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Reproducción asistida, el clúster que conquista el mundo

El paciente extranjero, sumado a un nacional que retrasa cada vez más el tener hijos, impulsa un sector al alza en España con el territorio valenciano como principal motor 

Andrea Bernabeu, codirectora médica del Instituto Bernebeu, en el interior de los laboratorios del centro alicantino

Andrea Bernabeu, codirectora médica del Instituto Bernebeu, en el interior de los laboratorios del centro alicantino / José Navarro

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Acudir a una clínica para poder tener un hijo hace tiempo que dejó de ser un hecho extraño en España. En poco más de tres meses, sin ir más lejos, se cumplirán 40 años desde que nació el primer bebé gracias a la fecundación in vitro, un hito que abrió el camino de una disciplina, la de la reproducción asistida, cuyo desarrollo ha crecido exponencialmente. Tanto que su impulso, fraguado en el éxito de un clúster de empresas destacadas especialmente en la Comunidad Valenciana, ha convertido este tipo de tratamientos en el territorio nacional en toda una referencia, generando con ello un negocio que mueve cientos de millones de euros cada año gracias a las decenas de miles de pacientes nacionales -y también internacionales- que tratan de lograr una descendencia que les es esquiva a través de los métodos naturales.

Según los últimos datos aportados por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), en 2021 -último año con registros- llegaron al mundo a través de técnicas asistidas como la fecundación in vitro (FIV) y la inseminación artifical (IA) más de 40.600 bebés en España, el 8,5 % más que en el año prepandemia y alrededor de una décima parte del total de nacimientos que se produjeron en el país ese mismo año. Un crecimiento que como explica Ernesto Bosch, director médico del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) -cuya matriz, IVI-RMA, es en la actualidad uno de los grandes actores del sector a nivel mundial-, se ha ido consolidando debido a dos factores principales.

Conjunción de factores 

Por un lado, "un retraso de la maternidad" que como destaca la SEF en un informe reciente se ha acrecentado en los últimos años por una conjunción de factores que van desde la "dificultad" para encontrar "la estabilidad económica y sentimental" hasta la mayor presencia de la mujer en el ámbito laboral y la debilidad de las medidas para conciliar. Una realidad que marca inevitablemente el perfil mayoritario de aquellas mujeres que optan por estas técnicas. 

Como destaca Juana Crespo, extrabajadora del IVI Valencia y hoy propietaria de una clínica en la capital valenciana con más de 130 profesionales que lleva su nombre, la gran mayoría de sus pacientes son mujeres españolas "que a los 30 años no pensaron que querían ser madres, a los 35 empiezan a estabilizar sus carreras profesionales y a partir de los 40 quieren tener hijos". No obstante, a este retraso de la maternidad se suma otro factor claro como es -resalta Bosch- la proliferación de un "estilo de vida superintenso" que "condiciona la calidad del semen", lo que se traduce en paralelo en una disminución de la capacidad reproductiva del hombre

Menos pacientes potenciales

Pero ambos factores, añade el director médico, no son nuevos sino que lleva estando ahí "años", un periodo que ha generando que los problemas de infertilidad afecten -según señala la SEF- a entre el 15% y el 20 % de la población española, elevando con ello la necesidad de tratamientos como los que ofrece la reproducción asistida. Pese a este hecho, Bosch recuerda que, con una pirámide poblacional cada vez más invertida como la de España, progresivamente va a haber "menos mujeres de entre 35 y 45 años" -o lo que es lo mismo, menos pacientes potenciales- y, por tanto, un crecimiento limitado para el sector a través del mercado nacional. Y, frente a este hecho, es el negocio internacional el que se busca que coja cada vez más fuerza.

Para el IVI estas pacientes foráneas representan aproximadamente un tercio del total. Para otros centros reconocidos como el Instituto Bernabeu -grupo nacido en Alicante con cuatro décadas de experiencia en la reproducción asistida- el porcentaje se incrementa hasta el 55% y el 60% de los pacientes. No obstante, el tirón al alza es tan fuerte que ya existen en Barcelona, Málaga y Alicante varios centros dedicados en exclusiva a este cliente extranjero. Eso sí, sin una nacionalidad única.

A pesar de que Francia y Alemania son algunos de los orígenes más frecuentes de este tipo de pacientes, Crespo enfatiza que ha ayudado con el trabajo en su clínica a que nazcan niños -"excepto en Alaska"- en los cinco continentes, desde aquellos procedentes de una meca del cine como Los Ángeles hasta territorios tan alejados como Australia. Una atracción creciente en la que el marco legal de España ha jugado y juega un papel "decisivo".

Un marco proclive

Es lo que señala Andrea Bernabeu, codirectora médica del Instituto Bernabeu, que pone en valor la legislación pionera que existe en nuestro país si se compara con la de otros territorios -incluso europeos-, permitiendo desde hace muchos años "que mujeres sin pareja o parejas de lesbianas -otros nichos de pacientes cada vez más al alza- puedan acceder a los tratamientos". Un hecho al que se suma, añade la especialista, el completo anonimato por ley de las donaciones y de los receptores. 

Ese marco legal fraguado hace años, además de haber sido -recalca Bernabeu- "un país muy avanzado en este campo tecnológicamente", ha permitido que los negocios vinculados a esta especialidad "crecieran rápido, pudieran investigar y tener mejores resultados por esa experiencia", coincide Bosch sobre un pilar clave para que este sector en España sea hoy "puntero". No obstante, dentro de esa vanguardia, ha sido la Comunidad Valenciana -con Valencia como eje principal- la que ha erigido progresivamente el hub más potente dedicado a la reproducción asistida de todo el país. 

Jóvenes motivados

Para Crespo, tras haber vivido un primer liderazgo de Cataluña en el sector, el éxito valenciano -secundado en paralelo en Alicante con el Instituto Bernabeu- se entiende tomando como punto de partida la llegada desde varios hospitales de la capital valenciana a finales de los años 80 "de un grupo de jóvenes con muchas ganas, ambición e imaginación" y que fueron el germen del ecosistema de la reproducción actual. No en vano, de esa sinergia nació en 1990 el IVI, el gran actor del sector, que tras su integración con la firma estadounidense RMANJ en 2017 y la creación de IVI-RMA factura ya más de 470 millones de euros.

Sin embargo, la importancia de este gigante no solo se circunscribe a su propio negocio, sino al efecto arrastre que su avance ha tenido directa e indirectamente para el desarrollo del clúster, bien sea generando un caldo de cultivo perfecto para que florecieran posteriormente otros actores como el Instituto de Medicina Reproductiva (Imer) -hoy integrado dentro del grupo multinacional Next Fertility-y el FIV Valencia o bien mediante extrabajadores que -como en el caso de Crespo- han creado sus propias clínicas después de haber formado parte del equipo médico de la firma, una circunstancia que -señala la dirigente- se ha sucedido "por toda España".

Un sector concentrado

Ese impulso de la reproducción asistida, fuera y dentro de la Comunidad Valenciana, ha acabado tejiendo una red de centros especializados en estos tratamientos que alcanzaba el año pasado las 322 instalaciones entre todo el país, de las cuales el 86% eran gestionadas por empresas privadas. Todos ellos han llevado a que, según refleja el último informe sobre este campo elaborado por DBK, la facturación de este sector en España se haya disparado hasta los 570 millones, de euros una cifra récord cada vez más alejada de los 503 millones registrados antes de la pandemia. 

Tras el IVI han ido proliferando nuevos negocios en el sector, algunos de ellos participados por fondos de inversión

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Ese potencial de negocio en auge ha llevado a que, con el paso de los años, el sector haya vivido una tendencia a la concentración -actualmente más de la mitad de los ingresos generados por centros privados se reparte entre los cinco principales operadores- que ha venido acompañado del desembarco de los fondos de inversión, con el IVI-RMA como mayor ejemplo. Así, la firma fue adquirida el año pasado por 3.000 millones de euros por los estadounidenses KKR, un gigante que ya tenía entonces otro gran actor europeo del sector, GeneraLife. 

Una situación que DBK advierte de que puede ir a más en España al existir "numerosos centros especializados de tamaño pequeño y mediano susceptibles de protagonizar operaciones de compravent", una vía que tanto Crespo como Bernabeu descartan para sus propias empresas. "Es muy importante no tener esa distracción puramente economicista, para nosotros los pacientes son pacientes, no son números", concluye la doctora y especialista alicantina.