos más amplios, como una temporada entera). Para determinar este número, un algoritmo se encarga de media la calidad de cada una de las ocasiones de goles, dándoles un valor entre 0 y 1.
¿Qué mide los expected goals?
Por ejemplo, un disparo a portería vacía y a pocos centímetros de la línea de gol supondrá un índice de expected goal de 1 o de casi 1 (0,98 por ejemplo). En cambio, un chut desde el centro del campo o desde una posición forzada con muchos defensas por delante sumará apenas unas centésimas, aunque dicho intento acabe, en efecto, en gol.
La suma de los índices de cada una de las ocasiones que tenga un equipo ofrecerá los xG al final del partido. Es decir, delimitará cuántos goles debería haber marcado ese equipo en ese encuentro en función de la calidad de sus oportunidades.
La relación entre goles y expected goals
Normalmente, el equipo que acumula más goles esperados suele ser el que gane los partidos. Pero eso no siempre es así y cada jornada ocurre algún caso contrario, en el que gana el partido alguien que ha hecho "pocos méritos" ofensivos para llevarse la victoria.
Un buen ejemplo es el de la vuelta de semifinales de la Champions que enfrentó al PSG y al Borussia Dortmund en París. El equipo francés acabó el partido con 3,04 xG, mientras que los alemanes lo hicieron con 0,47. Es decir, lo 'normal', según el cálculo de probabilidades, habría sido que Mbappé y compañía ganaran ese partido por 3-0 o 3-1. Sin embargo, el Dortmund se impuso por 0-1, clasificándose para la final de la Champions.
Del mismo modo, se utilizan algoritmos similares para calcular las paradas esperadas de un portero o los goles esperados de un futbolista en particular a lo largo de una temporada u otros periodos de tiempo. Si el número de paradas esperadas está por encima de las paradas reales, significará que ese portero ha parado menos de lo que debía, por lo que quedará señalado. Del mismo modo, un delantero cuyos goles reales superan los esperados será uno que haga un gran aprovechamiento de sus oportunidades.
- García Castellón señala en un auto 'vínculos personales' del suegro de Sánchez con comisarios de la trama de Villarejo
- Robert Sapolsky, neurocientífico: "Si todo el mundo entendiera que no somos dueños de nuestras decisiones, el mundo se derrumbaría
- Jordi Vila, el inventor de la fregona Vileda, vuelve a innovar con el cubo de fregar con agua siempre limpia
- La Audiencia Nacional usa la información de Francia para comprobar si Marruecos espió a Sánchez
- Begonya Gasch, psicopedagoga: 'El sistema educativo es muy protocolario y rígido: la norma y el rendimiento no dejan espacio a la particularidad del alumno
- Ayuso ataca a Mónica García por limitar la colaboración privada en Sanidad: 'Quieren reventar Madrid por envidia, sectarismo y política
- La bolsa no se cree la opa a Banco Sabadell: sus acciones están lejos de la prima de BBVA
- La FIFA endurece su lucha contra el racismo tras el 'caso Vinicius' y propone derrotas automáticas en casos de xenofobia