PLATAFORMAS

Netflix quiere acabar definitivamente con las cuentas compartidas en 2023

Según 'The Wall Street Journal', la plataforma de 'streaming' podría aplicar una cuota de pago adicional para quienes inicien sesión fuera del hogar principal

Televisor con la página de inicio de Netflix.

Televisor con la página de inicio de Netflix. / AFP / CHRIS DELMAS

Desde hace algún tiempo, Netflix está estudiando nuevas estrategias para combatir la pérdida de clientes. El pasado mes de noviembre llegó a España el Netflix low cost, un nuevo plan de suscripción que permite a los usuarios pagar una cuota menor (5,49 euros al mes) a cambio de tener que ver publicidad, una táctica para animar a la población a decidirse a pagar por el servicio de películas, series y documentales que ofrece. Pero el gigante del streaming es consciente de que la popular práctica de compartir cuenta entre varios usuarios también le está afectando negativamente y ponerle freno será uno de sus objetivos prioritarios para el nuevo año 2023.

Según las cifras que maneja Netflix, la compañía tiene 223 millones de suscriptores en el mundo, pero unos 100 millones de personas acceden a su servicio sin pagar, porque comparten cuenta con otros usuarios. Reed Hastings, cofundador de la empresa, ya lo anunció el pasado abril a sus inversores: "Nuestra relativamente alta penetración en los hogares (incluyendo la gran cantidad de hogares que comparten cuentas), combinada con la competencia, está generando dificultades para el crecimiento de los ingresos".  Y ha llegado el momento de mover ficha para solucionar el problema.

El medio norteamericano The Wall Street Journal asegura que Netflix planea implementar en este 2023 un sistema que obligará a los usuarios a pagar por compartir sus contraseñas. La compañía ya lo ha probado en cinco países: Argentina, República Dominicana, El Salvador, Guatemala y Honduras, donde ha comenzado a cobrar tarifas adicionales de 2,99 dólares al mes a aquellos suscriptores que iniciaban sesión fuera de casa. Se llama 'Netflix Homes', y, además del pago extra, requiere a los usuarios que se encuentran fuera del hogar principal de la cuenta, que al iniciar sesión ingresen un código de validación en pantalla que caduca después de 15 minutos. Todo ello con el objetivo de frenar el acceso de personas de fuera de una misma unidad familiar.

Se espera que en España y el resto de países no tarden en aplicarse medidas similares, y aunque todo apunta a que se implementarían el próximo año, no hay una previsión oficial de cuando se ejecutará ni de las nuevas restricciones que incorporará el servicio, pues las pruebas piloto lanzadas en Latinoamérica han revelado una serie de inconvenientes que la plataforma audiovisual debería subsanar antes de dar comienzo a la guerra global contra las contraseñas compartidas.

Para la compañía no ha sido tan fácil determinar con precisión la ubicación de los suscriptores. Solía recurrir al historial de las cuentas, a sus direcciones IP y a los identificadores de dispositivos, pero estos sistemas no son fiables en escenarios como el de una familia que quiere ver películas mientras está de viaje o cuando se encuentra en su segunda residencia, ni tampoco en determinados mercados como el de la India, con un gran porcentaje de suscriptores que acceden al catálogo desde sus móviles, mientras están fuera de casa o en el transporte público, y usando la conexión a internet por datos.

Los primeros espectadores afectados por estos nuevos términos de uso ya se han quejado de distintos problemas respecto a la accesibilidad a los contenidos desde fuera de sus casas, y aunque falta esperar a ver cual será la línea de actuación definitiva que tomará Netflix, es posible que mediante esta estrategia la plataforma no obtenga los resultados esperados y termine corriendo el riesgo de disminuir aún más su base de suscriptores.