Código de Buenas Prácticas del Ministerio

Las obras creadas "exclusivamente" con Inteligencia Artificial no podrán ganar un Premio Nacional de Cultura

Además de en lo que toca a los galardones, la guía creada por el Ministerio de Cultura regulará su uso en la contratación de actividades y servicios creativos y también en las subvenciones

La inteligencia artificial ha entrado de lleno en el sistema educativo.

La inteligencia artificial ha entrado de lleno en el sistema educativo. / SHUTTERSTOCK

El Ministerio de Cultura ha elaborado una guía de buenas prácticas relativas a la inteligencia artificial para regular su uso y que se aplicará en tres ámbitos: la contratación de actividades y servicios creativos, los Premios Nacionales y las subvenciones. No se trata de una prohibición, ya que el Ministerio "defiende la utilización de la inteligencia artificial como herramienta" para creadores, creadoras y personas trabajadoras del sector cultural siempre que se "respete el marco regulatorio de propiedad intelectual", según un comunicado del ministerio liderado por Ernest Urtasun. El objetivo es "garantizar el respeto" a las personas titulares de derechos de propiedad intelectual en sus actuaciones.

"Tecnologías como la inteligencia artificial deben servir para ofrecer nuevos lenguajes y herramientas tanto a las personas creadoras para su expresión artística, como al resto de personas que trabajan en el sector cultural, como instrumento para el desarrollo y la digitalización de procesos, pero sin menoscabar el impulso, promoción y protección que el sector requiere", advierte el ministerio.

En este sentido, las recomendaciones elaboradas se centran en tres ámbitos: la contratación de servicios y actividades creativas, los Premios Nacionales y las subvenciones.

En cuanto a la contratación de servicios y actividades que requieran un desempeño creativo se "optará", indica esta guía, por el recurso a profesionales de la creación artística y obras protegidas por derechos de propiedad intelectual.

En estos casos, podrán emplear sistemas de inteligencia artificial como herramientas de apoyo en sus procesos creativos, "pero no de manera sustitutiva al desempeño humano".

Además, en aquellos contratos o encargos de actividades o servicios en los que sea susceptible la incorporación de técnicas de inteligencia artificial, se procurará incluir una cláusula expresa que recoja que el proveedor deberá informar de la utilización de este tipo de tecnología.

También tendrá que detallar el nivel de intervención y, en su caso, el papel de revisión de las personas físicas que desarrollen el proyecto.

En todo caso los modelos de inteligencia artificial que se utilicen "deben garantizar el respeto a los derechos de propiedad intelectual, así como la transparencia en el 'dataset' y el cumplimiento del resto de obligaciones impuestas por la normativa reguladora de la inteligencia artificial", añaden desde Cultura.

En el ámbito de los Premios Nacionales del Ministerio de Cultura se promoverá la inclusión en las convocatorias de una cláusula para que "no puedan resultar galardonadas" aquellas obras que sean creadas "íntegra y exclusivamente" por inteligencia artificial generativa.

Respecto a las ayudas, las recomendaciones se centran en los procedimientos administrativos de subvenciones nominativas, directas, ayudas en concurrencia competitiva o transferencias a otras entidades, en las que para el desarrollo de la actividad u objeto subvencionable puedan utilizarse modelos de inteligencia artificial.

Para ello, en las convocatorias se promoverá la inclusión de una cláusula en la que se indique que los proyectos y actividades beneficiarios, especialmente aquellos en los que se incluya inteligencia artificial, deben garantizar el máximo respeto a la normativa reguladora en materia de inteligencia artificial y de propiedad intelectual.

Según el Ministerio, tecnologías como la inteligencia artificial deben servir para "ofrecer nuevos lenguajes y herramientas tanto a las personas creadoras para su expresión artística, como al resto de personas que trabajan en el sector cultural", como "instrumento para el desarrollo y la digitalización de procesos, pero sin menoscabar el impulso, promoción y protección que el sector requiere".