Repercusiones de un hito

Carla Simón, solo el mascarón de proa de una asombrosa generación de directoras españolas

El Oso de Oro para la realizadora catalana por ‘Alcarràs’ se añade al incuestionable hecho de que los cinco últimos ganadores del Goya a la mejor dirección novel han sido mujeres

Carla Simón, Arantxa Echevarría, Belén Funes, Pilar Palomero y Clara Roquet, con sus respectivos Goya a la mejor dirección novel de 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022.

Carla Simón, Arantxa Echevarría, Belén Funes, Pilar Palomero y Clara Roquet, con sus respectivos Goya a la mejor dirección novel de 2018, 2019, 2020, 2021 y 2022.

Julián García / Quim Casas

Fue una de las imágenes más poderosas, por su fuerza simbólica, de la última ceremonia de los Goya: en el estrado del Palau de Les Arts de València, Clara Roquet recibía el premio a la mejor dirección novel por ‘Libertad’ de manos de las ganadoras de las dos ediciones anteriores, Belén Funes (‘La hija de un ladrón’) y Pilar Palomero (‘Las niñas’). Era la constatación, por si quedara todavía alguna duda, del desbordante talento de una generación de jóvenes cineastas españolas que ha hecho de su mirada cinematográfica, altamente sensible, detallista y decidida, un sello de identidad, y cuyo último y asombroso peldaño es ese Oso de Oro para Carla Simón por ‘Alcarràs’.

No en vano, también en 2018 y 2019, el Goya a la dirección novel había recaído en mujeres: la propia Simón por ‘Estiu 1993’ y Arantxa Echevarria por ‘Carmen y Lola’. Dicho de otro modo: cinco ganadoras a la mejor ópera prima en las últimas cinco ediciones de los premios del cine español. “Está claro que esto no pasa por casualidad. Es el fruto de muchas cosas, pero lo más importante es que, por fin, las jóvenes cineastas tienen referentes femeninos donde mirarse”, explica a este diario la directora Judith Colell (Sant Cugat, 1968), presidenta de la Acadèmia del Cinema Català. “Lo ha dicho la propia Carla [Simón] y es algo maravilloso: que ojalá este triunfo sirva para que no haya ninguna niña que quiera hacer cine y piense que no puede”, afirma la directora de ’53 días de invierno’.

Mar Coll (Barcelona, 1981) se llevó el Goya a la dirección novel en 2009 por ‘Tres dies amb la família’ y ha realizado la serie ‘Matar al padre’. Es muy amiga de Carla Simón y siente, nos confiesa, “una gran alegría por ella, mucho orgullo y admiración”. Es una sensación mutua: la ganadora del Oso de Oro aseguraba estos días que si alguien es "punta de lanza" de algo, esa es Mar Coll. “Es muy posible que yo ni me hubiera dedicado al cine de no haber visto ‘Tres dies amb la família'. Para mí supuso una revelación: vi que una mujer joven podía hacer películas aquí y en catalán”, afirmaba Simón en una entrevista con este diario. Para Coll, este auge de jóvenes realizadoras no es flor de un día: “La situación está cambiando porque se han hecho esfuerzos desde muchos sectores. Por supuesto, queda mucho aún por hacer, pero poco a poco se está estableciendo una tendencia hacia la paridad”. 

El ‘boom’ de películas dirigidas por mujeres, sobre todo en Catalunya, es vinculado por Coll y Colell a "las escuelas de cine, a la ESCAC o la Pompeu Fabra”, que en algunos casos han suplido con grandes esfuerzos desde la producción la ausencia de una industria cinematográfica real. Como profesora, precisamente, de la ESCAC, Coll observa “un perfil de mujeres muy perseverantes, con gran capacidad de compromiso y exigencia, y eso es esencial para superar los muchos inconvenientes a los que nos enfrentamos”.

Invertir en cultura sale a cuenta

Belén Funes (Barcelona, 1984), directora de 'La hija de un ladrón', asegura que botó de alegría viendo el vídeo de la ceremonia de los premios de Berlín en directo: “Me hace una ilusión tremenda que Carla y que la gente que la acompaña hayan llegado hasta ese lugar que parecía tan lejano hace poco. Es una conquista mayor para nuestro cine, para el género y sobre todo para toda la gente que cree en lo personal cómo un motor de creación imparable. Y creo que además demuestra una cosa: que invertir en cultura sale a cuenta, que merece la pena apostar por el talento y que fuera hay mucha gente queriendo ver las historias que hacemos desde aquí”. Y añade, convencida: “Ojalá esto impacte en nuestro futuro, aunque si lo piensas... ya lo ha hecho”.

Para Neus Ballús (Mollet, 1980), quien, con ‘Sis dies corrents’, logró en el último festival de Locarno el premio a la mejor interpretación masculina para dos de sus actores, “es evidente que la incorporación progresiva de las mujeres a los espacios de liderazgo en el cine, sobre todo dirección, guion y producción, está renovando el cine catalán y español en términos de lenguaje, contenido y formas de trabajar”. La directora de ‘La plaga’, que participó en la Berlinale del 2013, considera que “los festivales y premios ya están reconociendo ahora estos factores innovadores, renovadores y originales. Sería necesario que la industria, las instituciones y nuestro público creyera con la misma fuerza. Lo que ha ocurrido con ‘Alcarràs’ es histórico y marca un futuro distinto tanto para las cineastas como para los espectadores del futuro”.

Algo histórico, pero debe seguir

Pilar Palomero (Zaragoza, 1980) arrasó en la penúltima ceremonia de los Goya con su ópera prima, ‘Las niñas’, que obtuvo los premios a mejor película, dirección novel, guion y fotografía, además de la Biznaga de Oro en el festival de Málaga. Como Ballús, percibe que estamos viviendo un momento histórico "con tantas directoras con esta repercusión, pero no debemos perder de vista -advierte- que es algo que debe continuar. Ha habido un cambio muy grande en estos últimos 10 años y debe prolongarse en el tiempo”. La directora de ‘Las niñas’ apunta que “el premio para ‘Alcarràs’ no solo beneficia a Carla, sino que lo hace a toda la industria. Ojalá anime a otros festivales internacionales para seguir apostando en sus secciones oficiales por películas realizadas por cineastas españolas”.

Clara Roquet (Malla, Osona, 1988) ha sido de momento la última en recibir el Goya a la mejor dirección novel por 'Libertad'. El día siguiente de la ceremonia ya relató a EL PERIÓDICO, diario que pertenece a Prensa Ibérica, mismo grupo que este diario, que “se está haciendo un buen trabajo desde las instituciones y es muy positivo el compromiso por parte de los productores en apostar por estas películas, es algo que debemos celebrar”. ‘Libertad’, su primer largometraje, participó en la Semana de la Crítica del último festival de Cannes, antes de triunfar en los Goya, donde también se llevó el premio a mejor actriz de reparto para Nora Navas.

¿Y el cine de gran presupuesto?

El colosal éxito de Simón, y la inevitable sensación de euforia, no debe, sin embargo, ocultar algunas evidencias. Núria Giménez Lorang (Barcelona, 1976) ganó tres Gaudí (entre ellos el de mejor guion) y estuvo nominada al Goya a mejor dirección novel y documental por su fascinante ópera prima, ‘My mexican bretzl’.

Aún queda mucho por hacer. Solo hace falta ver las cifras. Ha costado mucho, demasiado, llegar hasta aquí

“Lo de Carla es un notición y una maravilla, me ha hecho una ilusión enorme. Es una ‘crack’ y justo acabo de enviarle un mensaje de felicitación”, afirma a este diario la directora, quien, sin embargo, enfatiza que, pese las buenas perspectivas, queda mucho camino por recorrer: “Hemos avanzado mucho en los últimos tiempos, es cierto, y esto no puede leerse más que en clave positiva, pero aún queda mucho por hacer. Solo hace falta ver las cifras. Ha costado mucho, demasiado, llegar hasta aquí”. En este sentido, Judith Colell apunta que todavía no se cuenta con las directoras para las películas de gran presupuesto. “Y no es porque no queramos. No es un misterio saber por qué el cine que hacemos las mujeres es, digamos, intimista y de bajo presupuesto. Simplemente no se piensa en nosotras. Es un poco insólito el caso de Chloé Zhao, que ha dirigido ‘Eternals’ para Marvel; o de Patty Jenkins, que ha hecho ‘Wonder woman’. Es un escollo que hay que evitar. Hemos llegado para quedarnos y ahora necesitamos disponer de más presupuesto para ser aún más competitivas. Es lo justo”.

En términos similares se expresa Arantxa Echevarría (Bilbao, 1968), Goya a la dirección novel en 2019 con ‘Carmen y Lola’. “Yo me siento una privilegiada y una excepción porque, tras mi ópera prima, que no dispuso de un presupuesto reducido sino ínfimo, me ofrecieron hacer ‘La familia perfecta’ con cuatro millones de euros. Pero yo he tenido una suerte bárbara. Al final se confía más en los hombres cuando hablamos de muchos millones, porque se piensa, y es una estupidez enorme, que nosotras solo podemos hablar de temas como muy intimistas, muy de mujeres”, afirma la directora bilbaína, una de cuyas ilusiones sería dirigir alguna vez una entrega de ‘Fast & Furious’: “Hacer lo que hizo Chloé Zhao con ‘Eternals’ es un poco el sueño de todas nosotras. Yo hago cine de autor de vocación social, es verdad, pero hay una parte infantil en mí que siempre ha deseado hacer la peli de una saga; significaría que he llegado al tope como directora. Ya lo hace Bayona, y a lo grande. ¿Por qué no puede hacerlo una mujer?”, se pregunta Echevarría, que avisa de que, atención, el Goya a la mejor dirección novel del 2023 también puede recaer en una directora: “Fíjate lo que viene detrás: tanto Carlota Pereda, que ha triunfado en Sundance con ‘Cerdita’, como Alauda Ruiz de Azúa, que ha hecho lo propio en Berlín con ‘Cinco lobitos’”.