CICLISMO

El Movistar se rearma tras la paz de conveniencia entre Unzué y Acquadro

Gorka Izagirre, Alex Aranburu y Óscar Rodríguez, representados por el polémico agente italiano, desembarcan en el equipo español

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

En otros tiempos, habría sido natural que el Movistar Team se reforzara con algunos de los mejores talentos del ciclismo español. Nada novedoso, sencillamente un año más en la oficina de la escuadra navarra, que durante cuatro décadas se ha caracterizado por aglutinar buena parte de la élite nacional, en especial tras la desaparición del ONCE, hace ya tres lustros. Ahora, sin embargo, el mercado de la escuadra que dirige Eusebio Unzué llama la atención pese a que responde a su estrategia más canónica y tradicional.

Al margen de Max Kanter, una apuesta poco ortodoxa, pues es un esprínter alemán y ni su especialidad ni su nacionalidad aparecieron nunca en la lista de prioridades del Movistar, las otras altas ya anunciadas son las de cuatro españoles con alma de escalador: Gorka Izagirre, Alex Aranburu, Óscar Rodríguez y Oier Lazkano. A los tres primeros les une además otra condición que es la clave de todo: comparten el mismo representante.

Su nombre es Giuseppe Acquadro, uno de los principales agentes del ciclismo mundial y principal dominador de los mercados español y sudamericano, los dos grandes graneros tradicionales del Movistar. Un hombre frontalmente enfrentado con Eusebio Unzué desde hace dos temporadas, debido a su gestión de la salida de Richard Carapaz rumbo al Ineos. En ese momento, el equipo español anunció una ruptura total de relaciones, si bien era evidente que las aguas volverían tarde o temprano a su cauce.

Esta historia arranca con el intento de renovación de Carapaz antes del Giro de 2019. Acquadro pide aplazar las conversaciones hasta después de la carrera italiana que su representado acaba ganando contra pronóstico. Todo estalla cuando Unzué se entera de que su joven estrella ya había acordado su marcha al poderoso Ineos para el curso siguiente y que Acquadro les había engañado, seguramente para no perjudicar sus opciones en aquel Giro.

La ruptura

Meses después, con el clima ya muy tenso, Carapaz sufre una caída en una critérium en Países Bajos previo a la Vuelta, en la que iba a ser el líder de los telefónicos. En el Movistar estallan, dado que no tenían conocimiento de que el ecuatoriano había participado en esa carrera de exhibición y le dejan fuera de la ronda española. La escalada de tensión llega a máximos cuando Acquadro contraataca rompiendo el acuerdo de renovación de otro de sus representados, Andrey Amador, que acaba en el Ineos previo pago de una indemnización.

Unzué entonces anuncia que no volverá a fichar a ningún corredor representado por Acquadro. Eso fuerza a Imanol Erviti y Sergio Samitier a romper con él para correr en el Movistar y frustra fichajes encauzados o al menos en proceso de negociación: David de la Cruz, Omar Fraile, Óscar Rodríguez... La factura para el equipo español es la pérdida de potencial, pues sólo llegó Enric Mas para paliar la salida de mucho talento, al margen de varios jóvenes de mercados europeos rara vez explorados por Unzué.

"Relación comercial"

La fractura ha estado abierta durante dos temporadas, en las que el Movistar y Acquadro no se han dirigido la palabra. La relación, sin embargo, estaba condenada a la reconciliación: el italiano tiene en su cartera a los corredores que más le interesan al equipo navarro y corría el riesgo de perder a varios de ellos si esa puerta continuaba cerrada. Más ahora que su prolífica relación con el Astana (de donde proceden Rodríguez, Izagirre y Aranburu) parece en horas bajas. "Él nos necesita y nosotros le necesitamos. Es una pura relación comercial, no hay más", explicó Unzué a El País.

Reconstruir ese puente, en fin, permitirá al Movistar presentar en 2022 un bloque sólido y competitivo, pese a la marcha de Marc Soler rumbo al UAE de Tadej Pogacar y a la ruptura con Miguel Ángel López tras su polémico abandono en La Vuelta. La guinda será el colombiano Iván Ramiro Sosa, quien fue una gran promesa por la que se pelearon Trek e Ineos. Bueno, en realidad acordó su traspaso a Trek y después Acquadro intercedió para romper el acuerdo y cerrar su fichaje por el Ineos. Una historia que le suena a un Movistar que ha optado por hacer de tripas corazón.