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'30 Rock': la loca serie con la que Tina Fey alcanzó la cima del metahumor

Este año se ha cumplido una década desde la emisión del último episodio de esta divertida 'sitcom', una serie de culto y popular al mismo tiempo. Llena de cameos, es conocida por su carácter premonitorio, parecido al de 'Los Simpson'

Tina Fey en la serie '30 Rock'.

Tina Fey en la serie '30 Rock'. / ARCHIVO

La imagen de Steve Buscemi con gorra hacia atrás, sudadera y skate en la espalda se ha convertido en uno de los memes más recurrentes para señalar que una persona intenta parecer más joven de lo que es sin conseguir más que hacer el ridículo. O, en lenguaje de Internet, un boomer que trata de hacerse pasar por centennial y da cringe (o algo así). No es el único, porque también es recurrente el del anciano Sr. Burns vestido como el adolescente Jimbo. Son muy parecidos pero tienen una diferencia esencial: todo el mundo sabe que Burns es un personaje de Los Simpson, mientras que la imagen del actor mayor en un instituto de secundaria no es tan fácil de ubicar, al menos en España. El fotograma pertenece a la serie 30 Rock (Rockefeller Plaza en nuestro país, aunque se la sigue conociendo por su título original), que fue un éxito en Estados Unidos y que a Europa llegó tarde y mal aunque en España tiene fans acérrimos (un poco al estilo de Doctor en Alaska, maltratada por los horarios televisivos pero adorada por quienes conseguían verla). Este año se ha cumplido el décimo aniversario de la emisión de su último episodio.

Steve Buscemi en la serie '30 Rock'.

Steve Buscemi en la serie '30 Rock'. / ARCHIVO

Creada por Tina Fey, que también es una de sus protagonistas, la serie cuenta el día a día de un programa de comedia en vivo que se emite en la NBC, cuya sede está en el 30 de Rockefeller Plaza. Se trata de una ficción a medias, ya que la historia está basada en sus experiencias como guionista de Saturday Night Live, el mítico programa que pertenece al mismo canal y se produce en el mismo edificio. Este tipo de humor meta [una gracia que se hace sobre la propia gracia] es lo que hizo que triunfase pero a la vez impidió que llegase a un público más amplio, según la opinión de la periodista especializada en series Alejandra Palés.

“También tengo la percepción de que es una serie que triunfó mucho en Estados Unidos, y que es de culto allí, donde el mundo conoce el personaje de Liz Lemon al que interpreta Tina Fey, pues se convirtió en una estrella gracias a la serie”, dice Palés a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. “Pero aquí pasó bastante desapercibida. A la gente le hablas de la serie y difícilmente encuentras a mucha que la haya visto, aunque sí que hay y para ellos es de culto”.

Uno de los pertenecientes al fandom de 30 Rock en España es Borja Domínguez, que la ha visto entera “cuatro o cinco veces” y hay episodios concretos de los que se sabe los diálogos de memoria. “No tengo muy claro si es mi serie favorita y por eso la he visto tantas veces o si es que verla tantas veces ha hecho que se convierta en mi serie favorita”, sostiene. “Su humor me parece muy original, muy diferente, muy inteligente y viene de una tradición que me gusta mucho, que es la de Saturday Night Live. Tina Fey me parece una de las personas más brillantes y más divertidas que hay, y creo que consiguió dar en el clavo al contar cómo se hace un programa de televisión, crear unos personajes súper locos e historias muy divertidas”, afirma.

Los actores Alec Baldwin, Tina Fey y Tracy Morgan en '30 Rock'.

Los actores Alec Baldwin, Tina Fey y Tracy Morgan en '30 Rock'. / ARCHIVO

Un 'casting' de lujo

El piloto de 30 Rock se emitió el 11 de octubre de 2006 y estuvo en antena hasta el 31 de enero de 2013. Además de llevar al estrellato a su creadora, también reactivó la carrera de Alec Baldwin, que en la serie representa al gran directivo de la cadena llamado Jack Donaghy y rescató a Jane Krakowski, cuya trayectoria se había desviado un poco hacia la irrelevancia después del final de Ally McBeal en 2002. Ella interpreta a Jenna Maroney, la diva del programa The Girlie Show que se ve relegada a un segundo plano con el fichaje de Tracy Jordan. “Todos los personajes están dentro de su papel y nunca se salen de él, y eso hace que sea casi como leer un cómic”, señala Domínguez.

Para Alberto Rey, periodista especializado en cine y series, el caso de esta serie es paradójico, ya que tuvo éxito a su manera y a la vez es de culto, dos conceptos que no se suelen dar a la par. “Por un lado, su influencia en la comedia televisiva es evidente (también su no-influencia: no ha tenido herederas directas) y por otro, sus audiencias nunca fueron altas. La misma Tina Fey ironizaba sobre su poco éxito comercial cada vez que recogía algún premio como creadora de la serie”, explica. A lo largo de sus siete temporadas, sus actores y creadores recogieron varios Emmys y Globos de Oro, además de ser candidatos en diversas ocasiones.

Como puntos fuertes de la serie, Rey señala el ritmo, que deja claro que el presupuesto para la producción era holgado – “para poder montar muchos planos hay que poder grabar muchos planos"– y “su vocación de comedia pura y absurda: cuando Tina Fey hace algún tipo de activismo, siempre va supeditado a que la comedia que lo contiene funcione. Sus diálogos-ametralladora infalibles indica hasta qué punto Fey y su equipo son geniales”. En cuanto a la parte negativa, señala: “lo tremendamente dependiente que era de su momento y lugar: por un lado la serie referencia lo neoyorquino de manera permanente, y por otro muchos de sus chistes están tan anclados en la actualidad del momento que ahora son incomprensibles o están desactivados”.

Además del elenco de personajes principales y el batallón de secundarios que sostienen la trama, los cameos de 30 Rock son otro de sus grandes atractivos. “Ha salido desde Al Gore hasta los Beastie Boys o Cyndi Lauper, y casi todos los de Friends. Son cameos muy divertidos, la gente se presta a todo”, considera Domínguez. Uno de los más recordados y que ahora está circulando por las redes sociales por su pertinencia en la actualidad (la serie tiene cierto carácter vaticinador como Los Simpson) es el de Jerry Seinfeld. En dicho episodio, Jack Donaghy tiene una idea llamada SeinfeldVision: un mes en el que el comediante aparece en otros shows de la cadena gracias a recortes de su serie editados y encajados. Así, el cómico participa en concursos, realities o ficciones, algo similar a lo que pueden hacer los estudios con los actores gracias a la Inteligencia Artificial.

“Luego tiene otra cosa que es fantástica: los programas y las películas que se inventan dentro de la propia serie, como talent shows, realities, series de ficción, concursos, telefilmes o películas. Hay una recopilación en Youtube con todos los programas que aparecen en 30 Rock que es brillante”, indica Borja Domínguez. Entre sus episodios preferidos hay varios de esta categoría, como los realities Queen of Jordan, tipo Real Housewives, o MILF Island, parecido a La isla de las tentaciones o cualquier otro que se desarrolle en una isla y tenga carga erótica descarada.

El paso del tiempo


Actualmente, 30 Rock no está disponible para España en ninguna plataforma de streaming (lo estuvo en Amazon Prime Video durante un tiempo), así que no es fácil comprobar cómo le han sentado los años, aunque en YouTube hay decenas de escenas que permiten disfrutar de sus grandes momentos. Algunas series que en su día fueron exitazos chirrían hoy en ciertos aspectos: bromas sobre la homosexualidad, la falta de personajes racializados o el sexismo suelen ser los aspectos más conflictivos. O también puede que un revisionado conduzca a una decepción porque su humor haya quedado deslucido.

Según Alejandra Palés, que no es especialmente fan, en este caso no existe el riesgo de chasco. “Recuerdo ver algún capítulo y no me decepcionó ni me chirrió especialmente. Hay sitcoms con las que pasa mucho más porque son más blancas. 30 Rock tiene más mala leche que Friends, por ejemplo. Era un poco más arriesgada y quizás por eso aún se puede seguir viendo”, comenta.

Alberto Rey la sigue viendo de vez en cuando, al igual que Sexo en Nueva York. “No me escondo: cualquier serie neoyorquina es mi debilidad y sigo disfrutando como un loco de su humor salvaje y sus personajes perfectos”. Sin embargo, a él sí le parece que con el tiempo ha perdido efectividad. “Cuando me topo con chistes que sé que en su momento entendí y gocé y que ahora o me requieren esfuerzo o sencillamente mi cerebro no reconoce como chistes, me da un poco de pena. Ojo: esto mismo le ocurre a una de las series españolas que más podría recordar a 30 Rock: 7 vidas. Quién entiende ahora un chiste sobre Joaquín Almunia”.

Para Borja Domínguez, la serie se sigue manteniendo en forma por un motivo parecido al que explica Palés. “Al ser una serie tan paródica, no acabas de tomarte en serio nada de lo que dice, así que creo que no hay lugar para el escándalo, está muy dentro de su época”, opina. “Ahora mismo estoy viendo Las chicas de oro, que tiene más de 30 años y es una serie antigua pero que sigue funcionando, una vez que tienes claro que no es actual. Con 30 Rock pasa lo mismo y sigue siendo divertidísima”, señala. Palabra de fan.