EXPOSICIÓN

Jean Paul Gaultier trae a Madrid su particular mirada sobre la moda y el cine

La muestra que inaugura CaixaForum sobre las relaciones entre estas dos expresiones artísticas, convertidas en grandes industrias de la cultura de masas, lleva el sello inconfundible del legendario modisto francés

Un ciclo de cinco películas seleccionadas por la actriz Rossy de Palma, amiga y cómplice del diseñador, completa la oferta de la exposición

La exposición 'Cine y Moda. Por Jean Paul Gaultier', que acoge CaixaForum Madrid hasta el 5 de junio.

La exposición 'Cine y Moda. Por Jean Paul Gaultier', que acoge CaixaForum Madrid hasta el 5 de junio. / CaixaForum

Isabel Vaquero

Jean Paul Gaultier pasó por Madrid para presentar una exposición que más vale no perderse, una de esas exhibiciones de referencia de las que se hablará como un hito porque, aparte de su magnífica puesta en escena, trata sobre las relaciones entre la moda y el cine desde un punto de vista absolutamente subjetivo, el de un cinéfilo obsesivo y uno de los grandes modistos de la segunda mitad del siglo XX que, por suerte para todos, irradia sentido del humor en todas sus reflexiones.

El título de la muestra, Cine y Moda por Jean Paul Gaultier, que CaixaForum Madrid ha organizado en colaboración con La Cinémathèque Française, lo dice todo: lo que vamos a ver no es una historia universal e indiscutible, sino una visión personal, de autor, que nos transporta por su universo de referencias, sueños y obsesiones.

La primera parte —la exposición está dividida en cinco capítulos— lleva el título de Falbalas, homenaje a la película homónima que el cineasta francés Jacques Becker —más conocido por títulos como París, bajos fondos o La evasión—, rodó en 1945, recién acabada la Segunda Guerra Mundial.

Falbalas, que quiere decir "volantes" en castellano, y una película que casi nadie ha visto en España (se echa de menos que no esté incluida en el ciclo), cuenta la historia de un famoso estilista parisino, mujeriego, impulsivo y perfeccionista, y es un melodrama ambientado en el bullicio de una casa de modas. La cinta alcanza su culmen en un desfile en el que las creaciones que orquestó el modisto Marcel Rochas, diseñador del vestuario, asombraron a Francia.

La seducción de la pantalla

La tarde en que, con trece años, Jean Paul Gaultier vio por televisión esta película, supuso para él una auténtica revelación: “Eso es lo que yo voy a hacer el resto de mi vida”, contó en el auditorio de CaixaForum Madrid durante la inauguración de la muestra. Claro que llovía sobre mojado, porque al pequeño Jean Paul no lo criaron realmente sus padres, sino su abuela, mucho más permisiva y divertida, tal y como él la recuerda. “Cuando yo tenía nueve años pasaba las tardes con mi abuela viendo en la televisión los espectáculos de revista del Follies Bergère”. Esas heroínas hipersexualizadas ataviadas con ropa de cabaret le fascinaban. “Todas eran diferentes, con bellezas particulares, a menudo lejos de los estándares del gusto burgués.” Este hecho marcó sin duda al futuro modisto, que fue el primero, allá en los años ochenta, en subir a las pasarelas a mujeres gordas, flacas, guapas, feas, calvas, altas, bajas, andróginas, sexys, mayores, transexuales (Andrej Pejic) o a hombres con vestidos de mujer, como su modelo fetiche y amigo Tanel Bedrossiantz.

De izda. a dcha., el diseñador Jean Paul Gaultier, la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa" y Frédéric Bonnaud, director de la Cinémathèque Française, en la presentación de la muestra.

De izda. a dcha., el diseñador Jean Paul Gaultier, la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa" y Frédéric Bonnaud, director de la Cinémathèque Française, en la presentación de la muestra. / Cedida

Al iniciar el recorrido por la exposición, la ambientación para Falbalas es como un sueño: veladas por visillos blancos, vemos escenas de la película, pequeñas muñecas con diseños diminutos de Rochas, corsés antiguos y modernos como el que diseñó Gaultier para el Blonde Ambition Tour de Madonna, o célebres fotos de autores como Horst, todo ello envuelto en un agradable ambiente de boudoir . “Vi tantas veces la película de Jacques Becker, que puedo decir que Falbalas fue mi primera escuela de moda. La segunda fue trabajar con Pierre Cardin”.

Sus dotes de escenógrafo, acostumbrado a imaginar universos para crear los climas de sus desfiles, se palpa en cada detalle de la exposición. La segunda etapa, titulada Masculino femenino, analiza los arquetipos de ambos géneros destacando “el poder transformador de las industrias de la moda y el cine para dar visibilidad a hechos y circunstancias que la moral de cada época se empeña en ocultar”. Allí vemos mujeres fatales como Mae West y Marilyn Monroe —siempre con montajes ingeniosos que mezclan fotografía y vestuario—, con sus vestidos escotados y ajustados y, en un sentido totalmente opuesto, ya en los años sesenta, la increíblemente sexy Brigitte Bardot, que en la película Y Dios creó a la mujer, de Roger Vadim, “baila para sí misma, sin pensar en excitar a quien la mira, desmelenada, expresando una feminidad progresista y totalmente entregada al ritmo de la música. Si resulta tan irresistible es precisamente por su abandono despreocupado a su instinto para disfrutar”.

Frente a ellas, se nos presentan los gánsteres, los vaqueros y los superhéroes que encarnan hombres blancos conquistadores: el ejemplo clásico de virilidad machista de John Wayne, el cuerpo musculado de Sylvester Stallone, o el de Christopher Reeve con sus famosas mallas de Superman. Entre ellos sobresale el Marlon Brando de Un tranvía llamado deseo, de Elia Kazan, rodada en 1951. “La figura más famosa de una nueva masculinidad proletaria a la vez amenazadora y fuertemente erotizada”. Efectivamente, Brando se convirtió en un icono masculino que influyó en toda una generación de jóvenes que, por primera vez en la historia, ya no querían vestirse como sus padres. “Con esa camiseta sucia y sin mangas, representó una auténtica ruptura erótica. Era la encarnación del hombre objeto y cambió también la mirada de la mujer hacia los hombres”, señala Gaultier.

Mujeres fuertes y hombres gays

La tercera parte de la exposición se titula Transgresiones, y se presenta con una estética grafitera para destacar cómo en los años setenta todo lo underground adquirió mayor visibilidad. A pesar de ello, en este espacio ocupan un lugar de honor dos estrellas de Hollywood de los años treinta que rompieron con descaro las costumbres: Marlene Dietrich —“un caso aparte, porque le daba lo mismo vestirse de vampiresa que con uniforme militar”, puntualiza Gaultier— y Katherine Hepburn. “Ambas era mujeres fuertes que manifestaron su androginia vistiendo pantalones y trajes de chaqueta tanto en su vida personal como en los papeles que elegían”. Su actitud fue minoritaria en la sociedad de su época, pero con una admirable seguridad en sí mismas abrieron el camino a otras mujeres, aunque hicieron falta décadas hasta que su uso se generalizó. En este punto de la conversación, Gaultier señala que él siempre ha hecho chaquetas femeninas “con el imprescindible bolsillo interior para guardar la cartera y pagar, que es un acto realmente emancipador”.

Ya en los años setenta y ochenta, el gran momento de reivindicación de la homosexualidad, el escándalo lo provocaron héroes masculinos del cine con una sexualidad descarada. La película más emblemática es Querelle, de 1982, dirigida por Rainer W. Fassbinder y protagonizada por Brad Davis. Marcado por ese homoerotismo subversivo, Jean Paul Gaultier transforma la camiseta marinera en el emblema del hombre objeto, y en su primer desfile de prêt-à-porter para hombres, en 1983, la camiseta con la espalda al descubierto se convierte en el símbolo de su marca. Gaultier fue un indiscutible pionero en incluir elementos del vestuario femenino en la silueta masculina.

La cuarta etapa de la exposición es Pop y Metal, donde el montaje dedicado a la película Quién eres tú, Polly Maggoo?, de William Klein (1966), ocupa pantallas de televisión con escenas de la película, fotografías del propio William Klein con ropa de André Courrèges, así como los vestidos de Pierre Cardin con la cara de la modelo Twiggy recortada en papel fotográfico. Además de, por supuesto, el vestuario metálico de Barbarella que diseñó Paco Rabanne para Jane Fonda.

Fotograma de Quién eres tú, Polly Maggoo?, de William Klein.

Fotograma de Quién eres tú, Polly Maggoo?, de William Klein. / Cedida

La pasarela como escenario

La quinta y última etapa de la exposición se llama Desfiles. Un momento cumbre del espectáculo de la moda que Gaultier defiende como algo insustituible, por más que desde la pandemia de coronavirus se ponga en duda la idoneidad de estas manifestaciones culturales. “Desde mi punto de vista su carencia es inconcebible, porque los desfiles son espectáculos en los que la escenografía, la música y la interpretación de las modelos conforman un mensaje que ha de vivirse en directo.”

Cualquiera que haya asistido a uno solo de sus desfiles puede jurar que la energía del mensaje que Gaultier comunica desde la pasarela no tiene igual. Para la puesta en escena de esta parte de la muestra, ha elegido un momento memorable de la película Mujeres, filmada en Cinemascope por George Cukor en 1940. La escena estelar es un desfile de moda rodado en color, que resulta especialmente mágico porque el resto de la película está filmado en blanco y negro.

Influencia española

De la estética española de los años sesenta, cuando veraneaba con sus padres en las costas del País Vasco español, recuerda a la incomparable Lola Flores, pero también a divas como Sara Montiel o Carmen Sevilla, que de tan poderosas le dejaban boquiabierto. Luego, ya en los años ochenta conoció a la diseñadora Sybilla, cuyo trabajo le interesó siempre y de quien ha incluido un vestido en la exposición. Y a través de su amigo Pedro Almodóvar entró en contacto Rossy de Palma —amiga íntima y musa—, pero también quedó deslumbrado con la energía de Victoria Abril, Marisa Paredes, Penélope Cruz y, por supuesto, de Javier Barden, a quien considera “el Marlon Brando español, inolvidable en la película Jamón, jamón” (1992) de Bigas Luna. De la filmografía de Almodóvar destaca sobre todo Hable con ella, de 2002.

Gaultier, con Victoria Abril y Almodóvar en el rodaje de 'Kika'.

Gaultier, con Victoria Abril y Almodóvar en el rodaje de 'Kika'. / Cedida

Jean Paul Gaultier ya no diseña la ropa de su marca, pero “eso no quiere decir que esté retirado. A Glenn Martens lo elegí yo para crear mis colecciones porque me gusta su trabajo. Creo que valora el legado —¡con la ventaja de que no soy yo!—”, dice riendo. “El tiempo todo lo cambia, y con él se transforma también la energía de la gente y de la moda, que está en todas partes, en los locales de ocio, en cómo vivimos, y eso lo capta mejor una persona más joven”. Glenn Martens es belga, tiene 39 años y diseña el prêt-à-porter y la alta costura de la marca con notable éxito. “Aparte de eso, yo no paro, hago muchas cosas, como esta exposición, sigo encargándome de los perfumes, de las campañas de publicidad y de otros aspectos colaterales”, dice riéndose este imponente creador de alegría contagiosa y espíritu optimista.

Un ciclo de cine sobre el mundo de la moda

Como complemento de la exposición Cine y moda por Jean Paul Gaultier, Caixaforum organiza un ciclo de cine comisariado por la polifacética Rossy de Palma, amiga y musa de Jean Paul Gaultier. Colaboraron por primera vez en el rodaje de Kika en 1993, él realizando el vestuario y ella interpretando a la inolvidable Juana, una de las actrices protagonistas.

Rossy de Palma ha elegido cinco largometrajes en los que considera que la relación de la moda con el cine resulta paradigmática. Antes de cada uno, se proyectarán vídeos inéditos donde la artista explicará el porqué de la selección, la relación con la moda, los fuera de cámara… y mucho más. Estos son los cinco títulos seleccionados.

KIKA

Pedro Almodóvar, 1993, España. VO

Viernes 4 de marzo a las 19h

Kika, una maquilladora optimista y vital, vive con Ramón, un fotógrafo muy introvertido y obsesionado por la muerte de su madre. Se quieren, pero no se entienden. Kika tiene una amiga con muy pocos prejuicios, Amparo; una acérrima enemiga, Andrea caracortada, directora y presentadora de un reality show; un amante americano que es padrastro de Ramón; y por último una criada bigotuda, enamorada de ella en secreto y hermana de un actor porno que, tras fugarse de la cárcel, se esconde en casa de Kika.

PRÊT-À-PORTER

Robert Altman, 1994, Estados Unidos. VOSE

Viernes 11 de marzo a las 19h

En el mundo de la moda, el acontecimiento del año es la presentación en París de las colecciones de prêt-à-porter. Allí acuden diseñadores, modelos, fotógrafos, periodistas y famosos, aunque los auténticos protagonistas son las envidias y las rivalidades personales. Este año, el asesinato del jefe de la Chambre Sindical de la moda los ha convertido a todos en sospechosos.

QUI ÊTES-VOUS, POLLY MAGGOO?

William Klein, 1966, Francia. VOSE

Viernes 18 de marzo a las 19h

Utilizando la animación, los números musicales y la foto fija, Klein realiza una ácida crónica de la realidad del mundo de la moda, que sigue siendo válida en la actualidad. Se trata de una sátira elegante a través del retrato glamuroso y grotesco de una joven originaria de Brooklyn, exitosa modelo en París, que se convierte en el tema central del programa de televisión ¿Quién es usted?

LA DOLCE VITA

Federico Fellini, 1960, Italia. VOSE

Viernes 1 de abril a las 19h

Marcello Rubini es un desencantado periodista romano, en busca de celebridades, que se mueve con insatisfacción por las fiestas nocturnas que celebra la burguesía de la época. Merodea por distintos lugares de Roma, siempre rodeado de todo tipo de personajes, especialmente de la élite de la sociedad italiana. En una de sus salidas se entera de que Sylvia, una célebre diva del mundo del cine, llega a Roma, cree que ésta es una gran oportunidad para conseguir una gran noticia y, en consecuencia, la perseguirá por las noches por diferentes lugares de la ciudad.

MUJERES

George Cukor, 1939, EEUU. VOSE

Viernes 8 de abril a las 19h

Una película en la que solo salen mujeres -aparecen más de 130 con frase-, y que retrata a un grupo de amigas ricas y aburridas que se mueven entre salones de belleza y tiendas de moda de Manhattan, y a las mujeres que trasbajan para ellas. La protagonista deberá lidiar con la infidelidad de su marido y con el escándalo, las envidias y los rumores consiguientes en un ambiente en el que la mirada ajena y los cotilleos pueden llegar a ser asfixiantes.