ASTURIAS

Barbón, "obligado al optimismo", promete "un reformismo tenaz, valiente y osado"

La ministra portavoz del Gobierno llama a "respetar el pluralismo político y la diversidad de los territorios de España, que es la de sus gentes"

Toma de posesión de Adrián Barbón como presidente del Principado.

Toma de posesión de Adrián Barbón como presidente del Principado.

Marcos Palicio

Adrián Barbón le dejó a Asturias “en prenda” su palabra, o sus palabras, y “con la obligación del optimismo” y “el deber de la convicción” anunció una legislatura en la que “no me ataré al miedo” y promete “hablar de progreso y de cambio, de un reformismo tenaz, valiente, osado, porque Asturias está adentrándose en otra etapa histórica y necesita un fuerte impulso colectivo para recorrerla con éxito”. En el discurso de su solemne toma de posesión, este mediodía ante dos centenares de invitados en la Junta General, el presidente del Principado dejó contentos a los que serán sus socios de investidura repitiendo varias veces que el Ejecutivo que compartirá con IU será “reformista” además de “progresista” y no parafraseó al líder de la coalición, Ovidio Zapico, pidiéndose un reformismo “fuerte”, pero sí lo apellidó “tenaz, valiente, osado, porque

Asturias

está adentrándose en otra etapa histórica”, proclamó, “y necesita un fuerte impulso colectivo para recorrerla con éxito”.

En un acto al que asistieron la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Rodríguez, y entre otros los presidentes de Castilla-La Mancha, Navarra, Galicia y Castilla y León, respectivamente Emiliano García-Page, María Chivite, Alfonso Rueda y Alfonso Fernández Mañueco, Barbón fue desgranando las palabras que empeñan sus pretensiones y habló de “diálogo”, “porque no concibo la vida ni la política de otra manera” y porque “el ruido distorsiona, agita la crispación. No deseo presidir una Asturias tensa, obcecada en el enfrentamiento, sino otra distinguida por la práctica de la política útil, la que se afana en resolver los problemas”. Mencionó “orgullo” y “orgullo de pertenencia”, “lealtad, porque nada se antepondrá a la defensa de los intereses de Asturias”, o “cambio, futuro y progreso. Con ellas me dispongo a gobernar Asturias”, afirmó.

Precedieron al presidente en el uso de la palabra la ministra Isabel Rodríguez, y el presidente de la Junta, Juan Cofiño. Tras un retorno a la pandemia, y un reconocimiento a un país que dio “la mejor versión de sí mismo”, Rodríguez se adentró con pies de plomo en las convulsiones del momento político que vive el país tras las

 elecciones del 23J

y exacerbó como vías de futuro "la voluntad de acuerdo" y el "respeto al pluralismo político y la diversidad de los territorios de España, que es la de sus gentes". Llamó, sí, a "forjar la identidad y la unidad de España", pero enfatizando "el respeto absoluto" que merece, una vez más, el binomio que forman "la diversidad y el pluralismo". Elogió y deseó una Asturias "más moderna, que avanza en derechos y libertades" y tras citar a Jovellanos deseó a Barbón "que seas capaz con tu trabajo de otorgar al pueblo asturiano paz, tranquilidad y alegría". En su turno, Juan Cofiño se extendió en el elogio al jefe del Ejecutivo asturiano, del que fue vicepresidente en le ciclo político recién concluido, y reclamó "prudencia en el hacer y moderación en el decir" a los grupos políticos y diputados que integran la Cámara asturiana, de quienes espera que contribuyan al enriquecimiento y estímulo de la acción del Gobierno y que se inclinen por la estrategia "más útil" en función de las necesidades de cada momento.