MÚSICA

Carlangas, ex Novedades Carmiña: “No soy un artista de 'bedroom pop', tengo más que ver con la verbena que con la habitación”

El artista gallego presenta ‘Carlangas’, un disco ecléctico y de transición hecho con amigos y alguno de sus ídolos.

Carlos Pereiro, Carlangas, lanza su primer disco en solitario.

Carlos Pereiro, Carlangas, lanza su primer disco en solitario. / Cedida

Tras 14 años en activo, cinco discos con un buen puñado de hits dentro y mil noches míticas, hace más o menos un año Novedades Carmiña se separaron. Pero aquella disolución pilló a su cantante principal y guitarra, Carlos Pereiro, Carlangas, con pocas ganas de parar. No se esperaba un cambio tan radical. Novedades se había terminado, pero él se moría por seguir haciendo música.

Carlangas confiesa que esos primeros momentos fueron para él una época bastante triste. No obstante, decidió seguir su instinto y ponerse a trabajar: se rodeó de amigos y siguió escribiendo canciones. Ahora, el trabajo de todo el año pasado al fin va a salir a la luz, aunque ya hemos podido escuchar varios adelantos del mismo desde hace unos meses. Se trata de su disco homónimo Carlangas (Ernie Records, 2023), un álbum que él califica de transición y en el que, mezclando la gran cantidad de influencias que circulan en la mente de este gourmet musical, intenta descubrir a qué sonará Carlangas en el futuro.

P. ¿Cómo se siente? Entiendo que hay una parte de nostalgia por el parón de Novedades, pero también muchas ganas de hacer lo que le dé la gana.

R. Sí, estoy con un pico de emoción importante por sacar el disco, por empezar la gira y por mi banda nueva. Ha sido un año raro, no me esperaba lo de Novedades Carmiña, pero creo que, dadas las circunstancias, lo resolví bastante bien. Me rodeé de muchos amigos, de productores como Bronquio, Ortiga o Mundo Prestigio, para enseñarles mis canciones y trabajarlas con ellos. Intentando definir qué era lo que quería hacer en el futuro. Es un disco de búsqueda, muy abierto, porque yo escucho también mucha música y tengo muchas influencias, y me apetecía hacer este ejercicio de apertura. Hay cosas que me encantó hacer, pero quizás no las haga en el futuro y hay otros temas que creo que me marcan el camino a seguir.

P. Es cierto que el disco es una mezcla impresionante de influencias que van desde Khruangbin o Parcels, hasta Gang of Four o Tom Tom Club, pero también hay electrónica, hip-hop, cumbia, funk, reggae… Entiendo que se siente bien en ese caos controlado.

R. Me siento muy bien ahí. A mí me gusta la música, no un estilo de música. Creo que en todas las escenas, en todas las épocas, hay cosas muy guays y que tienen un espíritu común. A mí me mola transitar por todos ellos. Ahora el cuerpo me pide canciones como, por ejemplo, Los dineros, como una vuelta a ese sonido setentero y disco, pero no sé. No me lo pedía hace un año cuando de repente abandonamos Novedades y estaba más tristón e hice canciones como Que si quiero o que si tengo, por ejemplo, que son, digamos, más introspectivas o reflejan un poco ese pozo de tristeza. Pero ahora estoy muy feliz. Además, de repente llegamos al final del disco, llega la primavera, tengo 30 conciertos en festivales por delante… Es como que estoy en un momento de bastante buena energía. Ni siquiera he parado de hacer canciones después de terminar el disco.

P. ¿Cómo fue todo el proceso de ir dando forma a las canciones de Carlangas?

R. Pues las canciones al final parten de unos acordes de guitarra, una armonía, una voz y una letra. A partir de ahí yo voy quedando con gente en mi casa para ver los temas, según creo que le pega más a un tipo de productor o a otro. Es muy interesante soltar tus canciones y ver cómo la gente las lleva a su terreno. Fue un proceso bastante natural. Con Bronquio había hecho cosas y él es productor de cuatro temas de este disco. Estaba pasando bastantes días en Madrid porque estaba preparando un disco con Rocío Márquez y se vino unas cuantas veces a mi casa para trabajar las canciones. Ortiga (otro de los productores) es un muy amigo mío de Santiago. Comparto mucho con él en lo personal y en lo artístico, y me parece uno de los mejores arreglistas de este país y un gran músico. Y con el resto de colaboraciones del disco igual. Tenía una canción que me recordaba bastante a lo que está haciendo Dellafuente y se la pasé para ver si le molaba. Le gustó, así que le dije que podría quedar muy bien con unas palmas y me las mandó. También hay una guitarra de Jaime de Vera Fauna, unos coros de Antía de Bifannah… Tenía muchas ganas de colaborar con gente con la que conecto personal y artísticamente en este primer disco. No quería abrirlo mucho más en ese sentido, porque también hay veces que me da la sensación de que las colaboraciones pueden llegar a ser un poco forzadas. Se vuelven un poco feria y marketing.

P. ¿Y la colaboración de Manu Chao en el tema ‘Cae la noche’?

R. Bueno, es que mira, yo llevo escuchando a Mano Negra y a Manu Chao desde que soy muy pequeño, porque los discos estaban en mi casa. Su primer disco en solitario, Clandestino, me pilló con diez u once años y no paró de sonar. Fíjate que ayer me monté en el coche de mi padre y estaba ahí el Clandestino sonando. Además es que para mí hay ciertos grupos como los Clash, como los Talking Heads, como Damon Albarn, con Blur y con Gorillaz, que son, digamos, grupos que yo llamo esponjas, porque son capaces de absorber muchos ritmos, muchos estilos, y al final generar una obra muy personal. Y para mí Manu Chao representa todo eso. Yo se lo hice saber en una carta que le envié a través de un amigo común hace dos o tres años y el año pasado estuvieron tocando en Santiago y me avisaron para conocernos. Le enseñé Cae la noche, le gustó mucho y se implicó a tope con la canción, con la producción, dando muchísimas ideas. Fue una experiencia muy guay esa grabación en Santiago y luego a distancia. Estoy muy agradecido, creo que es un regalito de la vida. Y aparte, ya te digo, uno de mis referentes dentro de mi disco… Un sueño, vamos.

P. A través de esas colaboraciones también encontró a su banda de directo, Mundo Prestigio.

R. Es que ahí surgió una chispa absoluta. Además el contacto fue a la inversa: ellos me llamaron a mí para hacer un tema en su futuro disco. Son una de mis bandas favoritas, me encanta cómo suenan y cómo tocan en directo. Fui a una casa de campo en la que ellos ensayan en Galicia y fue todo supernatural. Al final nos dimos cuenta de que escuchábamos los mismos discos, que nos molaban las mismas cosas y que teníamos un espíritu en lo personal bastante común, que priorizamos más estar contentos y pasarlo guay que muchas otras cosas. Así que les propuse ser mi banda en directo y aceptaron.

Hay muy pocos espacios ahora que produzcan el efecto que se da en los conciertos: un sitio donde te puedes relajar, olvidar las ansiedades contemporáneas y simplemente levantar una cerveza y bailar, saltar y corear canciones"

P. ¿Cuánto importa el directo?

R. Mucho. Para mí no tiene sentido hacer todo esto en el estudio sin luego compartirlo con la gente. Es como la segunda mitad del disco, ¿sabes? Llevarlas al público. Estoy muy feliz porque hay muchos esfuerzos puestos en el directo: a nivel técnico, a nivel visuales… Quiero hacer una cosa potente. Llevaba como 14 años sin parar de tocar y tengo muchas ganas de volver a hacerlo. Además tengo la sensación de que hay muy pocos espacios ahora mismo en la sociedad que produzcan el efecto que se da en los conciertos: un sitio donde te puedes relajar, donde te puedes olvidar de la precariedad laboral, te puedes olvidar de las ansiedades contemporáneas y simplemente tienes que levantar una cerveza al aire y bailar, saltar y corear canciones. Eso es gloria. Y yo lo necesito como público y lo necesito como artista.

P. Hace bastantes años que vive en Madrid pero sigue muy en contacto con la escena gallega. ¿Cómo la ve ahora mismo?

R. Pues la veo desde un poco desde la distancia porque llevo la mitad de mi vida ya viviendo en Madrid, pero al final tengo ahí mis raíces, mi familia, mis mejores amigos y los amigos de la escena gallega como los mismos Mundo Prestigio, Ortiga o Grande Amore. Así que estoy muy atento a lo que pasa allí y veo que hay un pico de interés mediático. Yo creo que a nivel artístico la escena gallega lleva sana desde los años 60 o 70, porque siempre ha tenido un lenguaje propio y ha absorbido las estéticas y las tendencias de una forma bastante interesante y bastante personal. Es de las zonas de España en donde se está haciendo música más interesante para mí.

P. Hablando de Galicia, también presenta en mayo un podcast que ha escrito y narra sobre el fenómeno de las verbenas y las orquestas gallegas, ‘Verbena’. ¿Qué nos puedes contar de este proyecto?

R. Saldrá en la plataforma Sonora y es un documental sobre la verbena desde que los emigrantes gallegos, que fueron a países de América Latina, trajeron la música tropical y ya se convirtió casi en parte de la cultura popular de Galicia, mezclándose con el folklore gallego. De ahí llegamos hasta ahora que es, yo creo, el fenómeno cultural de masas más potente en Galicia, las orquestas. Estas orquestas tienen un poder movilizador impresionante y alguna de ellas se han convertido casi en una religión. Ponemos el foco bastante ahí, en qué está ocurriendo con todos esos montajes que están al nivel de las grandes estrellas del pop mundial, pero que también tienen sus luces y sus sombras, claro, porque detrás hay también juicios y oscuridades que intentamos investigar y desnudar en el documental.

P. Pero primero sale de gira. Empieza ya.

R. Sí. La idea era lanzar el disco y acto seguido estar en la furgoneta, y así va a ser. Empiezo ahora y ya no paro hasta final de septiembre. Tengo muchos más conciertos de lo que me esperaba para ser mi primer disco en solitario, y estoy muy contento de que la peña también haya confiado tanto en lo que yo pueda llevar al directo. Creo que les va a gustar porque me lo he currado mucho. Es un chute de energía salir al directo, porque yo no soy un artista de bedroom pop, tengo más que ver con la verbena que con la habitación.

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