DEPORTE PARALÍMPICO

Así es entrenar un día como un deportista paralímpico: "A veces da miedo no ver dónde caes o si saltas lejos o cerca"

Un día entrenando con deportistas paralímpicos del Club Atletismo Alicante a las puertas de los Juegos Paralímpicos de 2024

Sentir el sueño paralímpico: el proyecto pionero que impulsa a 18 deportistas hacia París 2024

Irene Cerdá, 4º de Europa sub18 en 2022

Irene Cerdá, 4º de Europa sub18 en 2022 / Club de Atletismo Alicante

Andrea San Martín

Andrea San Martín

¿Te imaginas correr a ciegas? Con ablepsia inesperada. ¿Te daría miedo andar de espaldas sin saber con qué o con quién podrías chocarte? ¿Y hacia adelante? Cierras los ojos, ves todo oscuro y de repente escuchas una voz que te empuja a caminar desconfiadamente en la pista de atletismo. Vas despacio con miedo, con inseguridad y con un temor que al principio te bloquea, limita tu autocontrol y comienzas a tener pensamientos intrusivos. Vivirlo en primera persona facilita la comprensión de sus preocupaciones. La realidad de los deportistas ciegos.

"Me voy a tropezar seguro con lo torpe que soy", son algunos de los pensamientos que ahondan en tu cabeza y de repente avanzas. No sabes cómo, pero agradeces esa voz que te sirve de guía y nunca mejor dicho. Te ayuda a sentir esa seguridad y complicidad que consigue que la velocidad vaya en aumento. Y de repente, los pies se mueven solos. Corres a oscuras, pero con la concentración puesta en las palabras del entrenador. En esta ocasión, de Sergio Berbegal, entrenador y director del Club Atletismo Alicante. "¿Dónde estoy?", pregunta. "Más hacia la derecha", indica con el objetivo de reubicarte y posicionarte en la direccion correcta porque "es muy complicado correr en línea recta y el atleta se puede desviar hacia la izquierda o hacia la derecha".

Correr a oscuras y sin miedo

De hecho, él mismo se colocaba en la zona de salto para proyectar la voz en la dirección correcta a la que debías dirigirte. Una señal sonora. Una vibración que orienta y facilita la carrera o el salto. Y te planteas cómo sería ese proceso de superación para acabar consiguiéndolo sin torcerte. Sin salirte del papel. En este caso, de la pista.

Imagínate que estás en mitad de un campo de fútbol en un sitio abierto y no hay presente ninguna barrera arquitectónica o ningún obstáculo y empiezas a correr a máxima intensidad e instintivamente empiezan los peligros y los miedos en tu cabeza. Las piernas empiezan a bloquearse y la velocidad aminora porque "mentalmente nos resulta imposible sin ver". Así lo explica Berbegal quien recomienda vencer ese miedo a ser posible desde bien pequeños. Porque a medida que uno se va exponiendo a esa práctica va consiguiendo vencer a ese pensamiento intrusivo y ganando seguridad.

Técnica de salto: andar hacia atrás

Piensa en una cama. Estás posicionado de pie frente a ella con los ojos cerrados. Cero visión. Y ahora te echas cuatro pasos para atrás. Tomas una referencia que te permita lanzarte con seguridad hacia el colchón. Coges carrerilla, la justa que te permita alcanzar con esos pasos de referencia y saltas con fuerza. Como si saltaras al vacío, pero el colchón es el causante de amortiguar el impacto. Estás en una zona segura. Y esa es la meta a la que aspiran a llegar con trabajo, esfuerzo y práctica Manuel, Enara, Ana o Irene Cerdá (4º de Europa sub18 en 2022), entre otros atletas ciegos del Club de Atletismo de Alicante.

"Mi referencia son 6 pasos" dice Enara, una de las pequeños atletas que se esfuerzan semanalmente en la pista de atletismo. De tal forma que su entrenador cada vez que pisan el suelo, cuenta un número y en el sexto, por ejemplo, saltan. Si queremos tener una referencia, los atletas absolutos tienen una carrera de 12 o 16 pasos. A mayor distancia e impulso, mayor velocidad y mejor será el salto. "Si mentalmente te da miedo, da al igual el número de apoyos". Por eso, es mejor empezar con dos e ir subiendo de par en par. Paso a paso. Un pie seguido del otro.

Un día entrenando en el Club de Atletismo de Alicante

Según explica el Comité Paralímpico Español, el atletismo adaptado además de ser el deporte más emblemático de los Juegos Paralímpicos también comprende un mayor número de clases de discapacidad. Se les facilita asistencia mediante guías atleta en las pruebas de carreras y mediante guías llamadores en las pruebas de saltos y lanzamientos. El guía da información verbal al atleta ciego.

"En la carrera pueden ir con o sin guía", explica Berbegal. Mientras que, en el salto no hay esa ayuda extra que acompaña a través de una mano que les toca y les conduce en todo momento. La incertidumbre y el miedo se multiplica cuando además de correr hay que saltar porque "hay un peligro real, ya que si se mide mal y durante el movimiento se inclinan hacia la izquierda o hacia la derecha en el salto, se pueden llegar a colisionar".

Al no estar adaptadas las pistas de atletismo ni el foso de longitud para personas ciegas puede que la lesión sea mayor si caen fuera de la longitud con un terreno hecho de asfalto. "Son las condiciones con las que nos toca competir en las pistas normal y corrientes de atletismo", denuncia Berbegal.

Por tanto, para evitar daños mayores como todo en la vida requiere práctica. El Club de Atletismo de Alicante al ser completamente adaptado permite que tanto los deportistas con o sin discapacidad puedan entrenar en el mismo equipo. Y esta ventaja facilita el trabajo en equipo. "Pongo a correr a los ciegos con los demás atletas sin guía y se acostumbran a correr solos sin torcerse". La propia respiración y el impacto de los pasos del resto de corredores son señales que indican la cercanía de su presencia y así consiguen no desviarse. "Cuando hayan pasado unos diez años ese atleta ciego va a ser correr en línea recta solo", añade. Y eso es lo que desde el club aspiran conseguir con la campeona Irene Cerdá que lucha por conseguir ir a los Juegos Paralímpicos de París 2024. En cambio para su entrenador el reto es otro. "Mi máximo objetivo con Irene es que pudiera hacer una carrera de 100m sin guía", subraya.

La joven atleta murciana es estudiante de 4º de ESO que con una ceguera total ha conseguido ser cuarta de Europa y aspira a conseguir su mejor marca en salto de longitud: 4m40. Y para conseguirlo, sólo le faltan 0,37m.

Desde bien pequeña practica deporte. Comenzó con clases de natación hasta que inició sus primeros pinitos en varias disciplinas de carrera, pero en los últimos años se ha especializado en velocidad y salto de longitud. A sus 8 años en plena competición conoce a su actual entrenador Sergio y desde entonces son inseparables. "Hacemos muy buen equipo porque yo no confío mucho en mí y él me hace confiar en lo que hago, prácticamente me ha enseñado toda la técnica que sé", ha indicado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA (Grupo Prensa Ibérica).

En su proceso de ir a las olimpiadas continúa esforzándose en cada entrenamiento y actitud no le falta. "Siempre tengo muchas ganas de ir a entrenar". Si tuviera que decir un punto débil, sería suspensión en el aire o la caída, ya que "al no ver donde caigo o donde salto si estoy lejos o cerca, a veces da miedo". Sin embargo, la práctica hace al maestro. Y el suyo lo tiene claro, "Irene llegará lejos", explica Berbegal. Cuando empezó tenía menos carrera que ahora hacia el foso y debido al miedo acababa poniendo las manos, pero gracias al empuje de su entrenador ha ido ganando confianza.

Atletismo a ciegas

Ponerse en la piel de los atletas paralímpicos permite entenderles mejor, especialmente la dificultad que supone hacer deporte sin poder ver, sólo sentir. Gracias al proyecto Finetwork 'Medalla en París', con el objetivo visibilizar y apoyar a los deportistas paralímpicos de este club de cara a las Juegos Paralímpicos de París 2024, este periódico ha formado parte de un simulacro de cómo es su entrenamiento diario.

Equipo Finetwork 'Medalla en París'.

Equipo Finetwork 'Medalla en París'. / Club de Atletismo Alicante

En cambio, desde el lado del entrenador que no ha vivido la experiencia de correr y saltar a ciegas "se presentan bastante complicaciones porque nuestras debilidades nos hacen pensar que para ellos es un problema" ha explicado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Javier Alcalde, coordinador de la gestión del Club de Atletismo de Alicante. Sin embargo, los atletas que se han acostumbrado y adaptado a vivir con una "capacidad distinta que no inferior" no siente que su rendimiento vaya a ser peor o que su deporte vaya a ser menos válido, ha especificado.

El timing general se adapta lo más posible a un entrenamiento de personas con capacidades completas. El esquema es un calentamiento, ejercicios de técnica base, parte principal del entreno, más la parte física. Añadiendo un componente lúdico para los pequeños.

Un director de orquesta con la voz

En un entrenamiento suele estar presente el guía, es la "parte práctica que aprende a cómo actuar con los atletas paralímpicos a través del uso del tacto o la voz, permitiendo que desarrollen esa autonomía", ha indicado Alcalde. "Lo que más valoro de todos los atletas paralímpicos que tenemos es su capacidad para disfrutar al mismo nivel o superior que nosotros a la hora de correr y saltar".

Otro de los ejercicios consiste en que haya una mano colocada en la persona y a la hora de sortear un obstáculo o parar se establecen "códigos pactados". Como por ejemplo, una doble palmada o un toque con el dedo o con la palma completa. Tienen otras maneras de ejecutar sus técnicas y los entrenadores ven dificultades en trasladar esa información técnica. "No se trata de un problema del atleta, sino del entrenador. Es una capacidad que estamos aprendiendo día a día para mejorarla y desde luego somos los mejores en ese aspecto por la experiencia que tenemos y por la ayuda que nos brinda su entorno social y su habilidad intrínseca para demostrar que necesitamos aprender de ellos", ha destacado Alcalde.