RUGBY

Previa del 6 Naciones: análisis de Francia, Escocia e Italia

Análisis de los galos, que abren el torneo en el partido con más fuste ante Irlanda, los caledonios más optimistas en años y una Italia que estrena seleccionador en el banquillo

Analisis II del 6 Naciones: Francia, Escocia e Italia

Analisis II del 6 Naciones: Francia, Escocia e Italia / @SixNations

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Este viernes comienza el VI Naciones, que cumplirá 141 años y 130 ediciones, lo que le convierte en el torneo más antiguo de la historia del rugby, y uno de los más longevos de la historia del deporte, el ahora llamado VI Naciones. Fue Cuatro Naciones hasta que se convirtió en V Naciones con la llegada de Francia en 1910. La competición se canceló durante las Guerras Mundiales (1915 a 1919 y de 1940 a 1946) y por medio Francia fue excluida en 1931, acusada de profesionalismo. En 1947 se reanudó el Torneo tras la Segunda Guerra Mundial ya con Francia integrada y en el 2000 se sumó Italia dando paso el VI Naciones. Como todas las ediciones post-Mundial (algo que pasa desde 1987), los relevos generacionales y los cambios de seleccionador igualan algo la contienda y ofrecen torneos más interesantes. Aunque luego la estadística delate lo contrario, porque tres de los últimos cuatro torneos tras Mundial han terminado en Grand Slam (2008 Gales, 2012 Gales y 2016 Inglaterra). Procedamos a analizar cómo llega cada selección.

FRANCIA, EN EL DIVÁN

Este 6 Naciones debería medir en Francia la profundidad estructural del daño producido por la devastadora derrota en cuartos de su Mundial ante Sudáfrica. Una derrota que aún no se ha digerido porque poco o nada han hablado sus protagonistas de ella. Lejos de ello, han huido hacia adelante, como un Fabien Galthie esquivo o un Antoine Dupont embarcado en el desafío de ser olímpico en París con la selección de 7 para colgarse una medalla. Otra misión complicada que puede generarle más frustración con un nuevo fracaso ante los suyos. 

Para romper el hielo y calibrar su estado anímico el torneo se abre el viernes a las 21:00 (horario futbolero) midiendo a Les Blues a otra selección que se relame las heridas tras caer eliminada, una vez más, en cuartos del Mundial: la todopoderosa Irlanda. Los All Blacks la empujeaon a la cuneta, pero Andy Farrell ha pasado página y mira al 2027 con un complicado escenario generacional. Un ejército de treintañeros en plenitud que irá declinando conforme se acerque la cita en Australia. 

Fabien Galthie, seleccionador de Francia de rugby

Fabien Galthie, seleccionador de Francia de rugby / Anne-Christine Poujoulat/AFP

Se miden las dos grandes dominadoras del torneo en los últimos años, ganadoras del Grand Slam en 2022 (Francia) y 2023 (Irlanda). Equipos feroces adelante y verticales atrás. Equipos industriales marcados por ausencias capitales como las de Dupont, D'Artagnan y Asterix todo en uno, y Sexton, alfa y omega de los de la isla Esmeralda. 

El partido inaugural marcará el devenir en el torneo de ambos. Quien gane será candidato obligado al Grand Slam, único resultado que puede restituir algo la maltrecha estima de galos e hibernios. Será como tumbarse en un diván o mirarse en un espejo. Huérfanos de liderazgo, buscarán un nuevo caudillo en el campo para vertebrar el juego de unas plantillas, por otro lado, descomunales. Bundee Aki ha descorchado en jugador mayúsculo durante el Mundial y apunta a ser el gigante verde, mientras las filas galas apuntan a ser lideradas por la intendencia del capitán Aldritt en los puntos de encuentro y hacer un reparto más coral del volumen ofensivo con protagonismo anotador en las orillas de los espadachines de Burdeos, Penaud y el imberbe Bielle-Biarrey. Fickou frotará la lámpara en el mediocampo o lanzará al ariete Danty, ocupando el fondo del pasillo el siempre fiable Ramos. 

LA AMENAZA DE MESSI Y HUWIPULOTU

Si hay una selección que llega en su punto de madurez al torneo es Escocia. Algunos de sus jugadores diferenciales atraviesan por un buen momento y a eso suman una generación pujante que suma efectivos de un nivel más que interesante. Los escoceses no pudieron llegar a los cruces en su infernal grupo, junto a irlandeses y sudafricanos, pero vendieron cara su piel. 

Townsend parece acercarse al equilibrio entre el juego de una delantera dominador y un juego alegre atrás con el Messi del rugby, así se ha autoproclamado Finn Russell en el documental de Netflix, alimentando a 'Huwipulotu' su explosiva pareja de centros (Huw Jones y Sione Tuipulotu) que genera ventajas para un back-three en el que destaca el gigante Duhan van der Merwe. En la otra orilla se espera a Darcy Graham, quien no estará en el choque inaugural, entrando por él el especialista de 7 Ross McCann. 

Pugna por un balón durante el Francia-Escocia del Seis Naciones de rugby de 2021.

Pugna por un balón durante el Francia-Escocia del Seis Naciones de rugby de 2021. / Afp

Escocia quedó tercera en la pasada edición y aspira "a escalar una posición o dos". Los del cardo se postulan como candidatos, aunque están un escalón por debajo de Irlanda y Francia, pero muestran más consistencia que ingleses, galeses o italianos. La inopinada mejora de Finn Russell, donde llegó el pasado verano para ascender a los del Recreation Ground a la categoría de aspirantes al título en la Premiership, ha disparado las expectativas de los caledonios.

Su tercera y primera línea vuelven a ser fiables, lo que le permite recuperar esa identidad de equipo rocoso que combate con fiereza en los puntos de encuentro. La mejor noticia para Townsend, que se ha reconciliado con Russell hasta el punto de incluirlo en el grupo de capitanes, es que tiene competencia en lugares claves del campo. Así, Jamie Ritchie, Rory Darge y Matt Fagerson tendrán que ganarse la camiseta titular ante la aparición de Josh Bayliss. Delante Pierre Schoeman y WP Nel (que es baha en el arranque) son pilares poderosos y a su espalda tienen segundas de peso y oficio. Rebaja el optimismo echar un ojo a la estadística y ver que los del cardo no ganan a Irlanda desde 2017, encadenando desde entonces nueve derrotas con ellos. Los de Townsend, que recibirán en Murrayfield a Francia y a Inglaterra, comienzan visitando Cardiff y acaban en Dublín. 

ITALIA, QUESADA TIRA DE LOS 'BAMBINOS'

No es fácil ser italiano, por más audaces que hayan sido en su desembarco en el V Naciones que aún lo sigue siendo con el añadido forzado de la azzurri. Porque delata la estadística que desde el año 2000, los Azzurri han sumado 13 Cucharas de Madera y cero títulos. Un balance duro de encajar que les sigue convirtiendo en el chivo expiatorio del torneo. 

Es cierto que en 2022 logró frenar la sangría en forma de derrotas, hasta 36 consecutivas, con un triunfo sobre Gales, pero en 2023 volvió a las andadas con otra cuchara de madera. Este desgaste ha provocado el paso de numerosos inquilinos por su banquillo desde su ingreso en el torneo (Brad Johnstone, John Kirwan, Pierre Berbizier, Nick Mallett, Jacques Brunel, Conor O'Shea, Franco Smith, Kieran Crowley y ahora Gonzalo Quesada). La llegada del argentino Quesada al banquillo, sumado al buen desempeño de su selección Sub-20 en los últimos Mundiales júniors con sonadas victorias sobre potencias de fuste, además de los triunfos de la azzurra sobre Gales y Australia en 2022, invita a pensar en una mejora que veremos si le da para echar mano a algún rival del 6 Naciones. 

Es una ocasión propicia por el reseteo de todas las selecciones tras el Mundial. Caras nuevas, nuevos roles y una generación de jugadores italianos que tienen peso en equipos de rango en Europa, lo que genera un optimismo moderado en las filas transalpinas. Moderado porque las severas derrotas en el Mundial (96-17 ante Nueva Zelanda y 60-7 con Francia) provocaron una oleada de críticas más que justificadas. Anda Italia buscando una personalidad de juego que no acaba de encontrar desde que colgaron las botas sus gordos más ilustres: Castrogiovanni, Lo Cicero, Bortolami, Dellapé, Parisse, Ongaro, Festuccia, Perugini, Checchinato... Perdida la identidad, necesita saber para qué quiere el balón y dónde utilizarlo. 

Una vez más la cara más reconocible es la de Ange Capuozzo, el zaguero de Toulouse al que muchos bautizaron como el 'Kolbe italiano'. Tiene 24 años y aun así el carisma para liderar una selección en la que deben aparecer caras jóvenes. Esos jugadores que llevaron a Italia a quedar cuarta en el VI Naciones Sub-20 de 2022, venciendo a Inglaterra, Escocia y Gales, y terceros en 2023. Un equipo competitivo y con talento.