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Patas de animales o la 'Geperudeta': salen a la luz 100 objetos personajes de Sorolla

El artista conservaba amuletos, fotografías familiares, dibujos propios y otras piezas curiosas en sus colecciones particulares

Pasaporte de Sorolla, 1911-1914.

Pasaporte de Sorolla, 1911-1914. / MUSEO SOROLLA

Begoña Jorques

La obra de Joaquín Sorolla se cuenta por miles de lienzos y dibujos. Si vasta es su producción artística, no menos rica es la colección de objetos que le acompañaban en su día a día, en su casa de Madrid (hoy Museo Sorolla), donde tenía su estudio. Ahora, en una nueva vuelta de tuerca por ahondar en la personalidad del artista valenciano más internacional, la exposición "Sorolla en 100 objetos" -en la casa museo del pintor en Madrid- plantea un acercamiento a su figura mediante un centenar de microhistorias hilvanadas a través de los objetos con que rodeó su existencia. La muestra, presentada este lunes en el Museo Sorolla, culmina el programa expositivo que, durante el último año, ha conmemorado el centenario del fallecimiento Sorolla (València, 1863-Cercedilla, 1923). 

Joaquín Tellechea y Turrillos, caricatura de Sorolla, 1918.

Joaquín Tellechea y Turrillos, caricatura de Sorolla, 1918. / MUSEO SOROLLA

La exposición ha sido comisariada por Covadonga Pitarch Angulo, «quien ha realizado un minucioso trabajo de investigación con el objetivo de descubrir al pintor a través de una selección de objetos cotidianos, curiosos, raros o exóticos atesorados por la familia del artista: cartas, fotografías, dibujos, pinturas o el pasaporte del pintor, así como objetos coleccionados por el propio Sorolla como los que hoy integran su biblioteca como un capitel califal del siglo X o un relieve de la Santísima Trinidad del siglo XVI. Las piezas transmiten recuerdos personales, relaciones familiares, amistades profesionales, pasiones coleccionistas, arraigos o aspiraciones y hoy conforman la esencia del Museo Sorolla», señalan desde el centro.

La exposición se articula en 16 secciones que permiten trazar una biografía "algo desordenada y necesariamente fragmentaria", señalan. Se abre con la historia de su infancia bajo el título "De la tragedia a la felicidad. Las familias del pintor" para, a continuación, profundizar en sus años de juventud con la sección "Roma", ciudad en la que estudió cuatro años y forjó importantes amistades como la relatada en la sección "Pedro Gil Moreno de Mora. Historia de una amistad".

Paleta y pinceles, ca. 1900.

Paleta y pinceles, ca. 1900. / MUSEO SOROLLA

Muy unido a Valencia

La sección "Un valenciano en Madrid" reúne una serie de piezas que ilustran cómo Sorolla se sintió siempre apegado a su tierra natal. Las secciones "Un camino a seguir" y "La escuela valenciana" ahondan tanto en sus fuentes de inspiración como en su papel como máximo exponente del grupo.

Para indagar aún más sobre sus intereses, "La biblioteca de Joaquín Sorolla" acerca al visitante a una selección de los más de 700 libros que atesoró, mientras que "Artista entre artistas" muestra obras de autores como Sargent o Rodin con los que intercambió obras y regalos durante sus frecuentes viajes internacionales. Fruto también de su afán de conocimiento, inició su labor como coleccionista de piezas que no se limitaron al arte occidental, como narra la sección "Exotismos".

Plato de Manises, siglo XIX.

Plato de Manises, siglo XIX. / MUSEO SOROLLA

La labor docente de Sorolla sale a la luz en el apartado "Los discípulos" que reúne obras de Manuel Benedito o Tomás Murillo, quienes formaron, entre otros, el grupo conocido como "Sorollistas". El pintor tuvo discípulos y discípulas: varias mujeres se formaron en su taller, españolas y extranjeras, como Yvonne Serruys, cuyas piezas componen la sección "Mujeres artistas". Asimismo, la obra de sus hijas María y Elena, pintora y escultora respectivamente, junto a la plástica de su hermano Joaquín, se reúnen en "Los hijos del pintor".

Para finalizar el recorrido, "Un pintor coleccionista" y "Fascinación por lo popular" ahondan en su faceta coleccionista para cerrar con dos historias: "El éxito" y "Las últimas pinceladas", que narran la popularidad de la que Sorolla disfrutó en vida a través de medallas, caricaturas y fotografías. El último retrato que realizó, el de Mabel Rick, es la pintura que cierra la exposición.

Piezas inéditas y restauradas

Los cien objetos que construyen el periplo vital de Sorolla, pertenecen tanto a la colección permanente del Museo Sorolla y de la Fundación Museo Sorolla, junto a tres préstamos procedentes de colección particular. Del total, 25 piezas se exponen por vez primera al público, de las cuales nueve obras han sido restauradas para su participación en la exposición.

"Sorolla en 100 objetos" estará abierta hasta el próximo 29 de septiembre de 2024.