BORUSSIA DORTMUND 4 - 2 ATLÉTICO DE MADRID

Ni la defensa ni Morata hacen los deberes y el Atlético se queda a las puertas de las semifinales

Correa metió a los rojiblancos en la siguiente ronda, pero los errores en la zaga acabaron dinamitando su andadura en la Champions League

LA CRÓNICA: El Atlético muere aplastado por el 'Muro Amarillo' del Dortmund

Witsel, Koke y Pablo Barrios se lamentan tras el último gol del Borussia

Witsel, Koke y Pablo Barrios se lamentan tras el último gol del Borussia / CHRISTOPHER NEUNDORF / EFE

Isabel Guillén

Isabel Guillén

La primera misión del Atlético en este partido de vuelta de los cuartos de la Champions League era, evidentemente, convertirse en el primer semifinalista español, una eliminatoria en la que tampoco estará el Barça. Pero también era un encuentro con deberes para muchos jugadores rojiblancos. Por un lado, la defensa necesitaba mantener la portería a cero. Y este era el partido indicado para ello, ya que a los visitantes el empate a cero les valía.

"Si no se sufre no es el Atleti", suelen decir los aficionados rojiblancos. Y para qué perder la costumbre, pues la zaga atlética quedó evidenciada una vez más y tuvieron que ser los tres cambios en el descuento los que intentaron cambiar el rumbo de un partido en el que se mascó la tragedia tras el 2-0. Salvados por Correa tras los fallos de Morata, que desaprovechó la oportunidad de volver a marcar mes y medio después, la catástrofe llegó tras dos errores claros por la banda izquierda que Füllkrug y Sabitzer aprovecharon para dinamitar la eliminatoria. Simeone está ya en su peor promedio en cuanto a goles encajados de la historia del Atlético de Madrid.

Azpilicueta salva los muebles en los primeros minutos

Sabía el Cholo que los primeros compases del Borussia serían intensos y ahí es cuando su equipo debía estar preparado. Una misión que encomendó a Giménez, en el eje de la zaga, acompañado de Witsel y Hermoso. Sería Azpilicueta quien iba a ser el carrilero izquierdo esta vez, que sustituyó a Lino, que estaba sancionado. Menos velocidad y más rocosidad atrás debió pensar el Cholo. Una misión que cumplió con creces en el primer minuto, cuando un contragolpe del Dortmund con Adeyemi filtrando para Sabitzer, que se iba a convertir en la bestia alemana fue taponado para evitar el gol cantado.

Y es que Azpilicueta era consciente de que no había mejor partido que este para conseguir mantener, por fin, la portería a cero, un objetivo que el Atlético tiene en la lista de deberes desde hace 60 días, una terrible racha de 11 partidos consecutivos que no se daba desde hacía 20 años, cuando Gregorio Manzano y César Ferrando eran los entrenadores colchoneros, con el despido del primero entre medias.

El Borussia comenzó atacando con un ritmo frenético que sorprendió a los rojiblancos, que empezaron a escenificar desde el primer minuto que fuera de casa sufren, y mucho. Los alemanes entraban por la banda derecha con la mayor facilidad posible. Y ahí es cuando Azpilicueta se echó al equipo a la espalda y comenzó a tapar todos los balones que entraban por su carril, liderados por la inexpugnable conexión de Brandt y Sabitzer. Pero como todo un once no podía depender del navarro, erraba en la mitad del partido dejándole un recado en el gemelo a Adeyemi. Una amonestación que le iba a costar entrar al banquillo al término de la primera mitad.

La zaga atlética con más goles en contra de la historia

Oblak lo vio venir a las primeras de cambio, consciente de que su sufrimiento en los últimos minutos de la ida en el Metropolitano se iban a alargar durante los primeros 45 minutos. Las arrancadas de Brandt, autor del primer gol del partido sorprendieron al belga, que se quedaba huérfano ante la facilidad de superar las líneas defensivas rojiblancas que tenían los alemanes. El mediapunta se metía entre Emre Can y Sabitzer, muy activo para dar salida a los suyos, sobre todo con la velocidad que tenían por las bandas. Y su insistencia dio sus frutos, pues hacía el 1-0 para los alemanes.

Estaba el bloque de Terzic encontrando huecos entre Witsel y Nahuel. Sabían que tenían que incidir por ahí y así lo hicieron de la mano de Maatsen que, al contragolpe y con los espacios que dejaban los visitantes, no necesitó mucho para jugar desde el medio campo y avanzar con rapidez para batir a Oblak y hacer el 2-0. Un gol con el que el Atlético igualaba su temporada con más goles en contra: la 2021/2022 con 57 goles, en esta son ya 61. Récord batido, se mascaba la tragedia.

Borussia Dortmund - Atlético de Madrid

Borussia Dortmund - Atlético de Madrid / Associated Press/LaPresse

Una catástrofe que solventó, aunque fuera solo por momentos, el mismo que la había causado: Mario Hermoso, que al igual que dejó su banda hecha aguas en la primera parte, cabeceo desde el segundo palo un balón de Griezmann, que una vez más fue el creador de juego y Hummels, en su intento por despejar, mandó la pelota a su propia portería. Algo así como "no os durmáis" debió decirles Simeone desde la banda. Una indicación que parece que no les llegó, quizás fue el ambiente en el Signal Iduna Park, que ensordeció sus pautas, pues tras otros dos errores en la zaga llegaron otros dos tantos que el Atlético no pudo revertir. "Un partido de mucha ida y vuelta, en dos zarpazos han venido dos goles, así es el fútbol, nos vamos dolidos", afirmaba Koke al término del partido.

Morata: tocado y al banquillo

Simeone ya señaló en el encuentro que se disputó en Madrid que necesitaba la mejor versión de Álvaro Morata. Dicho de otra manera, que necesitaba los tantos del punta madrileño que no hace gol desde hace mes y medio. No está en una buena racha de cara a portería, pero eso no parecía importarle mucho a su técnico, que siempre ha tenido una gran fe hacia Morata. A las primeras de cambio, el español tuvo una oportunidad a pase de Griezmann y se quedaba solo ante Kobel. Pocas oportunidades como esta suelen aparecer en este tipo de partidos, pero el ariete optó por una vaselina que se fue por la derecha de la portería cuando los 4.000 atléticos trasladados a Alemania ya celebraban el 0-1. Lo volvió a intentar el español a la media hora de partido, cuando el equipo ya había adelantado las líneas de presión, pero arrancó en posición antirreglamentaria.

Esa confianza plena en Morata parecía haberse disipado, pues Simeone sacaba al ariete por Correa al término de la primera mitad. Necesitaba cambios su equipo e intentó buscarlos metiendo también al banquillo a Nahuel Molina. Riquelme, Barrios y Correa serían los encargados de buscar las soluciones en la pizarra. Sin embargo, parecía un espejismo de la primera acción de Morata la que tuvo Correa al inicio de la segunda mitad. Se quedaba solo el argentino tras un balón largo de Koke, pero el balón se volvía a ir por la derecha. El Cholo se echaba las manos a la cabeza, consciente de que pocas veces hay ocasiones tan claras en partidos de este nivel.

Correa marca pero el Borussia lo arregla en tres minutos

Riquelme y Barrios dieron la establidad que el partido necesitaba y Correa, por su parte, encontró un premio fruto de su insistencia. En un partido unidireccional, empezaron a aparecer las alternativas bajo las botas del revulsivo, que hacía el 2-2 para meter a su equipo en semifinales. En parte gracias a Griezmann, que una vez más se echó al bolsillo la llave que abría cualquier puerta, con una colocación y desplazamiento que hicieron el pase de la muerte para Riquelme, lo que desató en una jugada de rechaces que le llegaron al '10', que estampó su primer tiro en el pie de Schlotterbeck, pero una volea de exterior posterior mandó la pelota a la red. Se besaba el escudo, creía el argentino, creía el Atlético.

Ángel Correa celebra su gol con el Atlético de Madrid

Ángel Correa celebra su gol con el Atlético de Madrid / EFE / CHRISTOPHER NEUNDORF

Una alegría que les duró poco. Primero, tras un error de Giménez, que hacía que Niclas Füllkrug la cruzara a las mil maravillas al palo. Tres minutos después, otro error por esa débil banda izquierda se traducía en el 4-2 de Sabitzer, que era capaz de batir a Oblak con un zurdazo raso. El guardameta rojiblanco era el único que mantenía viva la esperanza en los últimos minutos, cuando el partido se volvía loco y los locales pudieron adelantar su ventaja de goles hasta en dos ocasiones bajo las botas de Sabitzer, un monstruo con el que toda la zaga del Atlético tendrá pesadillas. Fé y buscar una solución a la desesperada. Ese era el plan.

Pero la realidad es que con una defensa que hace aguas, ni los mejores revulsivos ni el lema de "resistir y sufrir hasta el final" se puede llegar a las semifinales de la Champions League. Espacios, debilidad y poca atención que hizo que el Borussia Dortmund entrase con demasiada facilidad y evidenciaran que el mayor problema del Atlético de Madrid en esta temporada son los fallos en su defensa.

El Borussia se convierte así el segundo equipo que le hace cuatro goles dos veces al Atlético en toda la historia de la Champions (4-0 en 2018 y 4-2 hoy). Por si fuera poco, Simeone está ante su peor promedio en ese sentido en una temporada y ya incluso con más tantos en contra que en 10 de las 11 campañas completas con el técnico argentino.