GUERRA POR LOS DERECHOS DE AUTOR

'Dios está aquí', pero la justicia no: la lucha contra la SGAE del creador del célebre himno religioso

En 1979, Francisco Javier Gacías Mateo era un joven músico cuando compuso esta canción para tocar con su grupo, Nueva Vida, en un festival cristiano. Hoy, esa misma canción, en infinitas versiones, tiene millones de reproducciones en las plataformas 'online', suena en todas las parroquias y es casi un tema oficial del papa, pero su autor mantiene un pleito con la S.G.A.E. por unos derechos de autor que todavía no se le han reconocido

El grupo musical de jóvenes cristianos 'Nueva vida' al que pertenecía Gacías, en los 70.

El grupo musical de jóvenes cristianos 'Nueva vida' al que pertenecía Gacías, en los 70.

Carlos H. Vázquez

Llega el Papa al aeropuerto de una ciudad cualquiera para reunirse en la plaza equis con una multitud entregada a la causa que canta a Su Santidad Dios está aquí. Y Dios está, o estará, o vaya usted a saber, pero los que ahí se concentran, desde luego, cantan a Dios, “tan cierto como en la mañana se levanta el sol...”, dice la letra de la canción. Un ejemplo: el 8 de septiembre de 2019, el Papa Francisco fue recibido por cinco mil personas que coreaban tan ínclita tonada religiosa en Akamasoa (Madagascar), la ciudad milagro construida sobre un vertedero por el misionero argentino Pedro Opeka.

En Spotify, los resultados de la búsqueda muestran más de cincuenta versiones de Dios está aquí, incluido el Perreo Mix de Tito Silva Music. En YouTube, las cifras se escapan dada la ingente cantidad de vídeos subidos del tema. Según S.G.A.E. (Sociedad General de Autores y Editores), Dios está aquí en YouTube ha generado 6.244.143 utilizaciones por importe de 1.087,23 euros, mientras que en Spotify han sido 242.019 utilizaciones por un importe de 92,81 euros.

En la búsqueda de obras del repertorio de la S.G.A.E. se encuentran un total de trece títulos registrados por ocho autores diferentes: Alberto Bago Pastor, Diornys José Guilarte Oliveros, Francisco Javier Gacías Mateo, Edelmira Nieto Torres, Dalberto Gómez Pérez, Lucía Parker, Gerardo Salvador Sánchez Tinajero, y Miguel Sánchez Moreno.

Solo dos de los autores firmantes tienen registradas a su vez dos versiones de Dios está aquí. A saber: Sánchez Moreno cuenta con Dios está aquí (Canto de entrada) y Dios está aquí (De la misa festiva de romería). Y Gacías Mateo con Dios está aquí y Dios está aquí (Versión 2015). De esta última canción mencionada, la recaudación en S.G.A.E. desde su registro el 22 de enero de 2016 hasta la fecha actual ha sido de 88,12 euros.

Por otro lado, se enlistan dos obras etiquetadas como “dominio público”. Detrás de la primera, con el código S.G.A.E. 16.212.417, está como creador Víctor Manuel Jasso Vilche y tres editoriales: Vime Music Publishing S.A. de C.V., Pfive Entertainment Mexico S.A. de C.V., y Ediciones Musicales Clipper's S.L. En la segunda de “dominio público”, con el código S.G.A.E. 13.512.735, figura el nombre de Carmen Esperanza Delgado de los Ríos como autora y Música y Fe Ediciones S.L. como editorial.

Eduardo Ezpondaburu Marco, Secretario General de S.G.A.E. certificaba que, respecto al Dios está aquí de Víctor Manuel Jasso Vilche, la Sociedad General de Autores y Editores “no dispone de partituras ni documentación ni audio de esta obra y tampoco se ha podido localizar en Internet, ni por autor ni por editorial” y que “es un arreglo de una obra en dominio público, por lo que la partitura y letra de esta obra debe ser distinta a la obra de Francisco Javier Gacías Mateo”. Desde su registro el 21 diciembre de 2017 hasta la fecha actual, S.G.A.E. constata que la recaudación ha sido de 0 euros.

Revisando los datos de la Sociedad General de Autores y Editores, por comunicación pública Dios está aquí ha generado 5.193,89 euros y 187,25 euros por reproducción frente a los 31,39 euros por copia privada. Por lo tanto, la recaudación histórica de Dios está aquí desde 1999 ha sido de 5.412,53 euros.

Famosa sin pretenderlo


La letra original de Dios está aquí fue registrada en la Biblioteca General de Aragón por Francisco Javier Gacías Mateo, que en el año 2013 requirió en numerosas ocasiones a S.G.A.E. regularizar los registros dado que se estaba consintiendo una usurpación de sus derechos.

Gacías compuso Dios está aquí en 1979, cuando formaba parte del grupo de jóvenes cristianos Nueva Vida. Una formación que actuó en el Festival Jesús Te Llama de Zaragoza (sábado 9 de junio de aquel año, a las seis de la tarde), tocando, entre otras canciones, Dios está aquí. Pese a que fue la que más gustó al público, ninguno de los componentes jamás pensó que se haría tan famosa después.

La partitura de la canción original.

La partitura de la canción original. /

Sin embargo no fue hasta el día 14 de septiembre de 1990 cuando Francisco Javier decidió registrar la obra en S.G.A.E. aconsejado por el sacerdote Carmelo Erdozaín, compositor de música religiosa. “Carmelo iba a hacer un cassette con los quince mejores cantos de la música cristiana y quería incluir Dios está aquí. Me pidió permiso para grabarla y me preguntó si la tenía registrada, pero le dije que no, que solo la hice para que la gente la cantara en las parroquias. Él me escribió la partitura, me la mandó y me fui a registrarla”, recuerda Francisco Javier, albaceteño afincado en Zaragoza que hoy reclama a la Sociedad General de Autores y Editores lo que le corresponde por los derechos de autor e interpretación. “Les pedí el favor de arreglarlo, porque la bola se está haciendo más grande y hay confusión con respecto a la autoría”.

También un amigo le advirtió de que Dios está aquí había sonado en la visita del Papa Juan Pablo II a Fidel Castro en Cuba. Incluso sus familiares de Murcia le contaron que el coro de su parroquia estaba interpretando el mismo tema. A Francisco Javier se le terminaron de abrir los ojos en Jerusalén, justo el día de su cumpleaños, al escuchar Dios está aquí al piano. “Empecé verbalmente. Primero fui a la directora de S.G.A.E. en Zaragoza para decirle que había visto a otra gente apuntada con el título de mi canción, pero siempre me lo han negado. Solo me contestaban que lo mirarían, pero nunca me han hecho caso verbalmente”. Por escrito, Gacías guarda los primeros correos electrónicos que envió un tiempo después.

“Aproximadamente por 2015 es cuando Javier entra en contacto conmigo”. Habla Isabel Marco, abogada especialista en nuevas tecnologías y protección de datos. Francisco Javier acudió a ella con su hermano Jesús cuando pensaron en montar una editorial. Querían abordar el asunto de la protección de datos y es entonces cuando también le empezaron a contar a Isabel lo que les estaba pasando con S.G.A.E. y con Dios está aquí, así que trabajaron en las dos cosas en paralelo. “Yo ya conocía la canción y ya podíamos hacer búsquedas en Google, y nos encontramos que estaba registrada como canto popular y por otros autores. El hecho de haberla tenido registrada desde el principio supongo que le habría dado a Francisco Javier más posibilidades de evitar que esta autoría se desvirtuase”, prosigue la letrada.

Empieza la 'guerra santa'


El 23 de enero de 2014, Gacías efectuaba una reclamación en la que denunciaba la existencia en la base de datos de S.G.A.E. de varios registros de Dios está aquí a nombre de otros autores, como los miembros del Grupo Mojado (Ramón González Guerrero y Juan Salazar), figurando como editora Universal Music y Raúl Galeano. “Tuvimos un acto de conciliación con Universal Music”, continúa Francisco Javier. “Grupo Mojado tiene tres millones y medio de reproducciones de Dios está aquí. No sé cuánto será, pero es un montón de dinero que me tenían que haber pagado. Siguen en activo y continúan vendiendo por Internet”.

“Las obras de ámbito litúrgico son un poco especiales, siempre y cuando se desarrollen en actos litúrgicos, pero cuando hay una explotación comercial por parte de Grupo Mojado, que la hace suya y la publica en un cedé y tienen tres millones y medio de reproducciones, ya no estamos hablando de ámbito litúrgico”, remarca Isabel Marco, porque “hay alguien que se está lucrando por la reproducción de esta obra, que se está explotando como cualquier canción comercial, y por lo tanto debe tener ese tratamiento”.

En 1999, los mexicanos Grupo Mojado publicaban un disco de título homónimo con el sello Fonovisa y la distribución de Universal Music. Dentro de las diez canciones que componen el track list del álbum, Dios está aquí es la número siete. Debajo del titulo se lee D.A.R. / Pendiente en los créditos. En los registros de S.G.A.E. son las siglas G.M.U. (Grupos Musicales Unidos) las que aparecen -por partida doble- como intérprete. “G.M.U. es el sello discográfico de Carmelo Erdozaín”, aclara Francisco Javier.

Sonia Marques, representante de S.G.A.E., respondía a la acusación alegando que “…es común que existan títulos coincidentes en diferentes obras musicales, siendo obras musicales distintas, sin que pueda producirse confusión en la identificación” y que “…no se trata de la misma obra y no se vulnera ningún derecho de autor”. En el caso del tema de Raúl Galeano, Marques decía que “se trata de un autor socio de otra entidad de derechos de autor en E.E.U.U. y no gestionamos su repertorio. De nuevo debe tratarse de una mera coincidencia del título”. Un caso así es la canción Dios está aquí de la cantante salvadoreña Lucía Parker, cuyas semejanzas con el tema de Francisco Javier Gacías solo se encuentra en el nombre de la composición, no en su letra ni en su música. “Pero esta es solo la excepción, en un 95 por ciento es siempre mi canción”, concreta Gacías.

“Una de las cosas que se pidió en la audiencia previa era que nos dijera S.G.A.E. todos los nuevos registros, de quiénes son y si se corresponden con la obra. De once entradas que había, una era la de Francisco Javier y en otras -contaban- no lo sabían con seguridad. Si no lo saben ellos con seguridad, ¿quién lo tiene que saber?”, se pregunta Isabel. Respecto a Universal Music y Juan Salazar y Ramón González Guerrero, S.G.A.E. pidió a Francisco Javier que probara que entre la letra y la música de su canción había coincidencias con la de los dos socios referidos: “...le sugiero que se dirija a los Servicios Jurídicos de S.G.A.E. para que pueda determinarse si existe un plagio”, sugería Sonia Marques.

Gacías ofreció la información sobre las explotaciones llevadas a cabo y solicitó de nuevo a S.G.A.E. que facilitara las partituras y las letras para poder corroborar el plagio. Juan Serrada, en defensa de S.G.A.E., contestaba que “no se podían entregar las grabaciones o partituras por protección de datos”, que “los registros se llevan a cabo por declaración jurada de los autores que son los responsables”, que “es necesario que se lleve a cabo un acto de conciliación” y que “una obra solo podía darse de baja de conformidad con el artículo 149 del Reglamento de S.G.A.E.”, pasando a enumerar los supuestos en que podía hacerse.

Francisco Javier Gacías Mateo, autor de la canción en disputa.

Francisco Javier Gacías Mateo, autor de la canción en disputa. /

En el acto de conciliación, Universal Music España reconocía la autoría de Francisco Javier sobre Dios está aquí y anularon los registros señalados por la acusación. “Mi abogada les dijo que eso estaba muy bien, pero tenían que recaudar los derechos de autor que me tenían que pagar”. Según el afectado, Universal se comprometió a hacerlo, “pero dijeron que no tenían el contrato porque lo habían perdido y que no estaban autorizados por Universal Music de Estados Unidos a pagar nada. Solo quitaron el registro”. S.G.A.E., en cambio, nunca reclamó los derechos “indebidamente pagados” a Guerrero y Salazar, ni se los liquidó a Gacías. “Alegamos que S.G.A.E. tiene muchos medios. No vale que digan que no sabían que estaba inscrito”, incide Isabel Marco. “Para nosotros, S.G.A.E. ha tenido una actuación muy negligente y por eso vamos a ir a apelación, porque no estamos en absoluto satisfechos con la sentencia, porque hay un incumplimiento contractual terrible”.

En cuanto al acto de conciliación, la abogada denuncia que no ha habido grandes frutos porque ha habido nuevas incorporaciones de la obra: “Francisco Javier no es Alejandro Sanz y su obra completa igual no vale nada, pero es que tiene un hit mundial -de ámbito religioso- que S.G.A.E. está tratando como al que tiene cinco obras en su repertorio y toca en el bar que está debajo de su casa”. Tanto el autor como su defensa se han sentido ninguneados. Cuando Isabel Marco comenzó a reclamar, notó un cierto cambio: por lo menos contestaban rápido a los correos, aunque no solucionasen nada. Piensa que luego se relajaron. “La cuestión es que, de alguna manera, S.G.A.E. tiene dos obligaciones: proteger la obra de todas estas usurpaciones y la obligación de recaudación y pago. ¿Dónde está el problema? ¿Que S.G.A.E. ha recaudado y que no está liquidando al autor y por lo tanto se está quedando el dinero? ¿O es que resulta que no está liquidando bien? Yo entiendo que ha sido principalmente un problema de recaudación”.

Muchos padres para un solo hijo


A día de hoy, Javier Gacías cuenta 2.346 grabaciones distintas de Dios está aquí. “Pedimos datos a Spotify y a YouTube, pero nos respondieron que ya no los daban porque eran de la S.G.A.E., pero es que desde S.G.A.E. tampoco nos los facilitan”. El entrevistado calcula que las escuchas que se producen de Dios está aquí son millones de veces superiores a las cifras recaudadas por S.G.A.E., desde donde aluden que es una obra religiosa y que no tiene prácticamente visitas de ningún tipo ni publicidad. “Ya sabemos que en misa no se paga, pero con la explotación de la canción hay gente que se está lucrando”, incide Gacías, que ahora sabe que recibiría 5.000 euros al mes solo por las “picadas” en uno de esos vídeos de la canción.

El vídeo en cuestión fue subido a YouTube por Diego Orbegoso el 10 de octubre de 2014 y hasta el momento acumula una cantidad de 251.452.531 de visualizaciones. “Se trata de un crecimiento lineal e incesante, de más de un millón de visualizaciones al mes. En contra, S.G.A.E. solo ha recaudado el importe correspondiente a 6.244.143 visitas desde 2017 hasta la presentación de la demanda”, aporta la letrada Isabel Marco, que añade la siguiente información:

Visualizaciones en mayo de 2021: 228.378.452

Visualizaciones el 11 de diciembre de 2021: 240.445.007 (Incremento de 12 millones en 7 meses)

Visualizaciones el 10 de marzo de 2022: 244.500.691 (Incremento de 4 millones en 3 meses)

Visualizaciones a 29 de junio de 2022: 251.450.650 (Incremento de casi 7 millones en 3 meses)

Una de las cosas que hicieron Isabel y Francisco Javier nada más empezar a trabajar en el caso fue acceder a YouTube para denunciar la infracción de derechos. Pero no querían que esos vídeos dejasen de estar, sino que los acreditaran con la verdadera autoría, la de Francisco Javier Gacías, porque no estaban dando la información clara y de ese modo se daba a entender que era una canción que no tenía derechos o era de dominio público.

Se lamenta el autor de la canción que la Sociedad General de Autores y Editores siempre le ha estado “dado largas” aludiendo a un conflicto internacional, y que no han querido hablar con ellos, cosa que desmiente Gacías: “Lo último que han hecho ha sido ofrecernos 4.000 euros para arreglar el problema, que es mucho menos de lo que yo he pagado a la abogada”. La cifra aportada por S.G.A.E. le parece al afectado “un insulto a la inteligencia”: “Solo por los tres millones y medio de copias que declara el Grupo Mojado, S.G.A.E. tendría que haberme liquidado 259.000 euros”.

S.G.A.E. ha puesto de manifiesto que hasta octubre de 2015 no había enviado la ficha de la obra de Gacías a E.E.U.U., Canadá, Rumanía, Italia y Filipinas, y a la sociedad de gestión de derechos americana B.M.I. (Broadcast Music, Inc.) hasta 2016.

En efecto, Francisco Javier Gacías Mateo figura en los registros públicos del B.M.I como escritor y compositor de Dios está aquí. De igual manera, en la A.S.C.A.P. (American Society of Composers, Authors and Publishers) se confirma que Francisco Javier es el único escritor de la canción, pero no así como intérprete, donde también reza el nombre Mojado. En los datos del B.M.I se repite la mención de Gacías y Mojado como intérpretes, pero sumando a Raúl Galeano y Grupo Mojado.

En Argentina, Dios está aquí fue registrada a nombre de Mario Óscar Peralta Luna desde 2001, dado que S.G.A.E. no había enviado la ficha de la obra y por tanto no estaba registrada en S.A.D.A.I.C. (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Y en Guatemala registraron la obra en febrero de 2016. Según datos consultados a S.A.D.A.I.C., el registro más antiguo de Dios está aquí data del 2 de julio de 1984 y está a nombre de Gustavo Luciano Pernice. Se cuentan cuatro fichas más de Dios está aquí, pero ninguna con el nombre de Francisco Javier Gacías Mateo.

Ese mismo mes de febrero de 2016, le hacen saber a Francisco Javier que Dios está aquí estaba incluida en la versión argentina de La llamada, y que el grupo Conexión Directa, a nombre Dauny Chilin, había registrado la canción.

La S.A.C.M. (Sociedad de Autores y Compositores de México) desglosa unos datos todavía más alarmantes: de Dios está aquí hay 14 registros, donde se incluyen dos fichas a nombre de Javier Gacías. Respecto al mencionado Víctor Manuel Jasso Vilche (nº 113993667), se despliegan hasta ocho intérpretes diferentes de Dios está aquí: Cantos Religiosos, El Coro Guadalupano, Estudiantina Alegre Juventud, Grupo Luna Alabanza a Cristo, Grupo Nueva Vida (agrupación de Gacías), Grupo Renovación y Alabanza, María Vianey y varios intérpretes que no se identifican.

La sombra de la S.G.A.E. es alargada

Subraya Francisco Javier que él no le está pidiendo dinero a la gente que cobra por interpretar Dios está aquí, sino a S.G.A.E., que recauda esos royalties y -señala Gacías- no los reparte. “Solo quiero tener todo en orden y que me paguen lo que me corresponde”. Cuenta que no se rinde, que recurrirá a la Audiencia Provincial, aunque advierte que “los tentáculos de la S.G.A.E. llegan muy lejos”: “Nos han acojonado en el juicio. Voy con los datos clarísimos y le dan la vuelta a todo como un guante con una jeta impresionante, y que pague yo las costas y que se me condene”. La S.G.A.E. ha sido contactada para contar con su opinión en este reportaje, pero su respuesta nunca ha llegado.

Para la abogada de la defensa, el caso ha pasado a ser algo personal. Aventura que se hará apelación, pero depende de a qué lado caiga la sentencia del recurso. “Nosotros tenemos claro que si en esta primera instancia nos daban la razón en cuanto que ha habido un incumplimiento contractual y se determinaba la indemnización que considere su señoría, obviamente va a haber recurso de S.G.A.E., porque S.G.A.E. siempre agota todas las vías”. Isabel razona que habrá que ir viendo cómo se resuelve todo, pero que aún quedan un par de años como mínimo. Cree que llegarán hasta el Tribunal Supremo: “La justicia, yo considero, debe estar aquí, y por eso mismo vamos a intentar que esté con nosotros y con los que merecemos justicia”.

A modo de epílogo a su historia con S.G.A.E., Javier cita al profeta Isaías: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”.