MADRID

'La ciencia de Pixar': la exposición que enseña cómo las matemáticas pueden estar al servicio del arte y el entretenimiento

El proceso de trabajo de la productora de películas de animación se muestra en Caixaforum Madrid después de pasar por Barcelona y Valencia

Una niña interactúa con el módulo sobre iluminación de la película 'UP' en la exposición 'La ciencia de Pixar' de Caixaforum Madrid.

Una niña interactúa con el módulo sobre iluminación de la película 'UP' en la exposición 'La ciencia de Pixar' de Caixaforum Madrid. / Fundación La Caixa

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

En Blancanieves y los siete enanitos, estrenada por Disney en 1937, intervinieron 32 artistas, todos dibujantes. En las películas actuales de Pixar, el gigante de animación que pertenece a la mencionada compañía, hoy conglomerado de medios y entretenimiento, trabajan alrededor de mil personas. Pero casi ninguna dibuja. En Coco, Luca, Buscando a Nemo o Monstruos SA hay matemáticas, física, ingeniería e informática, todas ellas ciencias al servicio del arte. La ciencia de Pixar, la más reciente exposición organizada en torno a la productora, que se presentó en Madrid este martes, es justamente un intento por acercar el trabajo de los equipos que intervienen en las cintas más queridas por el público. Una muestra interactiva organizada por el Museo de la Ciencia de Boston, Pixar y la Fundación La Caixa que se podrá visitar en la capital hasta el 8 de septiembre, después de haber pasado por Barcelona y Valencia.

"Un personaje de Pixar es como una marioneta con 7000 cuerdas", ha explicado en la presentación Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación La Caixa, que ha querido resaltar que el equipo detrás de estos personajes "es la suma de talentos que actúan como una gran orquesta. Trabajan desde la colectividad pero con talentos individualizados y con una visión de largo plazo".

En Pixar todo empieza como hace casi 90 años: con un dibujo. Antes de construir una película, la historia se dibuja y los principales personajes se modelan, para comprobar si esa idea que tuvieron los artistas es científicamente viable. Y ese es el arranque, también, de La ciencia de Pixar, que está dividida en ocho áreas temáticas en función de los ocho bloques de trabajo que requiere una película de de este tipo actualmente. "Hace 40 años se animaban dibujos", explica Javier Hidalgo, director de exposiciones de ciencia de la Fundación La Caixa. "Ahora el trabajo en una película de animación es mucho más cercano a la industria del cine".

Esas ocho fases van desde el dibujo y modelado; el rigging, con el que se desarrollan los huesos, músculos y articulaciones virtuales para que los personajes puedan comenzar a moverse y a tener expresión facial y corporal; la animación, que da vida al dibujo; la simulación, que automatiza los movimientos; la colocación de las cámaras y los escenarios (muchos de ellos creados en maquetas reales antes de pasar a ser modelos de ordenador en 3D); la iluminación de las escenas y el renderizado, que consiste en la fusión de todos los pasos anteriores para dar lugar a la película final.

Sully y Mike, protagonistas de 'Monstruos SA', reeciben a las personas que se acercan a conocer 'La ciencia de Pixar' en Caixaforum Madrid.

Sully y Mike, protagonistas de 'Monstruos SA', reeciben a las personas que se acercan a conocer 'La ciencia de Pixar' en Caixaforum Madrid. / Fundación La Caixa

Capas de conocimiento

La muestra, que está pensada para todos los públicos, va desgranando capa a capa cada una de las fases del trabajo. Una de esas capas es el juego: uno de los fuertes de la muestra es la posibilidad de interactuar con los elementos en algunos de los pasos del proceso. Iluminar el salón de Up, por ejemplo, pintar al Rayo McQueen y otros coches de Cars (una de las curiosidades de la exposición es conocer que Rayo McQueen presenta 14 variedades de pintura diferente en la película, desde diferentes niveles de suciedad y polvo a capas de pintura totalmente nuevas al final de la cinta), o animar el pelo (con un comando simple) de Miranda, la protagonista de Brave -que en la película tiene más de 1.500 pelos rizados, esculpidos uno a uno- son algunas de las aplicaciones prácticas que se muestran en La ciencia de Pixar.

Cada película es un trabajo minucioso con un engranaje sofisticado y preciso. Pero no todo lo que sale en ellas se hace con el mismo nivel de precisión. En la muestra se explica cómo se distribuyen los coches en las carreras de Cars, donde puede haber hasta 60.000 coches sentados en las gradas, o que el 90% de los personajes de Monstruos SA tienen la lengua de Mike.

Pero además, la exposición permite conocer las fórmulas matemáticas detrás de los procesos, la aplicación práctica de diferentes conceptos de geometría, matemáticas y programación, entre otros, que dan lugar a lo que terminamos viendo en la pantalla. Lo hace a través de la propia experimentación, pero también con audiovisuales colocados en la entrada de cada bloque en los que los propios trabajadores de Pixar explican su labor y desgranan los secretos de sus departamentos. Por ejemplo, que para hacer Ratatuillle se crearon más de 270 alimentos por ordenador, pero cada uno de los platos que salen en la película se cocinaron en la realidad, se fotografiaron para tener la referencia y se comieron después para comprobar que estaban al nivel del protagonista.

Simulación en 3D para construir decorados en las películas de Pixar, en 'La ciencia de Pixar', en Caixaforum Madrid.

Simulación en 3D para construir decorados en las películas de Pixar, en 'La ciencia de Pixar', en Caixaforum Madrid. / Fundación La Caixa

De hecho, explicaba Hidalgo en la presentación, la exposición no sólo despertó, a su paso por Barcelona y Valencia, el interés de los colegios: también se acercaron a visitarla diferentes escuelas de diseño y de Historia, interesadas en mostrar a su alumnado los procesos técnicos de las películas de animación.

Colaboración prolongada

La ciencia de Pixar es la tercera colaboración entre la productora y la Fundación La Caixa, pero es la primera vez que el abordaje se hace desde el punto de vista técnico. En 2015 se mostró en España Pixar. 25 años de animación, una retrospectiva de la historia de la compañía que cambió la animación para siempre, y unos años después, Pixar. Construyendo personajes, centrada en el diseño de los protagonistas de las películas.

Esta muestra, como las anteriores, lleva aparejadas diferentes actividades que se organizan para públicos de todas las edades. Hay visitas dinamizadas para niñas y niños a partir de cinco años, o un cineforum infantil a partir de algunas de las películas incluidas en la exposición. También la conferencia para un público a partir de 10 años de Edu Martín -director creativo y supervisor 3D que ha trabajado en películas como The Lego Movie, Top Gun Maverick o en varias cintas de Pixar- titulada Animación 3D: entre el arte y la ciencia. Y diferentes talleres para familias y centros educativos que durante el verano se ampliarán, además, a campamentos urbanos.