ESCALADA DE COSTES

La subida del cacao aboca Chocolates Valor a elevar los precios

La compañía ha mantenido sus beneficios a pesar de que las ventas se han elevado un 12% con el objetivo de no repercutir el incremento de precios que ha sufrido la materia prima al consumidor final

Pedro López, presidente de Chocolates Valor, con los envoltorio que ha usado la empresa para envolver las tabletas.

Pedro López, presidente de Chocolates Valor, con los envoltorio que ha usado la empresa para envolver las tabletas. / Rafa Arjones

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M. Saballs / M. Pomares

La historia de Chocolates Valor se empezó a escribir entre una piedra de moler y mulos. A partir de ahí, el molino mecánico, el carro, años después una camioneta Chevrolet, la electricidad, la construcción de una nueva fábrica, la red de chocolaterías, un Museo del Chocolate, la compra de Huesitos primero y de Imperial después... Y así hasta acabar tejiendo una trayectoria de casi 150 años marcados por la apuesta por la innovación y la calidad. Eso sí, sin renunciar a la elaboración de sus chocolates from bean to bar, del grano a la tableta. Hasta el punto de que la principal obsesión de Valor desde siempre ha sido desarrollar todo el proceso en sus instalaciones, desde la selección del grano, para tenerlo todo controlado. "Y no quiere decir que sea mejor. Si tú haces una pasta de inferior calidad a la que podrías comprar, no eres mejor, pero en 1996, cuando pasamos de la fábrica vieja a la nueva, técnicamente no podíamos seguir tostando y, además, estás obligado a probarlo todo. Entonces, firmamos un acuerdo con un operador, pero no quedamos conformes del todo", alega Pedro López, presidente de Chocolates Valor.

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Un proceso totalmente controlado que, en estos momentos, se ha visto muy afectado por la subida de costes y, en particular, por el precio del cacao. Tanto es así que, pese a que las ventas se han elevado el 12%, los beneficios se han mantenido por segundo año consecutivo en 7,3 millones de euros, por la decisión de no repercutir de momento una parte importante de estos incrementos en el consumidor final. Los números son desoladores. En un año, el precio del futuro del cacao se ha duplicado hasta los 3.500 dólares o 3.000 libras esterlinas la tonelada, a lo que hay que sumar unos 200 dólares por contratar el cacao futuro de más calidad a través de traders especializados, más 400 en impuestos especiales en los dos principales productores. Con estos puntos de partida, López explica que "el tema de la materia prima siempre es más irregular en el tiempo que los precios finales". Al respecto, añade que, "cuando sube un 50% el cacao, no puedes subir el 50%, y cuando baja un 25%, tampoco bajas el 25% las tarifas, pero ahora se están produciendo cosas que no se habían producido en la vida, y llevo 40 años en el mercado". Por eso mismo, sentencia con un regusto amargo que "el mercado del chocolate va a padecer mucho. Va a tener unos incrementos ineludibles". 

En este sentido, agrega que "lo que he visto en Costa de Marfil con los almacenes vacíos no lo había visto en la vida. En este momento se dan las dos circunstancias: intermediarios y clima". ¿La solución? "Al final, lógicamente, tienes que tocar tarifas, aunque con el máximo sentido común, y esperar que el consumo no se vea muy afectado. El mercado hoy es de una manera que no puedes plantearte trabajar por debajo de determinados márgenes esperando recuperar al año siguiente, porque no va a pasar", concluye Pedro López con pesar.