MÚSICA

Idris Elba, la estrella del cine y las series que prefiere ser 'DJ' a pasear por la alfombra roja

El actor británico que encarnó a Stringer Bell en la serie 'The Wire' o al todopoderoso Heimdall en las franquicias de Marvel planea progresivamente alejarse de las grandes superproducciones de Hollywood para centrarse en cuerpo y alma a la música. Este fin de semana se pone al frente de la mesa de mezclas en Barcelona

El actor, conocido por interpetar a Stringer Bell en ’The Wire, ejerciendo de DJ.  / EPC

El actor, conocido por interpetar a Stringer Bell en ’The Wire, ejerciendo de DJ. / EPC / EPC

Sergio del Amo

El próximo Brunch Electronik, que se celebrará este mismo domingo 2 de julio en el Parc de la Trinitat, contará con la presencia del legendario Fatboy Slim o el barcelonés Kasi. Sin embargo, desde que se diera a conocer el cartel a mediados de mayo, hubo otro nombre que llamó la atención: Idris Elba, el actor británico que encarnó a Stringer Bell, en la serie The Wire, o al todopoderoso Heimdall, en las franquicias de Marvel. 

Algunos podrían llegar a pensar que, al igual que otras estrellas como la socialité Paris Hilton, el exjugador de la NBA Shaquille O'Neal o el también actor Elijah Wood, la faceta de Elba como DJ es un capricho de millonario, un mero pasatiempo. O, incluso, que los programadores del evento aprovechan su fama para atraer a un público al que le importa más bien poco la música electrónica. Pero, a decir verdad, su caso es muy distinto.

Idris Elba, estrella del Brunck Electronik este domingo en Barcelona.

Idris Elba, estrella del Brunck Electronik este domingo en Barcelona. / EPC

Mucho antes de que debutara delante de las cámaras, o que la revista People le nombrara el hombre más sexy del mundo hace un lustro, Elba ya sabía usar con destreza una mesa de mezclas. Con 14 años, haciéndose llamar Little Driss, ayudaba a su tío en el negocio de los DJ de boda. Y, tan pronto cumplió los 19, compaginó las clases de interpretación con las cabinas de varios clubes de Londres usando el alias Big Driss. “Crecí escuchando reggae y dancehall, y mezclaba casetes con mis canciones favoritas. A mis padres les encantaba el calipso, el blues, el jazz y el country, así que escuchaba de todo. Comencé a pinchar como una forma de ganar dinero y, al mismo tiempo, para expresar mi creatividad”, declaró el pasado año en Luxury London

En 2001, frustrado por la falta de papeles para actores negros en Gran Bretaña, se mudó a Nueva York. Aunque tal como él mismo narró a las páginas de Playboy, al otro lado del Atlántico tampoco se lo pusieron fácil: “Viví en una camioneta durante unos tres meses. Estuve tres o cuatro años desempleado, sin conseguir ningún trabajo de interpretación. Viendo a Denzel Washington y Wesley Snipes, me decía: ‘Puedo hacer eso. Puedo estar allí con ellos'. Mi entonces esposa (la maquilladora y empresaria Hanne Norgaard) estaba embarazada de ocho meses y medio cuando recibí la noticia de que iba a participar en The Wire. De no haber ocurrido, me hubiese marchado de Estados Unidos”.

Entre 2002 y 2004, el periodo que encarnó al mafioso-traficante Stringer Bell en las tres primeras temporadas de The Wire, aprovechó que su popularidad subió como la espuma para probar suerte en el mundo del hip-hop. Visto en perspectiva, no le fue nada mal. Sin ir más lejos, en 2006 editó el EP Big Man en el sello Hevlar Records; al año siguiente coprodujo y participó en Introel tema que abría el álbum American Gangster de Jay-Z, y hasta recibió una nominación en los Billboard Music Awards por High Class Problems Vol. 1, el EP que publicó en 2010 como Driss. 

“Este año no voy a trabajar como actor y voy a centrar mi atención en la música. Es una cuestión de progresión para mí. Quiero hacer música, pero no quiero imponerla a la fuerza. La gente apenas está empezando a conocerme como actor. Lo hago con el corazón, no por dinero. Simplemente disfruto haciéndolo”, confesó al diario Evening Standard en 2013. Aquel año, justo cuando muchas quinielas le señalaban como el próximo Agente 007, prefirió ocupar durante siete viernes consecutivos la cabina del club londinense Love & Liquor armado con un arsenal de hits electrónicos. Entre ellos, un remix de la sintonía original de James Bond que, desde esos días, no ha faltado en prácticamente ninguno de sus sets.

Tras ganarse la credibilidad del público en citas de la talla de Glastonbury o Tomorrowland, en 2018 dio un paso más allá: fundó 7Wallace Music, un sello donde tienen cabida una amplia gama de estilos que van del hip-hop al tech-house. “En este momento estoy descubriendo que la parte musical de mi vida es realmente liberadora... de una manera muy diferente a la actuación", declaró a la revista DjMag en 2019, escasas semanas después de participar en el festival de Coachella.

“Como actor estoy en una posición en la que puedo trabajar con las mejores personas y puedo elegir lo que hago. Como DJ estoy emergiendo, pero trato de aplicar la misma ideología y ética de trabajo. El mundo de la música house es una comunidad unida de talento increíble, DJs y artistas, y no estoy aquí simplemente para burlarme de ello porque soy actor. Disfruto el género, realmente admiro a las personas con las que toco y lo trato con tanto respeto e integridad como a mi actuación”. 

Elba es consciente de que muchos puristas no se lo toman en serio, pero él lo tiene muy claro. Como avanzó hace un año en una entrevista que concedió a Vanity Fair, planea progresivamente alejarse de las grandes superproducciones de Hollywood para centrarse en cuerpo y alma a la música. El tiempo dirá si se sale con la suya. Ilusión y empeño no le faltan.