Ejercicio de autoridad de los 'niños de Ancelotti' en San Mamés

Sin haber llegado aún a mediados de agosto, Madrid y Athletic se citaban en San Mamés para estrenar la temporada en un partido con los equipos muy verdes. El partido resultó ser un ejercicio de autoridad de los madridistas, que apostaron por la fiabilidad en lugar de buscar la excelencia. Apuesta que encontró premió con una actuación impoluta en defensa y prometedora en ataque, especialmente de un Jude Bellingham que dejó varios detalles de calidad. Un triunfo con una mala noticia para los blancos, la lesión de rodilla de Militao (aún por confirmar su alcance) horas después de la de Courtois.

El Real Madrid arrancó la temporada con Ancelotti tapándose las vergüenzas. Las explícitas, las lagunas defensivas que han desnudado una fragilidad inquietante este verano. Y las implícitas, ajustar una producción ofensiva en la que el aumento de oportunidades ha sido esta pretemporada inversamente proporcional a la efectividad ante puerta. Ambas cosas trató de equilibrarlas el italiano con un dibujo que ha ido naturalizando con el paso de los amistosos hacia un 4-3-1-2 en el que el trivote blinda el área mientras Bellingham revolotea a las espaldas de Vinicius y Rodrygo para asociarse con los brasileños y sacar brillo a su poderío en la llegada. 

Ancelotti apuesta por los veinteañeros

En San Mamés Carletto alineó un mediocampo sudoroso y un ataque dinámico apostando por los veinteañeros: Camavinga (20), Tchouameni (23), Valverde (25), Belingham (20), Vinicius (23) y Rodrygo (22). En ataque el trivote mutaba en un 4-2-3-1 con Valverde por derecha y Vini en la izquierda, el inglés flotando entre líneas y Rodrygo 'benzemizado' en punta. Enfrente un Athletic clásico, feroz en la disputa, directo en el despliegue ysiempre espoleado por la grada de La Catedral. Valverde lucía sus mejores galas con los Williams afilando los ataques y Muniain jugando de Modric. 

Ancelotti cierra su trienio de excelencia en el Real Madrid con el desafío más difícil

Con las piezas bien plantandas en el corazón del tablero, los carriles se convirtieron en trincheras. Los Leones buscaban el juego directo en el pasillo entre laterales y centrales, los madridistas abrían el campo con las subidas de Carvajal y Fran García. Se hacía notar Unai Gómez en los minutos de tanteo con Ruiz de Garraleta sacando brillo a cuanta pelota le llegaba. El partido, además de jugarse a galope tendido, era típico de pretemporada con imprecisiones, muchos duelos y un fragor que se imponía a la brillantez. 

El propósito inicial de Ancelotti, resguardarse del juego directo del Athletic, se cumplía con creces. Y en el minuto 26 una subida de Carvajal terminó con una pelota perdida en el área que Rodrygo atornilló a la cepa de Unai Simón, que descuidó su palo. El partido estaba donde quería Carletto. Ventaja en el marcador y un equipo robusto defensivamente esperando a que el Athletic tomase riesgos para castigarle en los espacios con Vinicius, Bellingham y Rodrygo. El gol exigía a los de Valverde a algo más que el juego directo. 

Y las ocasiones comenzaron a gotear. Pudo marcar Alaba con un remate que Unai apoyó en el palo. Y más clara aún fue una ocasión de Vinicius tras irse de De Marcos y Vivian, pero esta vez acertó Unai. En la siguiente jugada Bellingham remató solo en el segundo palo un córner a la red. Debut y gol. El Madrid era una máquina de demolición penalizando cada error del rival. 

Lesión de Militao

Durante el descanso Valverde cambió el plan revolucionando el once y la forma de atacar con Sancet, Guruzeta y Berenguer sustituyendo a Unai Gómez, Muniain y Nico Williams. El Athletic pasaba a atacar por ocupación en lugar de por invasión. Y todo en una reanudación que volvió a encoger el corazón al madridismo cuando Militao se marchaba llorando del campo tras perder pie en una jugada y ver cómo se le enganchaba la rodilla al césped. Días después de la lesión grave de Cortuois, volvía a aparecer el fantasma del cruzado.

Cambió el panorama del partido, pero no la sensación. Resignado por el marcador, el Athletic asumía riesgos y volcaba San Mamés hacia la portería de Lunin aún sabiendo que con ello dejaba más espacios para las contras del Madrid. Todo estaba a un gol. Si era local metía a los leones de lleno en el choque, si era blanco sellaba definitivamente el triunfo de los de Ancelotti. Las idas y vueltas aceleraron el paso de los minutos y entretuvieron a los espectadores, que agradecían la entrega de los suyos.

Carletto pedía cabeza a su gente y echaba mano de sus mariscales de campo, Kroos y Modric, para rebajar las pulsaciones del encuentro. Otra vez, y van once consecutivas, Ancelotti ganaba el primer inaugural de liga, entre ellas las seis como entrenador del Real Madrid. Un partido en pleno agosto, con los equipos aún de pretemporada, en el que el italiano apostó por un planteamiento inteligente minimizando riesgos con mucho físico en el mediocampo. Arriba se confirmó que el Madrid genera y Bilbao lució pegada. El Madrid más sobrio de este 2023-24, el de los niños de Ancelotti, inició la transición con éxito en San Mamés. La duda es si con esto le valdrá para las grandes batallas en Europa.

FICHA TÉCNICA

ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos, Vivian, Paredes, Lekue (Imanol 70'); Vesga (Ander Herrera 63'), Galarreta; Nico Williams (Berenguer 46'), Unai Gómez (Sancet 46'), Muniain (Guruzeta 46'); Iñaki Williams.

REAL MADRID: Lunin; Carvajal, Militao (Rudiger 48'), Alaba, Fran García; Fede Valverde, Tchouaméni, Camavinga (Kroos 70'); Bellingham; Rodrygo (Joselu 78') y Vinicius (Modric 78'). 

GOLES: 0-1, Rodrygo (26'); 0-2, Bellingham (36')

ÁRBITRO: Gil Manzano. Amonestó a Muniain, Alaba, Iñaki Williams y Fran García

ESTADIO San Mamés.